El plantel femenino de Argentino de Rosario, en pleno torneo para lograr el ascenso, decidió dejar de representar al club en el certamen de la primera B de la Asociación del Fútbol Argentino. "Hoy nuestros sueños se ven pisoteados, nos sentimos burladas y relegadas una vez más y aunque nos duele en el alma, decidimos hacernos valer. Porque sí valemos", expresaron en un comunicado en su perfil de Instagram, en el que relatan las diferentes discriminaciones y abusos de poder que sufrieron de parte de la conducción del club conocido como el salaíto. Deben pagar sus viáticos e indumentarias, tuvieron que alquilar un predio para entrenar, ya que la cancha es preservada para el equipo masculino y también les pidieron que trabajen para promocionar al club, así conseguían sponsors, ya que "de lo contrario, no se podría mantener el femenino". 

"La situación de quitarle los mínimos viáticos al cuerpo técnico, imposibilitándolo de seguir al frente del equipo es una demostración más de cómo se prioriza lo económico por sobre lo futbolístico", escribieron las jugadoras. "En los últimos días nos anoticiamos de que desde Argentino manifiestan que no queremos seguir jugando porque hubo un recambio del cuerpo técnico. Queremos dejar muy en claro que esto no es así", especificaron las deportistas, quienes consideraron que la quita de viáticos, como así también el pedido a dos jugadoras para que trabajen en la búsqueda de sponsors, fueron las gotas que colmaron el vaso. "Ambas debían salir, vestidas con ropas del club, durante dos horas, tres veces por semana, a repartir en diferentes empresas unos folletos que ellos nos entregaron", contaron. Y aclararon que ningún jugador del equipo de fútbol masculino debe realizar esas actividades. "Sentimos que esta situación excede el nivel de falta de respeto y destrato que ya veníamos viviendo", afirmaron. 

El plantel femenino de Argentino de Rosario logró clasificar en la Fase de Ascenso del torneo de Primera B Nacional que se está disputando actualmente. A ocho fechas de haber comenzado la segunda etapa, el equipo se ubica en el quinto lugar de la tabla con 11 puntos (tres partidos ganados, dos empatados y dos perdidos). En tanto, el próximo duelo hubiese sido este domingo frente a Atlanta en condición de visitante.

“Hemos trabajado durante dos años y medio como verdaderas profesionales, independientemente de no percibir un sueldo, y hemos dejado al club en lo más alto peleando dos finales de campeonato y ascensos. Sin embargo hoy en día no somos valoradas como futbolistas y deportistas”, comienza la carta. A continuación, advierten que pese a que se les prometió a principio de año “igualdad” con el plantel masculino, lejos estuvo de cumplirse.

Con el fin de poder cubrir gastos básicos y seguir siendo un equipo competitivo, fueron las propias jugadoras quienes, en los últimos meses, organizaron rifas, vendieron pizzas, buscaron sponsors y pedieron subsidios a la Municipalidad. Además, confeccionaron su indumentaria, pagaron viáticos de viajes y se hicieron cargo de los estudios médicos. “Como si todo esto fuera poco, alquilamos nosotras mismas un predio para entrenar ya que la cancha no podemos utilizarla demasiado para 'no arruinarla ya que al masculino lo televisan', como nos dijeron”, remataron.

Las jugadoras hicieron los reclamos ante el secretario deportivo del club y el presidente de la institución, Daniel Mariatti, pero no fueron escuchadas. “Buscaron incluso manipularnos con la amenaza de no entregar nuestros pases para que no podamos continuar nuestras carreras en otros clubes”, denunciaron.