Entre discursos electorales que perfilan el recorte de derechos como vía ineludible para la presunta estabilización macroeconómica del país, en Mar del Plata y con la presencia Axel Kicillof, se celebró una nueva edición de las Jornadas por el Derecho al Futuro. En ella se redoblaron las pretensiones de no solo no limitar conquistas sino profundizarlas, con el ocio y el disfrute como reivindicación política y social. Tras una amplia agenda de campaña que desplegó el miércoles en La Feliz, el gobernador aseguró: “Mar del Plata es una postal de la Argentina que tiene que ver con un período histórico de ampliación de derechos, como el derecho laboral básico de tener vacaciones, a que sean pagas y a acceder a cuestiones reservadas para sectores privilegiados. Eso se había establecido entonces, pero en muchos lugares del mundo sigue siendo así. Mar del Plata es un símbolo de una Argentina que queremos, que está presente, pero también que añoramos actualizarla y generalizarla”.

Puede parecer algo un tanto abstracto, pero tiene un profundo significado”, reflexionó Carlos Bianco, jefe de Asesores de Gobernación, en calidad de organizador del evento. “El derecho a la cultura y al ocio son las dos claves más vinculadas con el disfrute y nada mejor que Mar del Plata para tener esas discusiones”, sintetizó. Las Jornadas de Derecho al Futuro fueron diagramas con la idea poner en debate temas que estructuran la agenda de gestión del gobierno bonaerense. “Nos parece importante que, en un año electoral, el gobernador pueda venir a discutir nuestros ejes de gobierno con especialistas, docentes, jóvenes y público en general”, relató a Página/12 desde una butaca del Aula Magna que lleva el nombre de María del Cármen Maggi. Maggi, decana de la Facultad de Humanidades de la UCA, fue secuestrada por la CNU en 1975 y su cuerpo apareció el 23 de marzo de 1976, un día antes del Golpe.
Sobre la idea de plantear el derecho al disfrute como algo central en el acceso a la cultura y al ocio, Bianco señaló que “en general se ven como una mercancía, a la que solo pueden acceder aquellos que tiene plata”. Y agregó: “lo llamamos derecho a disfrutar porque no puede ser que solo los que hayan nacido con recursos se puedan ir de vacaciones o disfrutar de consumos culturales. Son bienes universales y son derechos que todo el mundo tiene que disfrutar”.

Durante el evento, funcionarios locales, provinciales y nacionales debatieron sobre el derecho al ocio y la democratización del acceso al turismo, en el marco de los encuentros que el gobierno bonaerense realiza en universidades en busca de profundizar la agenda de gestión y electoral. “Hace muy pocos años nos hablaban y establecían políticas para ciudadanos de primera y de segunda, donde parecía que no todos teníamos el mismo derecho a disfrutar o a usar nuestro tiempo libre”, señaló la subsecretaria Técnica del Ministerio de Producción provincial, Noelia Fernández, en su rol de moderadora. Y tomó distancia de la cosmovisión reinante en Juntos por El Cambio: “ahora venimos de una gestión de cuatro años que va por todo lo contrario, donde debemos asumir que nos queda mucho por hacer.”
Horacio Taccone, presidente de la Comisión de Turismo del Concejo Deliberante local, dijo: “Hace muchas décadas que se viene hablando del derecho de las personas a disfrutar, del derecho al ocio y aunque hay algunos que piensan que debe ser un derecho limitado a los sectores privilegiados, la realidad los ha pasado por arriba”. El también concejal y precandidato a revalidar el cargo por Encuentro Marplatense, el sector que lideran Fernanda Raverta y Gustavo Pulti, agregó que “el derecho al ocio se vivencia justamente a través del deporte, de la recreación, del arte, del turismo, pero el ocio no es sinónimo de todo ello, porque el punto central del derecho al ocio es la persona más allá de la actividad que realiza”. Para concluir con su participación destacó que para la democratización del acceso al turismo se precisan dos cosas: “infraestructura, que Mar del Plata la tiene, y decisión política para utilizar esa infraestructura al servicio de todos los argentinos”.

Viajes de egresados y Recreo, puntas de lanza

A su turno, la directora provincial de Juventudes, Ayelén López, puso sobre la mesa una de las experiencias impulsadas para pasar del concepto a lo material: los viajes de fin de curso para los estudiantes del último año del secundario. De los 38 mil que se sumaron en su primer año en 2021, se pasó a 120 mil en 2022 y este año alcanzó a 185 mil alumnos que —desde esta semana— comenzaron a viajar a los 14 destinos programados. Señaló también que el anhelo es llegar, en una futura edición, a los 220 mil jóvenes que, en promedio, se reciben cada año en el distrito.
“Son políticas que no se miden con un rédito económico, sino en la felicidad de nuestros pibes y pibas. Es una política trasversal para todos y todas, tanto de escuelas públicas como privadas”, remarcó López, quien además detalló que este año el programa incluyó a 2.200 alumnos de escuelas de educación especial.
“Algo para resaltar es que esta política se la apropiaron los pibes, porque se inscribieron de todas las escuelas. La Provincia hizo una inversión enorme y es algo que tenemos que defender como política de Estado”, ponderó. La idea “nació como una reparación para el sector turístico, pero también como un programa de reparación para los pibes y pibas que durante la pandemia tuvieron que dejar de lado su disfrute, su ocio y sus salidas para quedarse en casa”, recuperó sobre los orígenes del programa.
Entre los destinos contemplados se encuentra Monte Hermoso, la localidad balnearia de apenas 9 mil habitantes, ubicada en el extremo sur bonaerense donde se puede contemplar el fenómeno de ver el amanecer y el atardecer sobre el mar. Su secretario de Turismo, Franco Gentili, resaltó el impacto que el programa tiene para el distrito que, pese al boom de visitantes que experimenta en verano —los residentes aumentan a 150 mil—, aún presenta serias dificultades para ampliar la recepción de visitantes el resto del año. “La actividad turística en nuestra economía es fundamental, pero tenemos una temporada baja con una marcada estacionalidad que se siente y mucho. Para destinos como los nuestros es muy importante por lo que mueve a nivel comercial. Tenemos 9 mil habitantes y en agosto, septiembre y octubre vamos a recibir 12 mil pibes que van a disfrutar la ciudad. Esto representa un efecto multiplicador porque se mueve toda la economía de Monte Hermoso”, aseguró el funcionario. Los paradores con actividades, servicios y shows culturales funcionaron en Mar del Plata, Monte Hermoso, Villa Gesell, Mar de Ajó y Chascomús. “Este gobierno provincial ha puesto al turismo como una política de Estado y desde los municipios lo vemos y lo celebramos”, concluyó Gentili.

El pasado dice presente

La Unidad Turística de Chapadmalal es una de las joyas del sureste provincial y un emblema de la política del turismo social del primer peronismo, que construyó sus nueve hoteles. Con el paso de las décadas perdieron su brillo y, en los últimos años, a partir de la intervención del Ministerio de Turismo y Deportes, pudieron a recuperar algo de su esplendor. “Nuestro objetivo fue generar condiciones de posibilidad para que cualquier persona, independientemente de sus condiciones socioeconómicas, tenga la posibilidad de acceder al descanso, a la práctica turística y al bienestar”, indicó la subsecretaria de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad de Turismo de la Nación, María Inés Albergucci. La funcionaria resaltó la inversión de $7.800 millones realizada por Nación para poner en valor el complejo. Tras las obras se habilitaron tres hoteles llegando a los seis operativos y, con los restantes tres en plan de obra, se amplió la capacidad que pasó de las mil a las tres mil plazas. “En el gobierno anterior en vez de invertir y ponerlos en valor, se decidió cerrarlos o cederlos para otros usos”, memorizó en referencia a la decisión de la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para que allí funcionara un centro de entrenamiento de Gendarmería Nacional.
“Los abandonaron porque ideológicamente no están de acuerdo con que los sectores populares tengan acceso al turismo y al ocio”, señaló Albergucci. Y trazó un desafío para sus propias filas: “ellos tienen un problema ideológico, pero nosotros también debemos dar el debate en términos prácticos, demostrando que la inversión del Estado es inteligente, eficiente y que, por sobre todas las cosas, redunda en la mejora de la calidad de vida de las personas.”