La novia de Fernando Pérez Algaba, el empresario hallado descuartizado dentro de una valija arrojada a un arroyo de la localidad de Ingeniero Budge, declaró como testigo y aportó su teléfono celular, del que los investigadores procuraban ahora obtener información sobre los últimos movimientos de la víctima, informaron fuentes judiciales.

La mujer fue convocada para declarar ante los investigadores en la Delegación Departamental de Investigadores de Lomas de Zamora, encargados de recolectar la evidencia que se suma a diario a la causa por el homicidio de "Lechuga" Pérez Algaba (41) que lleva adelante el titular de la Unidad Funcional de Instrucción 3 de ese distrito, Marcelo Domínguez, 

A pedido de los pesquisas, la pareja de la víctima entregó su teléfono celular, que es ahora sometido a peritajes con el fin de extraer información relacionada con el empresario, dijeron las fuentes. 

Los voceros dijeron que la novia de "Lechuga", con quien no convivía, es hija de un hombre que está detenido en el marco de una causa por narcotráfico que tramita en el juzgado federal 2 de Morón, a cargo del juez Jorge Rodríguez, en la que Pérez Algaba aparece mencionado en varias oportunidades, aunque nunca estuvo imputado.

En tanto, en busca de más información que permita esclarecer el homicidio del empresario Pérez Algaba, los pesquisas comenzaron con la apertura de dos dispositivos electrónicos que eran propiedad de la víctima.

El análisis de esa información estará a cargo de especialistas del Laboratorio Informático Forense del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, luego de que el peritaje no lograra realizarse en la Policía Federal Argentina (PFA) por cuestiones técnicas.

La computadora MacBook pro y el iPad del empresario fueron secuestrados del departamento que éste alquiló de manera temporaria en Olazábal al 1600 de la localidad de Ituzaingó, dónde tenía previsto hospedarse hasta el 19 de julio, un día después de su desaparición, cuando planeaba viajar a Barcelona, España.

Los detectives buscarán, tanto en esos dispositivos como en el de la pareja de la víctima, pistas que permitan establecer el móvil del crimen y los movimientos del empresario previos a que fuera asesinado de dos balazos por la espalda, descuartizado y arrojado en una valija y una mochila al Arroyo del Rey, de Ingeniero Budge, donde sus restos fueron encontrados entre el 22 y 24 de julio pasado.

Lo establecido hasta el momento es que Pérez Algabe se reunió entre las 17.30 y 18 del martes 18 de julio con dos exsocios y examigos en un campo de la zona de General Rodríguez, sitio donde además su el teléfono celular registra su último movimiento a esa hora.

Quienes asistieron a su encuentro fueron su examigo Nahuel Vargas y Maximiliano Pilepich, un hombre vinculado al rubro de la construcción que le había prestado la camioneta Range Rover blanca que la víctima utilizó para movilizarse los últimos días.

Fue precisamente Pilepich quien el pasado viernes, casi una semana después del hallazgo de los restos de "Lechuga", entregó el rodado a la policía de DDI de Lomas de Zamora, que levantó algunos rastros de su interior para ser analizados. Esos dos hombres, al declarar días atrás como testigos ante el fiscal Domínguez, admitieron haberse encontrado con Pérez Algaba para terminar de saldar una deuda de 150 mil dólares que habían contraído con él.

Según sus dichos, revelados por los pesquisas a Télam, "Lechuga" concurrió a bordo de la camioneta hasta General Rodríguez, donde se encontró con Vargas y con Pilepich, que lo aguardaban en otro auto.

Allí, Pérez Algaba habría recibido 60 mil dólares de esa deuda -los otros 90 mil ya se los habían pagado en una escribanía de Castelar- y, tras ello, le devolvió la camioneta a Pilepich, que se retiró con Vargas del lugar, uno en cada vehículo. 

En tanto, el empresario permaneció en el lugar esperando que alguien lo pasara a buscar, según dijeron los otros dos hombres.

Para los próximos días los detectives del caso esperan los resultados de dos muestras levantadas de la camioneta Range Rover, luego de que se descartara mediante un peritaje que no eran de sangre las manchas halladas en una campera y una remera de la única detenida en la causa, Alma Nicol Chamorro, acusada de ser partícipe secundaria del crimen.

Chamorro, quien aún no declaró en la causa porque en su primera indagatoria optó por negarse, fue detenida porque los investigadores determinaron que la valija en la que fueron hallados algunos de los restos de Pérez Algaba estaba en su poder y había sido sustraída por ella a familiares suyos.

La desaparición del empresario fue denunciada por la dueña del departamento que éste le había alquilado en Ituzaingó de manera temporal entre el 12 y 19 de julio últimos, quien al no tener noticias suyas y no recibir respuesta a sus mensajes, decidió acudir a la policía.

Los voceros dijeron que de la autopsia realizada al cuerpo surgió que Pérez Algaba fue ejecutado de dos disparos por la espalda y que fue descuartizado tras su muerte.