Cuba se prepara para una semana de ceremonias y procesión de un extremo a otro de la isla en la que despedirá a Fidel Castro, el padre de la Revolución. El primer homenaje fúnebre tendrá lugar hoy en la Plaza de la Revolución de La Habana, cuyo acceso comenzó a ser controlado el sábado por la policía. Raúl Castro anunció que el cuerpo de Fidel Castro sería cremado, tal como lo pidió su hermano. Los funerales del comandante, personaje único que forjó la identidad cubana y se erigió en símbolo del siglo XX, se extenderán hasta el domingo próximo, cuando sus cenizas serán inhumadas en Santiago de Cuba, cuna de la rebelión que lo llevó al poder en 1959. El traslado de los restos de La Habana a Santiago, distante a 900 kilómetros, demandará cuatro días y promete ser una movilización que congregará a millones de cubanos.
La marcha del líder revolucionario empieza a calar en una Cuba de duelo. En las calles la gente caminaba cabizbaja; muchos restaurantes mantenían sus puertas cerradas. Durante nueve días las notas del son cubano serán mudas, las botellas de ron permanecerán cerradas y las banderas mantendrán el riguroso luto. Con la muerte del comandante y mientras dure el luto, la bulliciosa isla se mantendrá silenciosa. El duelo nacional decretado por las autoridades se traduce así en sobriedad tanto figurada como literal, pues además del cese de “actividades y espectáculos públicos”, hasta el próximo 4 de diciembre, fecha del entierro de Fidel Castro en Santiago de Cuba, rige ley seca en el país.
Las tiendas informan mediante carteles que no venden bebidas alcohólicas; los bares y restaurantes tanpoco podrán servir los célebres mojitos, daiquiris y combinados de ron típicos de Cuba. Suspendido también quedó el campeonato cubano de pelota o béisbol, el deporte nacional.
Transcurrió un día y medio desde que el presidente cubano, Raúl Castro, anunció –al filo de la medianoche– la muerte de su hermano mayor, y la extraña calma que se vivió en las horas posteriores de la noticia porque muchos cubanos estaban durmiendo dio paso a la vertiginosa preparación de los fastos fúnebres. Superado el estupor inicial en una isla que llegó a creer que Fidel era inmortal, fotografías del barbado comandante fallecido a los 90 años en La Habana –aún no queda claro si en su casa o en un hospital– empiezan a aparecer en balcones, negocios y fachadas, al igual que banderas cubanas con crespones negros.
Los medios nacionales mostraban reportajes, documentales y debates en honor al “compañero Fidel’’. La figura del ex mandatario monopolizó también la programación del canal estatal de televisión cubana y sus presentadores vistieron ayer de riguroso luto. El emblemático diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, que no se publica los domingos, ayer salió a la calle y lo hizo impreso sólo con tinta negra, sin la llamativa tipografía roja que lo caracteriza.
En su portada, una sola frase: “Cuba es Fidel”. El resto de la tapa apareció dominada por un cartel del ilustrador Ares que plasma un retrato multiplicado de Fidel con uniforme y fusil, inspirado en el trabajo del fallecido artista Raúl Martínez, el principal exponente del pop art revolucionario.
Desde hoy y hasta última hora de mañana, las cenizas del ex mandatario permanecerán en el memorial a José Martí, en la Plaza de la Revolución, para que los cubanos puedan pasar a despedirse del Líder de la Revolución. En ese escenario tendrá lugar, en la tarde de este martes, un acto popular en el que se prevé que estén personalidades llegadas a la isla caribeña. Será el momento más institucional de la semana de exequias, pues no se espera que participen delegaciones internacionales en el entierro en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, fijado para el 4 de diciembre.
A esa ciudad oriental, íntimamente ligada a la Cuba revolucionaria llegarán los restos mortales de Fidel un día antes, el 3 de diciembre, tras una caravana que recorrerá durante cuatro días el país de punta a punta reproduciendo a la inversa la “Caravana de la Libertad” que Castro encabezó en 1959 al comienzo de la Revolución. En esos días resonarán constantemente salvas de artillería en varios puntos del país, sobre todo en La Habana y Santiago.
Las redes sociales tampoco fueron ajenas a la muerte de Fidel Castro. Desde la isla hubo reacciones como la de la directora para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Josefina Vidal, una figura vital en el deshielo de las relaciones entre La Habana y Washington, quien escribió en Twitter: “Fidel es Cuba porque nos dio la verdadera independencia y nos devolvió la dignidad y el orgullo de sentirnos cubanos”. Mariela Castro, hija de Raúl Castro, dijo en esa misma red que “ha muerto el padre de todos los cubanos dignos”.
En tanto Gerardo Hernández Nordelo, miembro del grupo de “Los Cinco” que estuvo 16 años preso en Estados Unidos acusado de actividades de espionaje, tuiteó: “Este es mi primer tweet dedicado a nuestro comandante en jefe Fidel Castro, que dijo ‘volverán’ y nos trajo de regreso”.
La cascada de reacciones y condolencias desde todas partes del mundo continúa dos días después del fallecimiento de Castro, pero aún son pocas las presencias internacionales confirmadas en los actos fúnebres.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, asistirá a los funerales de Fidel Castro, anunció ayer el diario estatal El Telégrafo. El periódico indicó en su sitio web que fuentes oficiales le confirmaron que Correa asistiría a “las honras fúnebres el 29 de noviembre”. Tras el anuncio del fallecimiento, Correa expresó el sábado a través de su cuenta en Twitter: “Se fue un grande. Murió Fidel. Viva Cuba! Viva América Latina!’’.
Luego dijo en su informe semanal que Fidel “había cumplido y de sobra, en demasía, su misión, liberar su adorada Cuba, demostrar que otro mundo es posible, luchar por la equidad, por la justicia social. Cuba está de luto, Latinoamérica está de luto, Fidel Castro muy probablemente fue el latinoamericano más influyente del siglo XX’’, agregó Correa.
El presidente del Senado de Chile, Ricardo Lagos Weber, afirmó ayer que la delegación trasandina que viajará a Cuba para los funerales de Fidel Castro estará encabezada por él y por el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade. Explicó, además, que de concretarse lo que habló con el Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, “iría una delegación encabezada por el presidente del Senado, el presidente de la Cámara de Diputados y seguramente algunas otras personas que se van a sumar”, explicó a los periodistas. De esa forma se descartó la presencia de la presidenta Michelle Bachelet en el homenaje al ex presidente de Cuba. Los legisladores del conservador Chile Vamos desecharon la posibilidad de viajar hasta Cuba.
Quien también participará de los actos en honor a Castro será el rey emérito Juan Carlos I, que anunció su viaje a La Habana. Fuentes de la Casa del Rey confirmaron ayer que será Don Juan Carlos quien se desplazará a la ciudad cubana, en representación de España, para asistir el martes a uno de los eventos programados por el comité organizador de las exequias, una reunión que se prevé multitudinaria en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Una foto gigante del líder en la Sierra Maestra cubrió ayer la fachada de la Biblioteca Nacional ubicada en la Plaza de la Revolución, por la que hoy desfilarán miles de cubanos para decirle adiós a su comandante.
Durante cuatro días los restos irán desde La Habana a Santiago
La despedida del comandante
El primer homenaje será hoy en la Plaza de la Revolución. Los restos recorrerán 900 kilómetros y se movilizarán miles de personas.
Este artículo fue publicado originalmente el día 28 de noviembre de 2016