Unas 1.586 denuncias sobre posibles hechos de trata de personas recibió la Línea 145 entre enero y diciembre de 2022, revela el nuevo informe de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de Marcelo Colombo y Alejandra Mángano, que desde 2015 coadministra esa vía de contacto junto con el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de Víctimas Damnificadas por el Delito de Trata

Del total de denuncias recibidas, 1.147 fueron enviadas para intervención de la PROTEX y otras 424 enviadas con copia a la Procuraduría luego de haber dado intervención directa a una fuerza de seguridad. El listado de denuncias está encabezado por los casos de explotación sexual (699), seguidos por explotación laboral (398), posible captación u oferta laboral engañosa (148) y la desaparición de personas (126). "Otras 210 denuncias engloban casos de privación de la libertad, publicidad de oferta sexual, abuso sexual y material de abuso, y explotación de niños, niñas y adolescentes, entre otros”, enumera el relevamiento. 

Casi el 80% de las denuncias fueron realizadas de modo anónimo, es decir, 1.231 de las 1.581 totales. En 43 de ellas, la persona denunciante de la explotación manifestó la existencia de algún tipo de connivencia policial, judicial, política y/o administrativa. Las víctimas involucradas en las denuncias fueron 628: de esta cifra, 412 (65,6%) se identificaron como mujeres cis, 207 (33%) como varones cis, 4 como transgénero y, en un 0,8% de los casos, no surge información para categorizar en relación al género. Precisamente, respecto de la baja cantidad de víctimas transgénero registradas, el informe sostiene “que la razón no es que efectivamente sean menos vulneradxs sino que continúan operando diferentes prejuicios que no permiten comprender en toda su dimensión la vulneración de sus derechos. Las construcciones sociales estereotipadas de masculinidad y femineidad (…) velan e incluso invisibilizan víctimas con identidades de género diversas. En otras palabras, estas cifras no representan fehacientemente la dinámica de la trata y de la explotación sexual, sino que estamos ante un evidente subregistro de la información”.