Aunque la consigna era mostrar oficialmente el material de ADN, la reciente trilogía con la que rinde cuentas con los artistas que los influyeron, y repasar 35 años de una historia marcada por grandes éxitos que forman parte de la cultura popular, Los Auténticos Decadentes pusieron anoche en escena su filosofía como banda en su debut absoluto en el Movistar Arena. El exacerbado clima de jolgorio, su desfachatez en los abordajes musicales, su descontracturada postura escénica, su capacidad para moverse por distintos estilos y mantener su identidad, y su prolífica capacidad para hilvanar un hit detrás de otro fueron algunas de las características que, casi como una radiografía del grupo, quedaron expuestas en las poco más de dos horas que duró el concierto.
El inicio con "Somos"; la seguidilla con "Cómo me voy a olvidar", "Pendeviejo" y "Los piratas"; y una primera tanda de covers con "Los viejos vinagres" y "Una luna de miel en la mano" junto a Bandalos Chinos, fue solo una muestra desde el principio de los carriles por los que transitaría el show. Del mismo modo, así como el primer tramo tuvo a Cucho Parisi como protagonista, la continuidad con "Corazón", "Amor" y "Golpes en el corazón" puso en primer plano a Jorge Serrano; y "La prima lejana", "Besándote" y "El gran señor" dio estelaridad a Diego Demarco. También llegaría a su turno el momento de lucimiento de Mosca Lorenzo o los pasajes instrumentales que dirigieron las miradas hacia Pablo Rodríguez, Nito Montecchia o "El Francés" Bernardou.
La ductilidad del grupo para transitar distintos géneros destacó en los contrastes que presentó el bloque de canciones conformado por "La vida sigue igual" de Sandro; el convite dance de "Bailando", con Miranda! desde las pantallas en un deja vu visual que recordó al video de "Groove Is in the Heart" de Dee Lite; y los aires de cumbia de "Jurabas tú" de Los del Fuego, con Los Palmeras también presentes a través de una filmación.
Cuando promediaba el show, Fernando Ruíz Díaz se sumó en "Un osito de peluche de Taiwán" y, al igual que había ocurrido con Bandalos Chinos, resultó más fuerte la noción de confraternidad que el aporte estrictamente artístico realizado. Distinto fue el caso de Andrés Calamaro, recibido como una celebridad, debido a que allí se jugó un simbolismo más contundente por ser el creador de "Costumbres argentinas", el tema versionado. En el medio, desfilaron otros clásicos como "El pájaro vio el cielo y se voló", "Luna radiante" y una lectura de "El negro José" con la murga Agarrate Catalina en las pantallas.
El broche de oro llegó con un popurrí que enganchó "No puedo", "El dinero no es todo", "Ya me da igual", "La marca de la gorra" y "Entregá el marrón"; para desembocar en "La guitarra". Quedaban todavía algunos bises: "Loco (tu forma de ser)" y "Siga el baile" formaron parte de este tramo. Con el doble de Luis Miguel como invitado bizarro (que no cantó porque "debía cuidar la voz"), Los Auténticos Decadentes cerraron el concierto con "Y la banda sigue". Y es cierto, porque volverá a presentarse en el mismo estadio el 5 de noviembre.
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