El ministro de Planificación y Gestión Marcos Corach reveló ayer que el piquete en la autopista Rosario Santa Fe, encabezado por el propio intendente de San Lorenzo Leonardo Raimundo, acompañado por taxistas tras un brutal ataque a una mujer para robarle su auto, fue una escena "armada". Corach fue contundente al afirmar que "no creo en la honestidad y en la sinceridad de este reclamo, porque tenemos dispositivos que funcionan para pedir más seguridad. Y reafirmó que " el intendente actuó como el organizador del piquete y me patoteó cuando llegué a hablar". Es que el propio Corach llego a media tarde del sábado a dialogar para descomprimir la situación y aseguro que fue maltratado por Raimundo, sobre quien adelantó van a hacer una presentación judicial por cortar una ruta.
“El ambiente no era de lo más placentero y no puedo dejar de pensar en una sobreactuación”, declaró el ministro sobre el momento que pasó el sábado pasado en plena autopista y señaló al propio jefe municipal de crear un clima hostil, remarcó: ”Los directos afectados (por el padre de Brenda, la víctima) no tenían el mismo enojo y resentimiento”.
El ministro Corach explicó ayer en LT8 que "llevo varios años en política, y me doy cuenta cuando algo es genuino o armado y actuado. Así que cuando llegué al lugar Raimundo se dispuso a hablar conmigo insultándome, así que en ese marco no fue sencillo conversar. Él tenía un acta preparada, diciendo que no se iban a mover de allí si no le dábamos determinadas cosas, pensando que tenemos guardados 100 policías y 20 patrulleros en un cajón. Así que asumimos un compromiso y mientras Raimundo exigía otras cosas, dignas de un ministro de seguridad y no de un intendente, le dije que no negociaba eso. Y me comprometí con el padre de la mujer atacada en esclarecer el caso".
Corach firmó allí con el jefe municipal un compromiso para el envío de más efectivos y móviles policiales, algo que finalmente sucedió ayer. Sin embargo, el ministro no quedó conforme con la actitud de Raimundo.
El ministro de Perotti indicó que intentó generar calma, pero le resultó difícil. Y remarcó: “Ya tengo unos años en política y tengo la capacidad de discernir y diferenciar cuando algo está armado o es genuino”.
Corach aseguró además que "Raimundo tuvo la actitud de un jefe de la organización, porque armó y desplegó todo en la autopista con los medios de comunicación, exigiendo y hablándome mal. Lo raro es que el domingo a las ocho de la mañana el ministro de Seguridad Claudio Brilloni fue a San Lorenzo y el intendente no le atendía el teléfono. Lo tuve que llamar en persona y recién allí atendió, pero me contestó que el tema de seguridad era un problema mío, y que él tenia otros compromisos, y que yo me hiciera cargo".
Además confirmó que evalúa la posibilidad de denunciar al intendente por incurrir en un delito al cortar la conexión vial. “Lo estamos hablando con el fiscal de Estado, Rubén Weder, claramente ha incurrido en un delito y vamos a ver qué medidas tomamos”, añadió, luego de confirmar que Vialidad provincial hará por su parte otra presentación penal ante el Ministerio Público de la Acusación.
Ayer mismo el intendente Raimundo dio su versión de los hechos. “Yo odio todo lo que sea piquete, soy abogado y no me gustan estas cosas, no las comparto para nada. Pero los taxistas tomaron esta determinación, se sumaron muchos vecinos y yo soy un vecino de San Lorenzo. De esta manifestación surgió la posibilidad de tener 100 efectivos policiales más para la ciudad y 25 móviles, así que le agradecemos al ministro Brilloni y pedimos disculpas por la metodología”, resumió a Radio Dos.
Consultado sobre las declaraciones del ministro Corach, acusándolo de “sobreactuar” la escena y deslizando que van a denunciarlo por el corte, Raimundo se defendió: “La gente quiere vivir en paz, no quiere que le metan un revólver en la cabeza. No hay que echarle la culpa a nadie, yo lo que quiero es que las cosas mejoren y mi función es ésta, reclamar”.
“Si el gobierno de Perotti me va a hacer una causa penal, me la bancaré. Pido disculpas y si tendré que pagar desde el punto de vista jurídico penal haré la defensa correspondiente. Está mal lo que hicimos, no me gustan los piquetes, pero agoté todas las vías jerárquicas, respetuosas, con notas, correspondencia, reuniones del consejo de seguridad. Si me van a hacer una causa penal, que proceda el ministro Corach”, concluyó.
Ayer por la mañana finalmente llegó un centenar de efectivos policiales y una veintena de patrulleros dispuestos a ser desplegados en los 26 barrios de San Lorenzo.