La inflación comenzó a acelerarse nuevamente en los últimos días. Las expectativas de devaluación se reactivaron con el alza del dólar blue desde mediados de julio y los dólares financieros que retomaron fuerza esta última semana. Pocos factores contribuyen a la estabilidad cambiaria y esto en Argentina es sinónimo de una mayor tensión inflacionaria. El traspaso a precios se produce por remarcaciones preventivas que se suman a otras derivadas del efectivo aumento en los costos de producción, como el que ocasionaron las medidas de dólar diferencial anunciadas por Economía la semana pasada. Además se disparó el precio de la carne. En diálogo con PáginaI12, los economistas Ernesto Mattos, Sergio Chouza y Juan Manuel Telechea analizaron esta coyuntura inflamable.
Solo por mencionar algunos movimientos de esta semana: hubieron dos pagos de vencimientos con el FMI de 2.700 millones de dólares el lunes y 775 millones este viernes, no se utilizaron reservas básicamente porque no las hay y fue un mérito del ministro de Economía conseguir canales alternativos, pero la situación es de fragilidad externa y el mercado lo sabe, entonces presiona y los ahorristas se resguardan yendo al dólar. El dólar blue empezó la semana en 550 pesos para cerrarla en 570. También se implementaron nuevas restricciones para operar en el dólar Mep, y este cerró en 585 pesos partiendo de un nivel similar al blue.
Cuando se inauguran las regulaciones siempre provocan saltos discretos en la cotización. El gobierno venía interviniendo fuerte mediante la compra de bonos soberanos para mantener el precio del dólar Mep pero en las últimas cuatro ruedas superó el precio del blue. En términos mensualizados la devaluación de la última semana del dólar Mep fue del 17,3 por ciento versus 11 por ciento en el caso del blue.
“En julio la inflación va a cerrar cerca del 7 por ciento y agosto sin dudas será otro mes de aceleración”, analiza Sergio Chouza, titular de la consultora Sarandí. En igual dirección, Juan Manuel Telechea, director del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, sostiene que “en el segundo semestre se frenó completamente el proceso de desinflación que se había visto hasta junio.”
¿Cuáles son entonces los factores que afectarán a la inflación de agosto?
El encarecimiento del precio de la carne tendrá un impacto destacado dado el peso sobre los alimentos y bebidas y el índice general. El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, dijo que el gobierno desinformaba al hablar de la alta ponderación de la carne, pero esto es estadísticamente cierto. “El ganado en pie subió cerca del 30 por ciento esta semana”, sostuvo Chouza y ese aumento se traslada al mostrador dado que el mercado de la carne (el 80 por ciento se compra en carnicerías) es muy difícil de regular.
Medidas de dólar diferencial para exportaciones e importaciones. “La mayor parte del traslado especialmente al precio de los alimentos de las últimas medidas quedará capturado en el índice de agosto”, sostuvo Chouza, “esperamos un traslado bastante automático y proporcional por el encarecimiento de varios servicios, pero especialmente por bienes industriales y los complejos del maíz y las economías regionales.” En tanto Telechea afirmó que tras las medidas “se observaron remarcaciones en varios rubros, especialmente en electrodomésticos e indumentaria.”
Desde el ITE estimaron una devaluación oficial del 10 por ciento por el impacto de las nuevas medidas.
En tanto, Ernesto Mattos, economista de la Universidad de Buenos Aires y especialista en temas agropecuarios, advierte que “a los habituales fenómenos climáticos (como los incendios, el cambio climático, la nevada, y el granizo) se le sumó el impacto de la sequía en 2023, marcando una afectación sobre la producción general de alimentos y economías regionales (desde la mandioca, hasta la banana, el ajo, la caña, el olivo) cuyo precio subió, más allá del impacto de las nuevas medidas”.
La incertidumbre electoral y una mega-devaluación descontada si obtiene la victoria alguno de los candidatos de la oposición “alimentan remarcaciones puntuales por cobertura”, asegura Sergio Chouza. “Es el típico traslado preventivo a precios en un contexto en el cual el escenario electoral siempre genera medidas de cobertura precautoria tanto en los productores y comerciantes”.
Ese efecto se monta sobre los aumentos efectivos ocasionados por la suba de los costos de producción generada por la inercia misma y por la devaluación cambiaria, generando un combo inflamable. “Además deben contemplarse el efecto del alza en los precios regulados como las tarifas de los servicios públicos”, agregó Mattos para completar un panorama que luce preocupante.