En una maniobra que se había guardado celosamente bajo siete llaves, el ministro de Economía, Sergio Massa, cerró un acuerdo con Qatar que permitió que ese país árabe le preste a Argentina un monto de Derechos Especiales de Giro (DEGS) para pagarle al Fondo Monetario (FMI) sin necesidad de usar dólares de las reservas del Banco Central (BCRA). En concreto, se trata de un crédito con una tasa anual del 4,033 por ciento (casi la mitad que la del FMI), que le dio a Argentina 580 millones de DEGS, equivalente a 775 millones de dólares, lo que el país destinó a saldar vencimientos de intereses con el organismo. Dato importante: es la primera vez que Qatar realiza una operación de crédito con Argentina.
También a diferencia del FMI, el préstamo no tiene sobretasa adicional y deberá devolverse con el desembolso que el mismo FMI haga una vez que el Directorio Ejecutivo del organismo apruebe las revisiones quinta y sexta del acuerdo con la Argentina, previsto para la segunda quincena de este mes. Más allá de los tecnicismos, el pacto es un acuerdo político y económico de mensaje muy fuerte: con la presión que venía teniendo sobre Argentina el organismo que conduce Kristalina Georgieva, Massa logró vías alternativas a los dólares propios (ante unas reservas del BCRA muy golpeadas), acordando no sólo con Qatar, sino también con China por el swap y con la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el puente de divisas usado en el último vencimiento de capital.
Según contaron a PáginaI12 altísimas fuentes de la negociación, estas variantes alternativas empezaron a explorarse en Hacienda cuando se vio hace unos meses el endurecimiento de un Fondo que había tenido con Mauricio Macri una conducta radicalmente opuesta a la hora de otorgar el crédito. Y se concretaron días atrás, cuando el FMI pidió una devaluación brusca a cambio de prestar el dinero antes de las PASO. Algo que no ocurrió y terminó llevando los desembolsos a la semana posterior a las primarias.
Toda esa ingeniería multilateral refleja una diversificación del vínculo crediticio internacional de Argentina, que surge además mientras hay un FMI en crisis política interna, con un Gobierno de los Estados Unidos a punto de ir de nuevo a elecciones y prestamistas emergentes de tasas más bajas que las del mercado, menos condicionantes y menos pruritos político-ideológicos. A la interna de Unión por la Patria (UP), la movida fue celebrada no sólo por los propios sino por dirigentes del kirchnerismo, que reconocen que la salida del crédito que tomó Macri debe hacerse por vías más creativas y variadas.
Un Zoom con un hombre clave
Miércoles y jueves por la tarde Massa matuvo sendas reuniones por Zoom con un personaje clave en la negociación. Se definió allí el crédito. Ali bin Ahmed Al Kuwari es el ministro de Finanzas de Qatar desde octubre de 2021 y fue la contraparte árabe en la negociación con el ministro candidato argentino. En paralelo, las charlas más técnicas se dieron en una mesa conducida por Massa y que tenía sentados al viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de Gabinete Leonardo Madcur, Marco Lavagna, el vice del BCRA Lisandro Cleri; Gustavo Martínez Pandiani, principal asesor de Massa en Relaciones Internacionales; y el jefe de Aduanas y mano derecha del ministro, Guillermo Michel.
La relación con Qatar viene de larga data. En la última reunión del G-20 en Bali, Indonesia, Massa habló del tema con los qataríes y es fluido el vínculo con el Fondo Soberano de Qatar, que además tiene interés en inversiones en Argentina. Otro de los hechos que cimentó el acuerdo fue una reunión que, en junio de este año, Massa y su mesa chica tuvieron en la Embajada del Líbano, encuentro en el que participaron el embajador de Qatar y otros países como Libia, Túnez, Marruecos, Egipto, Arabia Saudita y Siria. En el espejo retrovisor aparece, también, el dato de que el debut de Massa como superministro de Economía fue en una gira por Qatar, Estados Unidos y Francia en agosto del 2020, cuando el ministro panfleteaba, sin sequía, "la fábrica de dólares". Allí se reunió con inversores y el Fondo Soberano.
Algún memorioso ladero de Massa citó ante este diario la frase "amigos de todos, satélite de nadie", que pronunció hace unos meses el presidente Alberto Fernández en un encuentro internacional y que tiene un ideólogo claro. En paralelo, los más pícaros recordaron que el multilateralismo no es una novedad y que Macri pudo pero no quiso pactar con otros países que no fueran Estados Unidos. Por eso fue al FMI y no a otros polos.
En este contexto, la charla de Massa con Ahmed Al Kuwari terminó de cerrar un crédito que muy problablemente sea sólo el principio de ua relación con los árabes. El personaje en cuestión, además, se mueve con habilidad en los escenarios financieros y es una persona de respeto. Uno de sus últimos encuentros fue, precisamente, con la búlgara Georgieva y charlaron de asignación de DEGS: fue el propio FMI el que en su momento negoció con Qatar para que ese país use una parte de sus DEGS (20 por ciento) a fondos especiales para cuestiones internas, como la pobreza, o bien un fondo de salvataje.