Desde Roma
Después de años de espera de la extradición desde Italia de un sacerdote ítalo-argentino acusado de delitos de lesa humanidad cometidos en Mendoza durante la última dictadura, la justicia italiana había comunicado oficialmente el miércoles 2 de agosto que Franco Reverberi Boschi sería extraditado a la Argentina. Pero ese mismo día el gobierno italiano tuvo que suspender la decisión porque los abogados de Reverberi presentaron un recurso ante la Corte de Casación.
El ministro italiano de Justicia, Carlo Nordio, había aprobado la extradición y se había informado oficialmente el mismo miércoles que se iniciaría el proceso para ponerlo a disposición de las autoridades argentinas. Pero todo quedó suspendido hasta que la Corte de Casación emita su decisión sobre el pedido de los abogados. Se calcula que podría ser en unos tres meses.
Comunicado de la embajada argentina
Autoridades argentinas y organizaciones de derechos humanos habían manifestado su apreciación por la decisión del gobierno italiano. Pero ante el cambio, la Embajada Argentina de Roma decidió hacer un comunicado para aclarar la situación.
“El Ministerio de Justicia de la República Italiana ha concedido la extradición de Franco Reverberi Boschi, en el marco de la investigación en trámite ante la Justicia Federal de la Provincia de Mendoza por crímenes de lesa humanidad – dice el comunicado-. La concesión de la extradición por el Ministerio de Justicia de la República Italiana llega luego de un procedimiento en el que intervinieron jueces y Ministerios de ambos países y que incluye la participación del Estado Argentino, a través de la Cancillería y la Embajada Argentina, en el juicio de extradición ante la justicia italiana”.
Y continuó explicando el porqué del cambio de la decisión: “Con posterioridad, y con motivo del recurso presentado por el requerido, el Ministerio de Justicia de la República Italiana ha suspendido la ejecución de la extradición hasta que se expida la Corte de Casación. La presentación de la apelación por el requerido constituye un legítimo ejercicio de su derecho de defensa y esta Embajada continuará participando del juicio de extradición para obtener la confirmación de la sentencia por parte de la Corte de Casación”.
El comunicado también destacó la colaboración entre ambos países. “La Embajada Argentina destaca la constante colaboración del Ministerio de Justicia y del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de la República Italiana en asuntos de cooperación judicial (...) La decisión del Ministerio de Justicia de la República Italiana evidencia una visión compartida por ambos países respecto a los crímenes de lesa humanidad y una lucha común contra su impunidad. Es, además, un importante precedente para la relación bilateral en el compromiso de memoria, verdad y justicia”, concluyó el comunicado.
¿Qué dicen los defensores del acusado?
Entre los argumentos que presentaron los abogados defensores del acusado, Franco Magnani y Francesco De Luca, ante la Corte de Casación, se destaca que el pedido de extradición está fundado sobre “principios no precisos y desconocidos” del procedimiento argentino por lo cual el estado argentino no ha dado suficientes explicaciones y no ha presentado el texto de las disposiciones sobre las cuales se basa el pedido de extradición. Y según ellos este es un argumento válido para pedir la anulación de la extradición.
El otro punto en el que insisten los abogados es sobre el estado de salud del acusado poniendo en discusión la decisión de los médicos judiciales que lo visitaron hace algunos meses decidiendo que estaba en condiciones de ser extraditado. Los legales subrayan no solo el largo viaje en avión que deberá afrontar Reverberi, que tiene 86 años y algunas patologías cardíacas. sino también el estrés psicológico que supondrá todo el traslado. Por eso piden una nueva pericia médica.
El pedido de extradición
El pedido de extradición de Reverberi fue rechazado varias veces. La primera en 2013 porque el delito de tortura no estaba incluido en el derecho penal italiano (fue incoporado recién en 2015). Reverberi está acusado ahora de secuestros, torturas y un homicidio, el del joven peronista José Berón, desaparecido a fines de 1976. Y buena parte del trabajo para encontrar fundamentos para arrestarlo y extraditarlo lo consiguieron organizaciones de derechos humanos como la italiana “24marzo.it” y la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de San Rafael. Ambas organizaciones estudiaron detalladamente los casos y lograron así también pedir la extradición de Reverberi por homicidio. Todo eso fue presentado al Procurador de Lesa Humanidad de Mendoza, Dante Vega, y éste aceptó la denuncia y la mandó a Italia.
Otra parte importante del trabajo la hizo la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina y su secretario Horacio Pietragalla Corti, que hizo que la Argentina se presentará en 2022 como querellante en el proceso. Era la primera vez que lo hacía en los procesos italianos de derechos humanos. Argentina no se había presentado hasta ese momento como parte querellante - como por ejemplo en el Juicio Cóndor contra distintos dictadores latinoamericanos del Plan Cóndor- porque el país estaba procesando -a diferencia de otras naciones- a los represores.
Pese a que era buscado por Interpol (la policía criminal internacional), la Corte de Apelaciones de Bolonia (noreste de Italia) anuló nuevamente en marzo de 2021 otro pedido de extradición presentado por Argentina. Pero el 30 de junio de 2022, gracias al recurso presentado por el gobierno argentino, la Corte Suprema de Italia anuló la sentencia de Bolonia y ordenó a la Cámara de Apelaciones que reevaluara la situación.
La sentencia de la Corte de Apelaciones de Bolonia que confirmó la extradición fue emitida el 10 de julio de 2023. Y como se esperaba algún tipo de apelación de parte de los abogados de Reverberi, sorprendió que el 2 de agosto el ministro de Justicia italiano confirmara la extradición. Por eso ese mismo día reaccionaron los abogados haciendo la apelación.
¿Quién es Reverberi?
Nacido en 1937 en un pequeño pueblo del norte de Italia, Sorbolo, cerca de la ciudad de Parma, tenía 11 años cuando su familia decidió emigrar a Argentina.
Reverberi trabajó como cura en San Rafael, ciudad del sur de Mendoza. Y durante la dictadura, siendo capellán militar, colaboró con los militares que torturaban a los opositores en un centro clandestino de la zona, la llamada “Casa Departamental”. El cura presenciaba las torturas y luego con la Biblia en mano, les pedía a las víctimas que colaboraran con sus torturadores, según contaron 4 de los torturados que sobrevivieron. Reverberi también estaría implicado en la muerte de José Berón desaparecido en 1976.
En 2010, Reverberi había declarado ante la justicia argentina diciendo que era inocente y durante el juicio empezado en San Rafael, se negó a testimoniar argumentando que tenía problemas de salud. Cuando los jueces intentaron obligarlo a presentarse con un mandato, descubrieron que se había escapado a Italia. Teniendo pasaporte italiano, Reverberi llegó sin problemas a Italia en 2011. Y se fue a vivir a su pueblo natal como párroco de la Iglesia de los Santos Faustino y Giovita. Allí ha vivido hasta ahora.