En el duelo entre "santos", San Lorenzo hizo los deberes en su casa y venció 1-0 este jueves a San Pablo de Brasil, en el partido de ida por octavos de final de la Copa Sudamericana disputado en el Pedro Bidegain.
En el complemento, el paraguayo Adam Bareiro le dio la victoria al conjunto de Rubén Insúa, que intentará hacer valer el apretado resultado y pasar de fase la semana que viene en el estadio Morumbí.
En la fresca noche del Bajo Flores, el duelo arrancó parejo, con dos equipos pugnando por hacerse del control del balón. Con un participativo Maroni, el Ciclón contaba como siempre con el empuje y la habilidad del "Perrito" Barrios, que cuando se juntaba con Braida mostraba lo mejor del local. Fue precisamente el 10 local quien se animó a probar dos veces los reflejos del grandote Rafael.
De su lado, San Pablo -que no había sufrido goles en la fase de grupos y que cuando tenía la pelota, adelantaba su última línea casi hasta mitad de cancha- llegó con un tiro libre de Rato, quien se encontró con la buena respuesta de Batalla.
El experimentado capitán Rafinha y Alison eran los que tomaban la lanza en el conjunto paulista, mientras Calleri (ex Boca y All Boys) aguardaba arriba su chance ante la sólida defensa sanlorencista. Lo cierto fue que la primera etapa se evaporó sin grandes emociones y prácticamente sin ocasiones de gol.
No obstante, San Lorenzo dio el golpe al inicio del complemento con una gran jugada colectiva que inició con una recuperación en el mediocampo el paraguayo Bareiro por derecha y, tras varios toques, siguió con un centro de Giay que Maroni, ya en el área, bajó de cabeza para que el propio Bareiro, de zurda, provoque una explosión de alegría en los hinchas presentes en el Nuevo Gasómetro.
A partir de estar en desventaja, un San Pablo herido se fue como una tromba a empatarlo y casi lo logra enseguida con un cabezazo de Calleri que el enorme Batalla sacó al corner.
El partido adquirió buen ritmo, con los de Insúa esperando dar el golpe de gracia con alguna contra. En este punto el "Perrito" Barrios pudo aumentar la cuenta, pero le faltó precisión.
El ingresado Araujo casi lo empata tras un centro venenoso al corazón del área azulgrana, pero al uruguayo le faltó convicción para anotar ante el seguro Batalla, algo que luego no le faltó a Leguizamón, quien pateó rápido un tiro libre y marcó un golazo, aunque fue anulado porque el árbitro no había dado la orden de ejecución. Al final, San Lorenzo ganó bien y se anima a soñar con la corona.