En las PASO 2023 del 13 de agosto, en la Ciudad de Buenos Aires se realizan elecciones concurrentes. Esto implica que las autoridades locales y nacionales se eligen en el mismo día, pero con sistemas de votación diferentes. La Boleta Única Electrónica (BUE), el sistema de votación que se va a usar para la categoría Jefe de Gobierno, es el mismo que se usó en los comicios de 2015.
Al ingresar al cuarto oscuro, los electores porteños se van a encontrar con las tradicionales boletas de papel para los cargos nacionales. Y también con máquinas que imprimen la BUE para elegir las autoridades de la Ciudad. Las máquinas que se usan para la votación solo funcionan como impresoras y lectoras, pero no almacenan el sentido del votos de los electores.
Cómo se vota con la Boleta Única Electrónica
- Entregar el documento al presidente de mesa quien cortará el primer troquel que trae la Boleta Única Electrónica y se la devolverá para que inicie su trámite por pantalla.
- Dirigirse a una máquina de votación e introducir la boleta en la ranura. Al instante se verán en la pantalla las opciones para votar.
- Elegir a los candidatos por categoría o por lista completa, tocando la pantalla en la opción deseada. La selección se va a imprimir en la boleta.
- Para corroborar que la selección haya sido registrada correctamente se debe apoyar la boleta sobre el verificador. El voto va a aparecer en la pantalla para poder comparar.
- Doblar la boleta hasta la línea punteada para que nadie vea su selección. Delante del presidente de mesa, deberá cortar el segundo troquel que trae la boleta y entregárselo, antes de meterla en la urna.
- Una vez colocado el voto en la urna, se firma el padrón electoral.
Cuáles son las críticas a la Boleta Única Electrónica
Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre, consideró que la Boleta Única Electrónica "pone un velo de opacidad sobre todo el proceso electoral" y cuestionó la transparencia de la empresa que quedó a cargo de la licitación.
La firma, Magic Software Argentina (MSA), también fue contratada en 2015 para las elecciones en las que “se produjeron ataques y hubo documentadas flaquezas u vulnerabilidades”, remarcó Busaniche.
Además, destacó que el sistema no es auditable sin diversos y amplios conocimientos de sistemas informáticos. Por lo que los presidentes y fiscales quedan imposibilitados de cumplir su rol de contralor.