El abogado José Eduardo Figueroa fue dado de alta este lunes, y fue imputado por el femicidio de quien fuera su pareja y madre de tres hijos, Mercedes Kvedaras. El crimen fue cometido en el barrio privado El Tipal el pasado viernes.
El Ministerio Público Fiscal de Salta informó (sin dar nombres) que el abogado no prestó declaración durante la audiencia de imputación.
La fiscala penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, imputó de forma provisional a Figueroa como autor del delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo, la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género (femicidio) en perjuicio de Kvedaras.
La unidad a su cargo informó que el acusado estuvo asistido por la defensa oficial durante la audiencia. Poma solicitó al Juzgado de Garantías interviniente que el hombre permanezca detenido.
Kvedaras sufrió una muerte violenta por asfixia y el principal sospechoso es este hombre con el que mantenía una relación de pareja.
Infancias huérfanas por femicidio
Kvedaras era madre de un adolescente y dos niñxs que quedaron huérfanxs tras el femicidio y que ahora se encuentran bajo el cuidado de su abuela materna.
Según afirmó la funcionaria responsable del programa de Orientación y Asistencia Jurídica a Víctimas de Delitos Graves, del Ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia, Carla Tiano, son 14 las niñas, niños y adolescentes las víctimas colaterales de los femicidios este año.
Salta/12 consultó con familias de las víctimas de femicidio sobre su situación y la de lxs niñxs que ahora están a su cargo.
Lorena Alejandra Cardozo es una de las víctimas de femicidio de este año. Fue asesinada cuando regresaba del centro luego de trabajar como vendedora en el freeshop al asentamiento San Javier donde residía en una precaria vivienda con su familia, en la zona sudeste de la ciudad de Salta.
La joven tenía una hija pequeña de 3 años, que quedó a cargo de lxs abuelxs maternxs. La tía de Lorena, Claudia Cruz, informó que el padre y la madre de Cardozo se encuentran sin teléfono porque el que tenían se averió. Además, dijo que tuvieron que irse del asentamiento en el que vivían por los ataques y el hostigamiento que sufrieron después del femicidio. Ahora están en casa de otra hermana suya en el barrio Atocha mientras siguen sin recibir asistencia gubernamental en materia habitacional.
La hija de Lorena Cardozo cumplió ya cuatro años. En junio último recién comenzó a recibir contención psicológica en una salita mediante un turno que le gestionó el gobierno. Claudia Cruz, que es hermana de la madre de la víctima dijo que la psicóloga de ese lugar no da abasto y su hermana no consiguió turno para recibir asistencia pese a que también quedó afectada por el crimen de su hija.
Cruz dijo que la situación de la familia "no mejoró para nada" porque "no les dieron ninguna solución por el tema de la casa". La madre de Lorena realiza largos recorridos desde las 5 o 6 de la mañana para llevar a su nieta y a sus cinco hijxs pequeñxs a la escuela pública a la que asisten, cerca de la terminal de ómnibus.
"Una vez se tuvieron que volver porque un hombre la seguía y como que quería tirarle piedras. Ella hizo una exposición en la Seccional de Atocha, no le pusieron ningún sello ni firma en el papel que le dieron", contó Cruz. Explicó que una situación similar ya había tenido lugar antes, cuando estaban alojados en casa de otros familiares en el barrio La Paz y un hombre siguió a su hermana cuando iba a la parada de colectivos con lxs chicxs a la mañana. Cruz indicó que creen que esta situación tiene que ver con el femicidio.
Respecto a la niña, Claudia Cruz contó que desde julio le informaron a su hermana en la Ciudad Judicial que le harían un "seguimiento estricto por tres meses", también añadió que está a la espera de la entrega del DNI que se encontraba entre pertenencias de la víctima.
Cruz dijo que la niña sigue afectada psicológicamente y necesita seguir contenida. En ese marco indicó que el gabinete psicopedagógico debe reunirse con las autoridades judiciales en el marco del seguimiento que le están haciendo.
Rosa Aranda fue asesinada por un inquilino que también atacó a su hijo de 13 años y a la hija de 10 años, quienes tras permanecer hospitalizados lograron salvarse.
En este caso el niño quedó a cargo del padre mientras que la niña se encuentra con la tía materna, hermana de Rosa, Elsa Aranda.
Elsa dijo a Salta/12 que a su cuñado debían tramitarle la Ley Brisa pero aún no lo hicieron. "No tengo idea (de) qué fue lo que pasó ni sé cómo se hace el trámite tampoco", se sinceró. Detalló que no reciben asistencia económica, aunque la niña tiene contención psicológica y asiste a una fisioterapeuta.