Fantasía sinfónica. Dos palabras que juntas mezclan dos universos del arte. La fantasía remite a la ficción en la literatura y la sinfónica a la música.

Como espectadora de esa noche de julio con la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario en el Teatro El Círculo sentí que la intersección entre ambas hicieron que las notas musicales me generaran imágenes visuales y envolvieran la sala con recuerdos de otros tiempos, el puerto, los inmigrantes africanos, los guapos de Borges, las primeras milongas con sus minas del bailongo, la irreverencia de Astor Piazzolla y el tango joven. Un camino creado por Lucas Querini que hizo estallar en aplausos al público presente como forma de demostrar la emoción que produjo su obra. 

Este joven músico y compositor nacido en Rafaela se formó en piano y composición en la UNR con maestros como Jorge Molina, Dante Grela y Licia Parodi; y de manera particular con Gabriel Senanes, Guillermo Klein, André Marques, Fabio Torres, Nicolás Ledesma y Julián Peralta, entre otros. Se ha presentado en los principales escenarios del país y ha realizado cinco giras internacionales (Alemania, Francia, Holanda, Suiza, Dinamarca y España). Premiado en certámenes nacionales e internacionales, ha estrenado música con una gran cantidad de ensambles y formaciones del país y del exterior.

Esta obra surge bajo el formato de un tema y once variaciones sosteniendo una coherencia en el discurso. Aquí otra vez se refuerza esta sensación de mezcla de las diversificaciones en el arte.

Una historia del tango que comienza con "El cantor y su guitarra", "Pampeana", "Mate", "Tocatango", desde la influencia afro, "Valsecito", "Donde el barro se subleva", pensado en el descanso de los inmigrantes europeos, africanos y trabajadores portuarios en el que tramaban los tangos, "Yumba" en honor a Osvaldo Pugliese, Astor y Horacio Salgán, "Milonga", otra variación dedicada a Fernando Otero, motivador de la música de Piazzolla y "Vuelve el tango", última parte dedicada al poeta Jorge Pandelucos Alorza.

Este camino pensado en los orígenes del género, con el mate como representante de la cultura criolla que reúne el imaginario del tango y el payador, los esclavos africanos, inmigrantes europeos y los personajes tangueros, Piazzolla y Salgán, finaliza con los acordes del tango contemporáneo. Quedó flotando el deseo de seguir escuchando a Lucas Querini, su talento y su creatividad asombrosa.

https://www.instagram.com/lucasquerini/