Arrancó la cuenta regresiva. Consultores y analistas varían en el número exacto - algunos dicen que son las últimas dos semanas, otros que son los últimos cuatro días -, pero todos coinciden en que al menos un tercio de los electores define su voto los últimos días antes de la elección. Hacia allí estarán dirigidos, entonces, todos los teleobjetivos presidenciales, con candidatos que arrancarán con un raid vertiginoso de recorridas por el conurbano, viajes relámpago a las provincias, entrevistas y actos de cierre. El candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, buscará consolidar la elección de tercios en un clima más optimista que hace unas semanas, confiados en el ordenamiento interno con el que el peronismo llega a las PASO y consciente de que el futuro electoral de UP dependerá del resultado en la provincia de Buenos Aires. Todo en un contexto de descontento y apatía en el cual la amenaza del ausentismo, saben, podría enterrar las aspiraciones para octubre. Juan Grabois, mientras tanto, encara el tramo final con la expectativa de dar un batacazo del 7 por ciento de los votos, con una campaña hecha a pulmón militante y un mandato que busca esquivar la idea de simple "voto de contención k".

En la vereda opuesta, Juntos por el Cambio definirá el futuro de su alianza política. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich disputarán finalmente el liderazgo del frente opositor después del renunciamiento de Mauricio Macri. Ambos precandidatos sostendrán sus ejes de campaña hasta el último día - Bullrich con su idea "cambio" a fondo, con la amenaza velada del orden represivo, y Larreta haciendo énfasis en que la vía de la confrontación "fracasó" y que se requieren acuerdos políticos para impulsar reformas estructurales -, pero con el objetivo de tener, el domingo a medianoche, una foto de unidad entre ganadores y perdedores para encarar el segundo tramo electoral. Con este mismo fin se logró, tras varios días de negociaciones, consensuar un búnker común para esperar los resultados.

Unión Por la Patria

"Arrancamos muy atrás, pero nunca dejamos de crecer", se entusiasma un intendente  que forma parte de la mesa bonaerense que impulsa la candidatura de Sergio Massa. PBA será, el domingo, el escenario en el que se definirán las chances electorales que tiene el peronismo para llegar al ballotage. Los números de las encuestas no brillan: intendentes peronistas que en 2019 habían sacado entre el 60 y 70 por ciento de los votos, hoy están en un escenario más parejo, cercano a los 50 puntos, pero predomina la confianza de que si Massa logra sacar al menos 35 puntos el día de las PASO, en las generales se podrá repetir la remontada de 2021. El fantasma del ausentismo, resultado de la escalda inflacionaria y el deterioro del poder adquisitivo, está siempre presente, por lo que el sprint final tendrá a toda la tropa - intendentes, funcionarios, candidatos y al propio Axel Kicillof, que se ilusiona con la reelección - desplegándose en todo el territorio bonaerense, con actos proselitistas y visitas y recorridas por los barrios. Todo con el tamiz "de proximidad" que viene impulsado el consultor catalán, Antoni Gutiérrez Rubi.

Esta semana, Massa buscará profundizar su mensaje de contraposición de modelos - uno productivo, inclusivo y de trabajo versus uno de ajuste y represión - intercalando la gira federal con actividades sectoriales. El domingo encabezará una recorrida en Escobar, municipio de gran caudal electoral que es gobernado por Ariel Sujarchuk, intendente filo k con buen vínculo con el ministro de Economía. El mismo día, a la tarde, compartirá en Ferro un acto con organizaciones sociales en las vísperas de San Cayetano. En el encuentro, el primero de Massa con las organizaciones populares que le prometieron su apoyo, estará colmada por la militancia de Barrios de Pie, el Movimiento Evita y la Corriente Clasista Combativa.

El lunes, mientras tanto, tendrá primero un encuentro con PyMes, luego con la CTA y, a la noche, con un grupo de artistas, intelectuales y científicos. A la mayoría de los encuentros irá acompañado de su compañero de fórmula Agustín Rossi - que viene sosteniendo también su propia agenda de campaña -, como el caso del acto masivo del martes con la CGT. La central sindical tiene planeado "explotar" el DirecTV Arena, en Tortuguitas, con miles de militantes sindicales. Ese mismo día, por la mañana, viajará también a Santa Fe. Y el miércoles será el cierre de campaña de Kicillof en Merlo. 

Persiste la duda sobre el formato del cierre de campaña del jueves. En el whatsappeo dirigencial pululan rumores de que podría hacerse en Pilar o La Plata, pero son especulaciones hasta que el comando de campaña termine por definir el formato. Existe una discusión interna respecto a si hacer una convocatoria multitudinaria, a modo de demostración de fuerza, o seguir encarando encuentros "de cercanía", pero la expectativa es que termine predominando la primera opción. Varios dirigentes peronistas tienen la esperanza de que Cristina Fernández de Kirchner participe del acto de cierre, pero en su entorno guardan silencio. La última vez que la vice acompañó a Massa durante un acto de campaña fue hace dos semanas, durante la presentación de un simulador de vuelo de Aerolíneas Argentinas. Desde entonces, CFK viene manteniendo un perfil más bajo. Recién rompió su silencio hace un par de días, cuando publicó en sus redes que se había reunido con el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. 

Frente al silencio de la vice, el competidor de Massa en la interna, Juan Grabois, mete la cuchara. "Cristina me va a votar a mi", provoca el líder del MTE en muchas de las entrevistas que vino protagonizando en el sprint final. En el bunker de la fórmula Grabois-Abal Medina predomina un entusiasmo febril: cada día llegan nuevas ofertas para fiscalizar en provincias en las que, hasta hace un mes, Patria Grande no existía, y se entusiasman con la posibilidad de "sorprender a todos" el 13A. El batacazo con el que fantasean es una elección de más de 5 puntos que los consolide como una fuerza sólida y representativa al interior de UxP, con la expectativa de así poder funcionar como condicionantes de la candidatura de Massa de cara a octubre. 

Recién arribado de Tucumán, Grabois encabezará el último tramo de la campaña recorriendo Almirante Brown, Morón y otros municipios bonaerenses. La mayoría de sus votos provienen del conurbano - en algunos municipios llega a medir hasta 7-8 puntos - y hacia allí encarará los últimos esfuerzos. Mientras tanto, su comando de campaña - compuesto casi exclusivamente por la militancia de Patria Grande - está finalizando los preparativos para el gran acto de cierre del miércoles en el estadio Malvinas Argentinas en el barrio porteño de Paternal. De momento, el plan es esperar los resultados el domingo en un búnker propio, aunque falta todavía una conversación con el jefe de campaña de Massa, Wado de Pedro, sobre si se buscará cerrar la noche electoral con una foto de unidad entre ambos candidatos. 

Juntos por el Cambio

A diferencia de UxP, que ve las PASO como la "encuesta definitiva", Juntos por el Cambio se juega el futuro de la alianza en esta elección. No se espera que haya grandes golpes de timón, sino que tanto Patricia Bullrich como Horacio Rodríguez Larreta encararán el capítulo final de su interminable pelea interna buscando reforzar sus armados en los territorios que le son afines. Después de semanas de negociaciones se terminó definiendo, a su vez, que el domingo ambos precandidatos esperarán los resultados en el mismo bunker. No fue fácil, Bullrich hasta último momento se resistió a centralizar la espera en Costa Salguero - donde el PRO se ha reunido históricamente en cada elección -, alegando la necesidad de una sede "austera", sin música y globos de colores. Finalmente, con el objetivo claro de cerrar la noche con una foto de unidad de cara al segundo tramo de la campaña, se definió que se compartiría el mismo búnker, aunque no se sabe todavía dónde será. 

Envalentonado por la ola de avales que fue sumando en la última semana, Horacio Rodríguez Larreta encarará la última semana antes de las elecciones concentrado sus esfuerzos en el AMBA y algunas provincias donde pisa fuerte. El sábado, recorrió Santa Fe acompañado por el ganador de la interna provincial, Maximiliano Pullaro. Pullaro se encamina a ser el próximo gobernador de Santa Fe - solo su candidatura, sin contar lo que sacó Carolina Losada, tuvo más votos que la de todos los candidatos del peronismo - y Larreta observa en el radical santafesino una reivindicación de su modelo de construcción política, con su apuesta a la moderación - contra la agresividad de Losada/Bullrich - y a la ampliación para agrandar la base electoral. 

El domingo viajará a Tucumán, el sexto distrito electoral más importante del país en el que, si bien JxC perdió las elecciones nacionales, la pesca de votos será clave para la interna. El martes, mientras tanto, Larreta hará un despliegue de poder territorial en Córdoba, provincia preferida - junto a CABA - del PRO. Allí, el precandidato presidencial convocará a todos los gobernadores de JxC que le han manifestado su respaldo. "Es decir todos", ironizan desde el comando de campaña larretista, que están exultantes por la última oleada de endorsements de pesos pesados de JxC: María Eugenia Vidal, Rodrigo De Loredo, Facundo Manes. Será una demostración de fuerza de Larreta, que buscará mostrarse como claro ganador del mapa de alianzas provinciales. Estarán el puntano Claudio Poggi y el sanjuanino Marcelo Orrego - las dos grandes figuras de JxC que lograron dar el batacazo en provincias gobernadas por el peronismo -, así como Maximiliano Pullaro, el jujeño Carlos Sadir y, por supuesto, su compañero de fórmula, Gerardo Morales. Como frutilla del postre se espera la presencia de Ignacio "Nacho" Torres, que viene de romper con 20 años de hegemonía del peronismo en Chubut y, hasta ahora, no se había pronunciado a favor de ninguno de los dos precandidatos presidenciales.

"Algunos dicen que son dos votos. Están con bronca porque ven los mismo números que nosotros", sacan pecho desde Uspallata, en donde las últimas encuestas comenzaron a mostrar un achicamiento en la distancia con Bullrich. 

En el armado de la exministra de Macri y de la Alianza, mientras tanto, buscan calmar las ansiedades que generaron los últimos respaldos a la candidatura de Larreta. "Horacio se lleva cáscaras vacías. Se lleva a De Loredo pero el presidente de la UCR de Córdoba es nuestro. Se lleva a Vidal pero Cristian Ritondo y Alex Campbell están con nosotros. Ellos creen que ganan con el 70 por ciento de las cúpulas, nosotros tenemos al 70 por ciento de las bases", afirma un dirigente muy cercano a Bullrich, confiado porque las encuestas les siguen dando 2 a 1 por sobre Larreta. 

Para el último tramo de la campaña, Bullrich tiene planeado un raid de actos de cierres en distintos puntos del país. El martes viajará a Rosario, ciudad gobernada por Pablo Javkin, un dirigente de orígenes radicales que está alineado con la ex ministra de Seguridad. En simultáneo, su compañero de fórmula Luis Petri estará encabezando otro cierre en Mendoza. Al día siguiente, mientras tanto, viajarán a Córdoba para encabezar un megaacto de más de 4 mil personas en la Plaza de la Música. El acto de cierre antes que comience la veda será, al igual que el de Larreta, en el conurbano: Bullrich lo hará en Lanús, uno de los municipios más grandes de PBA - en donde Bullrich mide mejor que Larreta - que, además, es conducido por su candidato a gobernador, Néstor Grindetti. Larreta, en cambio, tendrá su cierre nacional en un polideportivo de La Plata, tierra de Julio Garro, junto a su candidato a gobernador, Diego Santilli.

Queda, sin embargo, solo un cabo suelto: Mauricio Macri. Y es que después del espaldarazo que Vidal le dió a la candidatura de Larreta, el ex presidente comenzó a amenazar con romper con su falsa neutralidad y confirmar lo que hace tiempo es un secreto a voces: que su candidata es Patricia Bullrich. Hasta ahora, Macri se había desvivido en guiños - la nutrió con sus cuadros, coordinó estrategias y, en cada aparición televisiva, replicó el análisis de su ex ministra respecto a que el "cambio" debía ser rápido y firme -, pero nunca había exteriorizado su preferencia. De momento, sin embargo, tanto en el comando bullrichista como el larretista consideran que Macri se guardará esa última carta. "Mauricio tiene que seguir siendo el presidente de todos. Ahora si tiene ganas de pronunciarse, ¿qué podemos hacer?", reflexiona un dirigente del ala Bullrich, poco convencido de que el aval de Macri sea una buena estrategia. El lunes, mientras tanto, habrá en CABA una foto de unidad para apuntalar la candidatura de Jorge Macri en la interna que tiene con Martín Lousteau, en la que se espera que este toda la cúpula PRO: Macri, Larreta, Bullrich y Vidal. 

El tercero de una elección de tercios

El candidato libertario Javier Milei, mientras tanto, se prepara para cerrar su primera elección presidencial con un megaacto el lunes en el Movistar Arena. Será un cierre a todo trapo luego de semanas complicadas, atravesadas por denuncias de compraventas de cargos y de una caída en las encuestas. Quienes patean el conurbano, tanto en las filas de JxC como del peronismo, alegan que, contrario a las últimas tendencias, Milei hará una gran elección. Algunos sondeos de la Primera Sección lo tienen, incluso, como el segundo candidato individual más votado, después de Sergio Massa y solo unos votos por encima de Patricia Bullrich. En el armado de Milei, mientras tanto, sostienen que se enfrentan a una elección de "cuartos", en la que el enorme caudal de indecisos que todavía no ha definido su voto (o que no planea ir a votar) podría terminar jugando a último momento a su favor.