Cuando todavía falta más de una semana para que se conozca el escrutinio definitivo de la provincia de Buenos Aires, los diputados nacionales de distintos bloques solicitaron la interpelación al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para que asista al Congreso a dar explicaciones por la “manifiesta manipulación” que el Poder Ejecutivo habría realizado en la carga de datos del recuento provisorio. El pedido fue impulsado por el FpV-PJ y otros bloques como el de Proyecto Sur y el PTS, entre otros.
Lejos de apaciguarse, el conflicto entre Unidad Ciudadana y Cambiemos por el resultado de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del último domingo continuará en el Congreso. Los diputados nacionales, Héctor Recalde (titular del bloque FPV-PJ) Omar Plaini (Cultura, Educación y Trabajo); Alcira Argumedo (Proyecto Sur), Nathalia González Seligra (PTS-Frente de Izquierda); y Jorge Franco (Frente de la Concordia misionero) presentaron la resolución para que Frigerio, titular del ministerio responsable del escrutinio provisorio de respuestas por lo ocurrido durante la madrugada. Según afirmaron en el texto, la maniobra provocó una “seria distorsión de la realidad electoral”, lo cual además “genera incertidumbre y desconfianza sobre los resultados posteriores y, por ende, sobre el sistema electoral en general”. En los fundamentos, los diputados sostienen que la carga de votos de las mesas bonaerenses donde ganaba la lista Unidad Ciudadana se interrumpió intencionalmente, por lo que se escrutó provisoriamente entre el 90 y el 92 por ciento de los datos, mientras que en las mesas en las que ganaba la lista Cambiemos se cargó hasta el 97 por ciento en promedio. Estiman, además, que alrededor de 1500 mesas aún no fueron cargadas, lo que representa alrededor de 300.000 votos. Mediante un comunicado, los legisladores del FpV señalaron que “esta ausencia no solo perjudica a la lista Unidad Ciudadana sino a todos los partidos y alianzas que compitieron en las PASO”. “La manipulación selectiva de la carga de datos genera indefectiblemente una sospecha razonable sobre la actuación del Correo Argentino S.A. y en consecuencia, del Gobierno Nacional”, afirmaron.
En el documento recordaron las recomendaciones de la Cámara Nacional Electoral, quien advirtió que “el escrutinio provisorio continúa bajo la órbita exclusiva del PEN sin participación alguna de la Justicia Nacional Electoral en las operaciones atinentes a su diseño, planificación, organización, procesamiento, cómputo y difusión de los resultados; ni tampoco en la contratación de prestadores de servicios a tales efectos”.
Es preciso mencionar que, a pesar a los requerimientos de la CNE, el Correo Argentino contrató a la polémica empresa Indra sin licitación y concurso privado, que fue oportunamente denunciado por el bloque FPV-PJ ante la sospecha de falta de transparencia e irregularidades que se confirmaron durante el escrutinio.
Desde el macrismo replicaron que no hubo ninguna manipulación y dejaron trascender que no responderían el pedido de interpelación porque consideran que el kirchnerismo está buscando utilizar políticamente la situación. En cambio, desde el ministerio del Interior muestran el informe que Frigerio, el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez y el director nacional electoral, Fernando Álvarez Álvarez, le presentaron al presidente Mauricio Macri. Según dejaron trascender, se totalizaron un total de 34.052 telegramas, lo que equivale al 95,68 por ciento de los votos de la provincia de Buenos Aires. El porcentaje restante se divide en tres: 1,54 por ciento son telegramas que no se cargaron porque contenían una suma de votos mayor a la de los electores; 0,13 por ciento no se cargaron por no contener datos y 2,65 por ciento son actas circunstanciales por no remisión del telegrama. Además, le mostraron los porcentajes escrutados en las PASO 2013: 95,41 por ciento; en las generales 2015: 96,13 por ciento y en las PASO 2015, 97,33 por ciento. Prácticamente el mismo que en 2017.