El entrenador de Boca, Jorge Almirón, presenta varios interrogantes para armar el equipo que el miércoles enfrentará a Nacional de Montevideo por el desquite del 0 a 0 de la ida, por los octavos de final de la Copa Libertadores, a disputarse en La Bombonera.

En la práctica de este domingo en el predio de Ezeiza, cuando se esperaba que sea el primer ensayo de fútbol donde se podía observar un posible once, el técnico dispuso un ejercicio especial de fútbol en espacios reducidos.

La mirada del cuerpo técnico estaba especialmente puesta en Edinson Cavani, Darío Benedetto y Marcos Rojo.

La incorporación estrella en este semestre se volvió a mostrar muy bien en lo físico pero, más allá de que muchos lo dan como seguro titular ante el equipo uruguayo, todavía van a esperar para ver cómo responde en una practica de fútbol, ya que no juega en forma oficial desde hace dos meses.

En tanto el Pipa, repuesto ya de un pequeño desgarro en el gemelo de la rodilla derecha, también será evaluado, pero seguramente iría al banco de los suplentes.

Un caso similar es el de Rojo, quien viene de sumar unos minutos en el final del encuentro en el Parque Central, pero es difícil que tenga su momento de entrada el miércoles.

La idea del cuerpo técnico es la de armar un 4-3-3, a diferencia del primer encuentro en donde paró un 4-1-4-1 y en el que los más seguros son los tres volantes que serán Guillermo "Pol" Fernández, Alan Varela -en su último partido antes de partir para jugar en el Porto- y Cristian Medina.

En la defensa, el marcador de punta derecho podría ser Marcelo Weigandt o Lucas Blondel, que de jugar haría su debut en Boca. El resto estaría conformado por Nicolás Figal, Nicolás Valentini -la figura del partido de ida en Montevideo- y Frank Fabra.

En tanto, en los extremos es donde están las mayores dudas: se piensa que Luis Advíncula será de la partida en su nueva posición de volante o quizás sea también alternativa marcando punta derecha, mientras que la banda por izquierda será para Valentín Barco o Exequiel Zeballos.

A tres días del importante partido que decidirá el futuro xeneize en la Libertadores, el gran objetivo futbolístico del año, los interrogantes persisten.

El plantel volverá a las prácticas este lunes desde las 9 en el predio de Ezeiza y el martes lo hará a la misma hora y lugar para después quedar concentrado en un hotel del barrio de Monserrat.

Boca juega de local el próximo miércoles ante Nacional de Montevideo desde las 21 por la revancha de la serie de octavos de final de la Conmebol Libertadores con el arbitraje de Anderson Daroco, de Brasil.

El ganador de la llave se medirá a fines de este mes con el vencedor de Racing y Atlético Nacional, de Colombia, que jugarán el jueves.