En los primeros seis meses del año, los compromisos de China hacia los 148 países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta muestran alrededor de 102 acuerdos bilaterales por valor de 43.300 millones de dólares. Esto ya equivale al 60 por ciento de las promesas de inversión que el país asiático hizo en todo el año pasado, lo que refleja el crecimiento interanual de la Iniciativa. Los datos fueron recopilados y recientemente publicados por el Green Finance & Development Center de la Universidad de Fudan, en China.
Desde su anuncio en 2013, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés), acumula compromisos de inversión por más de un billón de dólares en 148 países, de los cuales algo más de la mitad corresponden a contratos de construcción de infraestructura y el resto, en inversiones no financieras. Se trata de una de las principales apuestas de China para afianzar su carácter de "jugador global", con su característico soft power, que la distingue del tradicional apoyo económico que Estados Unidos y Europa negocian a cambio de interferir en la política económica doméstica.
Dónde
El informe distingue entre los tradicionales contratos de construcción de infraestructura y las iniciativas netamente financieras. Advierte que el primer semestre de 2023 es el momento de mayor participación financiera respecto de los contratos de construcción, con más de la mitad del dinero involucrado.
Argentina sabe bien de esta situación, ya que está apelando a la línea de crédito contingente del swap para pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien la inicial negociación del swap es previa al ingreso del país a la BRI, la ampliación de esta línea sí se inscribe en este nuevo proceso de expansión mundial del yuan.
Las inversiones de China en el marco de la BRI operaron en 45 países en 2023, con 24 países que recibieron inversiones en infraestructura y 29 con compromisos de construcción. El país con el mayor volumen de acuerdos de construcción en la primera mitad de 2023 fue Arabia Saudita, seguido de Tanzania y Emiratos Árabes Unidos.
A nivel regional, los proyectos dentro de la BRI tuvieron fuerte expansión en el África subsahariana y en América del Sur. "Los países subsaharianos de la BRI vieron un aumento del 130 por ciento anual en las inversiones financieras chinas y un aumento del 69 por ciento en los contratos de construcción. Curiosamente, los países BRI de América del Sur no vieron ningún compromiso de construcción en los primeros seis meses de 2023, pero sí un crecimiento significativo, del 227 por ciento, en inversiones financieras, recibiendo en general el nivel más alto de participación china en la región desde 2018", indica el reporte.
Cómo
A nivel sectorial, el enfoque de la BRI sigue estando en energía y transporte. En los primeros seis meses del año los sectores de agricultura y energía fueron los de mayor crecimiento como captadores de inversiones chinas. Luego del anuncio de inversión por 7600 millones de dólares de China para construir una planta de baterías en Hungría en 2022, el rubro de tecnología se redujo en la comparación interanual.
Entre las inversiones más destacadas de 2023 aparecen dos fábricas de automóviles en Serbia y la de materiales químicos en Arabia Saudita. En renovables, se destaca la fábrica de aerogeneradores Goldwind en Brasil.
Un capítulo aparte merece la cuestión minera, en donde el interés de China crece a grandes pasos, conforme avanza la transición energética. La electrificación de las matrices energéticas requiere grandes cantidades de cobre y litio, entre otros minerales. En este punto, China no solo es un poderoso jugador del mercado sudamericano. El informe destaca las fuertes inversiones en minas de litio en Mali y Zimbawe y una planta de procesamiento de cobre en Arabia Saudita.
De acuerdo al reporte, "en los primeros 6 meses de 2023, aproximadamente el 41 por ciento del compromiso energético inversor de China en el exterior se destinó a la energía solar y eólica, más un adicional 14 por ciento en energía hidroeléctrica". Otro 45 por ciento de las inversiones externas en materia energética de China se explica por los proyectos de petróleo y gas. Al mismo tiempo, hay un puñado de proyectos de plantas de carbón, como es el caso de Pakistán, a pesar del compromiso que había mostrado China en el año 2021 de no volver a invertir en esa tecnología.