Las jugadoras del equipo femenino de fútbol de Argentino de Rosario, que la semana pasada decidieron renunciar a seguir jugando esperan que el club sea sancionado, ya que supieron que la institución dirigida por Daniel Mariatti ofrece a otras jugadores y cuerpo técnico todo lo que les negaron a ellas: un espacio adecuado para entrenar, los equipos para hacerlo y el pago. Y también les niega el pase a las que se fueron, porque "está enojado". "No nos sentimos en ningún momento acompañadas de parte del club y la verdad es que fuimos soportando un montón de situaciones y llegó un punto en que ya no lo podíamos seguir sosteniendo", dijo ayer la arquera Paula Maragliano, que también es referente del femenino del Salaíto. Antes de sacar el comunicado el viernes pasado, que publicó Rosario/12, las jugadoras se reunieron "un par de veces" con dirigentes del club, pero no tuvieron respuestas. 

En seguida, el club sacó su propio comunicado atribuyendo la decisión a un recambio de cuerpo técnico. "No es la verdad de la situación", subrayó Maragliano en declaraciones al programa La Siesta Jugada, de Radio Nacional Rosario Fontanarrosa. "Las veces que algunas compañeras se han acercado individualmente a pedir sus pases, para poder continuar jugando en otros lados, les han dicho que el Presidente está enojado y que en este momento está complicado el tema de los pases", siguió Maragliano. Ante eso, se están asesorando, y buscan la intervención de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). 

"Tuvimos una compañera que el año pasado necesitó una cirugía de su rodilla y el club no se hizo cargo. Nosotros tuvimos que vender rifas para pagarlo. Este año también pasaron algunas cuestiones que fuimos dejando pasar. Es que a veces, se juega un poco con las ganas que nosotras tenemos de estar", relató Maragliano cómo llegaron a la decisión de abandonar el club. "Tenemos dos compañeras que se rompieron los ligamentos entrenando en el Polideportivo de Argentino, que es el que nos ofrecían para jugar, que tiene poca luz, está muy poceado, muy arruinado. Frente a eso, dijimos que no íbamos a entrenar más en ese lugar, y empezamos a entrenar en otro predio, pero lo tuvimos que solventar nosotras. El masculino entrenaba en otro lugar pagado por el club o por un gerenciador", relató la discriminación que sufrieron, mientras jugaban por tercera vez el ascenso de división. "Siempre la respuesta fue que no había plata", recordó. Las dos jugadoras lesionadas tuvieron que afrontar las cirugías por su cuenta. 

Hace alrededor de dos meses, plantearon la situación. "Les dijimos que nosotras estábamos pagando una cancha, estábamos pagándonos los conjuntos, estábamos consiguiendo dinero, y que lo íbamos a seguir haciendo porque entendíamos que el club puede no tener dinero, pero que por favor no nos siguieran recortando, porque hay cosas que son básicas. Y días después, fue la reunión con mis compañeras, a las que les pidieron que salgan a buscar sponsors", contó sobre la medida que las decidió a dejar el club. 

Tras la renuncia, recibieron muchos mensajes de apoyo de hinchas y socios del club, que les agradecen haber dejado el club en lo más alto de la disciplina. "Nosotras no somos profesionales, en cuanto a percibir un sueldo, algunas cobrábamos un mínimo viático de entre 3.000 y 12.000 pesos, pero no más que eso, ni siquiera todas las del plantel. Era más una ayuda para poder pagarse la nafta para llegar, pero en general la mayoría no cobraba nada. No vivimos de esto y siempre fuimos extremadamente profesionales. Todas tenemos nuestros trabajos, nuestras familias, hay varias chicas que tienen hijos y siempre hemos estado cuatro horas al día dedicadas a esto, entrenando, viajando los fines de semana", enumeró Maragliano. 

Sobre el futuro, esperan conseguir los pases, "para que aquellas que tengan posibilidad de ir a otro lado puedan hacerlo". "Tal vez para muchas es una pausa en el fútbol, por lo menos para mí y para algunas otras personas, por el momento. Y después, también nuestra lucha es que no puedan terminar el torneo como si nada, traer gente de afuera y hacer de cuenta de que acá no pasó nada, queremos que se hagan cargo", aseguró la futbolista.