Estudio fantasma vol.V se podrá disfrutar desde el 6 de agosto en el Espacio de Arte Contemporáneo del Paseo Cultural Castro Barros, el punto cero de la ciudad de La Rioja. Estudio Fantasma es una muestra itinerante que reúne artistas jóvenes de diversos puntos del país con la curaduría de Ana Clara Soler y Emmanuel Franco, y el diseño de montaje de Fernando Brizuela.
En diálogo con La Rioja/12, Ana Clara Soler contó que "es nuestro primer acercamiento a este territorio, así que las expectativas son conocer un poco al público, la gente que trabaja acá en el paseo, conectarnos con los gestores culturales de acá, pero principalmente es hacer como entablar un diálogo entre lo que traemos de Buenos Aires, que incluye artistas de otras provincias, de Santa Fe, de Río Negro, del conurbano de Buenos Aires, con artistas locales que fuimos contactándonos y conociendo, y entablar una especie de diálogo entre las dos escenas".
La curadora y expositora explicó que esta es la primera vez que la muestra se expone en el interior del país, "tenemos expectativas de poder ampliar un poco el horizonte.
Tomi Pomo, Catalina Alverici, Elisa Marrafino, Renata Casini, Juan Tarrab, Lavandina, Abi Quintero, Marcus Wahren, Katya Avila, Tamara Goñi, Paula Bugiani, Mia Folino, Santiago Puy, Ana Clara Soler, Pablo Salgado, Miranda Sarkis, Joaquin Fernando, Saavedra, Igna, Gezz.Ziebart, Joaquin Saavedra Bascary, Ruth, son los expositores, cuya obra se podrá disfrutar en La Rioja hasta el 15 de agosto.
Una de las ediciones pasadas se realizó en Buenos Aires en la Casa de La Rioja por iniciativa del productor y artista riojano Santiago Puy, quien ofició de puente para que ahora riojanos y riojanas puedan presenciar las obras de estos jóvenes artistas de todo el país.
Esta muestra federal incluye 5 artistas de riojanos, Ignacio Illanes, Miranda Sarkis, Joaquín Saavedra, Ruth Ziebart y Santiago Puy. “Mi principal intención como gestor cultural es la de acercarle el arte al pueblo, tenemos la creencia de que ciertas prácticas costumbres corresponden a determinada élite y mi principal objetivo de traer esta muestra a la provincia es ese, introducir al pueblo a la práctica cultural, una vez escuche a una de las personas mas sabias que conozco decir que uno siempre piensa que tiene que interpretar una obra, pero resulta mas interesante como ejercicio dejarnos interpretar a nosotros mismos por esa obra”, resaltó Santiago a este medio.
A su vez, Emmanuel Franco expresó: "La exposición está tratando de pensar a los artistas a partir de sus lenguajes predilectos que tienen que ver con las artes visuales, pero específicamente con el campo de arte contemporáneo, pensándolos más allá de las artes plásticas. Hay ilustradores, tenemos pintores, tenemos tatuadores, tenemos artistas que relacionan como el aspecto visual con el musical, artistas que también están en constante vínculo con lo que es la escena urbana de Buenos Aires, y nos interesaba mucho poner en relación esos imaginarios con los imaginarios de los artistas riojanos que también integran la exposición. No es la idea generar como un espacio donde solo se visibilicen a los artistas de Buenos Aires, de las grandes urbes, sino ver cómo esos imaginarios porteños se ven afectados por las dinámicas locales".
Para Emmanuel esta edición tiene como objetivo "generar un diálogo entre ambas representaciones y también poder pensar la manera en que se afectan las imágenes en vínculo con otras dinámicas diferentes entre sí. Un juego de proximidad y distancia entre lo que es La Rioja y Buenos Aires".
Además de la exposición los artistas vinieron a compartir su obra en otras paredes en el espació público.
Estudio Fantasma
“Un fantasma es una entidad que se pregunta lo mismo una y otra vez. Sus asuntos pendientes lo atan a un laberinto entre el mundo de los vivos y los muertos”, sostienen los artistas de Estudio fantasma vol.V que responden a esta lógica: “sus obras funcionan como un compendio de interrogantes sobre el mundo, sus propios intereses y su necesidad de expresarse en una era donde el tiempo demanda respuestas”.
La muestra promete obras que “son la representación de dudas, incertidumbres y deseos desbordantes”. Con una mixtura de estilos y soportes “la ilustración, los tatuajes, los grafitis, el cómic, la animación, el diseño y otras expresiones, son algunos de los lenguajes predilectos para crear una cultura visual contemporánea”. Para sus autores “las imágenes responden al instinto de supervivencia, a las ganas de sumergirse en el pozo sin fondo que es la práctica artística". Observarlas implica dejar en suspenso la respuesta, la explicación y esa seguridad que a veces le pedimos a las obras de arte”.
A partir del encuentro con Ana Clara Soler, estos artistas construyeron sus propias herramientas para la creación. Se describen como “antagónicos, opuestos, cercanos y cariñosos, sus imaginarios se acercan y se distancian entre sí, en un juego de seducción e impacto”.
Una categoría para reflexionar sobre las exposición podría ser la de obra de arte fantasma, un objeto o manifestación artística que se envuelve en sus propias preguntas, una visión del mundo que se termina de armar con la mirada del espectador. Los artistas reflexionan a través del material y este solo ofrece puertas que se abren y se cierran. Son fantasmas porque imaginan cosas que no pueden lograr todavía, escenarios imposibles y necesarios donde el cotidiano se transforma y la sensibilidad cambia de temperatura según el color y la técnica. El humor, el sin sentido, la cultura urbana. Todo está ahí para ser triturado, deformado y devuelto al mundo en forma de una emoción difícil de nombrar, algo que nos acompaña a todos lados y nos hace dudar pero también reír.