Desde que Liliana Ledesma fuera asesinada, el 21 de septiembre de 2006, hace ya casi 17 años, la administración de Justicia de Salta va a los tumbos en el trámite de las causas que se abrieron para investigar este hecho, estrechamente vinculado al narcotráfico. Ahora, como si no bastara la incomprensible demora en el juzgamiento de los acusados por la autoría intelectual, se le escapó uno de los asesinos condenados en 2010. 

Ayer el subsecretario de Políticas Penales y Penitenciarias, Jorge Gabriel Salgado, confirmó que Lino Abdemar Moreno se encuentra prófugo desde el 18 de junio pasado. El abogado David Leiva, que representa a la querella de la familia de Ledesma, dijo que la fuga no fue informada ni a la fiscala que interviene en el proceso contra los autores intelectuales, ni a la querella. "Esta banda es peligrosa y uno podría haber tomado ciertas precauciones", dijo Leiva en declaraciones a Radio Nacional Salta. 

Moreno fue condenado a prisión perpetua en junio de 2010. Él fue uno de los que atacó a Ledesma en la pasarela del barrio Las Rosas, en Salvador Mazza, alrededor de las 20 del 21 de septiembre de 2006, luego de que la joven denunciara el cierre de caminos vecinales con el fin de liberar zona de frontera para actividades vinculadas al narcotráfico. Ledesma recibió siete puñaladas, una le cortó los labios. 

Por el cierre de los caminos Ledesma responsabilizaba sobre todo al entonces diputado provincial José Ernesto Aparicio (fallecido en 2013, sin ser investigado), que era socio o integrante del mismo clan de los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo "Ula" Castedo, condenados por la Justicia Federal en 2022, como integrantes de una asociación ilícita que lavó activos provenientes del narcotráfico. Estos hermanos están acusados de haber ordenado la muerte de Ledesma. 

Gracias a una investigación sobre narcotráfico que llevaba adelante la Justicia Federal, que había intervenido teléfonos de Aparicio y los Castedo, el crimen de Ledesma pudo ser esclarecido rápidamente. Se comprobó que Moreno, Aníbal Tárraga y Casimiro "Nene" Torres, mataron a la joven en la pasarela, con ayuda de una hermana de José Aparicio, María Gabriela Aparicio. Estas cuatro personas fueron condenadas a prisión perpetua en junio de 2010. En ese mismo juicio Patricia Guerra y Juan Moreno (f) fueron condenados por encubrimiento. Los hermanos Castedo no fueron juzgados entonces porque estaban prófugos y recién en 2016 quedaron a disposición de la justicia salteña, que ya lleva siete años de mora en juzgarlos. 

En cuanto a Moreno, Salgado explicó que tenía el beneficio de salidas transitorias desde la cárcel de Orán, una disposición tomada por el juez de Ejecución de Sentencia de ese distrito, que en este caso es Edgardo Laurenci, el mismo que debe juzgar a los Castedo como instigadores del asesinato. 

Para esas salidas Moreno contaba con un tutor. Debía volver el mismo 18 de junio, pero no lo hizo. Entonces el Servicio Penitenciario informó a la justicia y fue declarado prófugo. El Poder Judicial de Salta informó que en Orán no hay juez de ejecucion de sentencia y por eso actuaba como tal el juez Laurenci, que le había dado permiso de salidas excepcionales, a cargo de un tutor, que lo retiró y no lo devolvió al penal. 

El juicio de nunca iniciar 

La novedad de la fuga de Moreno se conoció justo después de que se frustrara una séptima convocatoria a juicio a los hermanos Castedo, realizada por el Tribunal de Juicio de Orán, que esta vez fijó fecha de inicio del debate para el 8 de agosto. Sin embargo, ni siquiera se llegó a notificar a las personas que deben dar sus testimonios, y se suspendió otra vez. 

De hecho, la citación a audiencia resultó llamativa, porque hay un recurso de queja de los hermanos pendiente de resolución de la Corte de Justicia de Salta. La discusión es sobre si presencian el juicio de manera presencial o por vía remota. Una fuente de la Corte dijo a Salta/12 que este recurso podría resolverse en esta misma semana. 

En esta causa los Castedo están acusados por “instigación al homicidio, calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Luego de que el juez instructor Nelso Aramayo les tomara declaración informativa en relación al crimen, los hermanos se fugaron. Ula Castedo fue a Bolivia, pero allá fue detenido y condenado por narcotráfico y recién fue enviado a la Argentina a principios de 2016, a pedido de fiscalía federal de Salta. Delfín estuvo prófugo diez años y fue detenido en Buenos Aires a mediados de 2016, tambíen a instancias de la fiscalía federal.

Desde el momento en que los hermanos estuvieron a disposición para ser indagados, la justicia provincial se tomó casi tres años para convocar a juicio por primera vez, en mayo de 2019, cuando ya habían pasado casi 13 años de la muerte de Liliana Ledesma.

El debate fue suspendido -como ahora- por un recurso de la defensa de los acusados. El Tribunal convocó a juicio nuevamente para octubre de 2019, y otra vez lo pospuso. En 2020 se fijó fecha para mayo, pero se suspendió por la pandemia. En diciembre de ese mismo año se hizo una nueva convocatoria, y se suspendió una vez más. Luego se fijó fecha para mayo de 2021, pero se pospuso porque no habían trasladado a los hermanos, que desde noviembre de 2019 están alojados en la cárcel de Ezeiza, por razones de seguridad. La anteúltima convocatoria a juicio fue para marzo de 2023; le siguió la de ahora, ya frustrada. 

Información y seguridad 

El abogado de la familia de Liliana Ledesma cuestionó ayer que la administración de justicia no les hubiera informado de la fuga de Lino Moreno, si bien se trata de dos procesos distintos, aquel contra los autores materiales y este sobre la autoría intelectual. "Son dos juicios distintos pero se tenía que haber conocido porque esta es una causa que impacta en la opinión pública provincial y que tuvo impacto nacional en su momento". "Los jueces debieron haber notificado a los fiscales y a los querellantes porque esta banda es peligrosa y uno podría haber tomado determinadas precauciones", insistió. 

Leiva destacó que en estas causas están involucradas "bandas organizadas, con poder institucional, porque tienen poder a través de las coimas". Sostuvo en este sentido que supo que Gabriela Aparicio "tiene privilegios dentro de la cárcel, está en una celda sola, con televisión, con distintas cosas". "Evidentemente, el narcotráfico puede estas cosas, y hay presos que tienen sectores vip para su alojamiento dentro del propio penal de Villa Las Rosas", afirmó.

El abogado ratificó que "La justicia debiera dar los partes, hacer conocer, pedir la captura nacional e internacional, alertar a las fuerzas de seguridad internacionales y a la Interpol, sobre esta fuga". Insistió en que en estos procesos "deberían poner más atención en la seguridad de los fiscales y los querellantes", y adelantó que hará una presentación en ese sentido, pidiendo protección también para la familia de Ledesma, "porque tienen temor", igual que algunas personas que deben dar sus testimonios. "Son cosas que habrá que tener en cuenta a la hora de disponer medidas de seguridad a este juicio, pero de que hay que hacer el juicio y que hay que terminarlo, ese es un camino del cual no se puede retroceder", aseguró.