Los votantes en Ohio (EE.UU.) acuden este martes a las urnas para decidir si se elevará la cantidad de votos necesarios para cambiar la constitución estatal, una medida que, de ser aprobada, complicará los intentos por blindar el acceso al aborto en el estado.
La papeleta en esta elección especial, convocada por los republicanos del estado, pide a los votantes del estado que elijan si cambiar el mínimo necesario para reformar la constitución y pasarlo de una mayoría simple a un 60 % de los votos.
El objetivo de este voto es dificultar que se apruebe una enmienda a la constitución, durante los próximos comicios locales en noviembre, para garantizar los derechos reproductivos en el estado.
La intención de los republicanos con la votación de hoy es "evitar que una enmienda radical pro-aborto entre en la constitución", señaló el pasado mes de junio Frank LaRose, secretario de Estado de Ohio, y uno de los impulsores de estos comicios especiales a la cadena local NBC4.
Desde que el Tribunal Supremo de EE.UU. revocó en junio del año pasado la protección federal al aborto, un puñado de estados han propuesto cambiar su constitución regional para incluir el acceso al aborto como un derecho.
Organizaciones defensoras de los derechos reproductivos en Ohio quisieron seguir este ejemplo y recolectaron las más de 400.000 firmas necesarias para proponer la votación, a la que se le dio luz verde en julio en el congreso estatal.
La votación de la enmienda constitucional está prevista el próximo 7 de noviembre.
"Todas las personas merecen respeto, dignidad y el derecho a tomar sus propias decisiones de salud reproductiva (...) sin la interferencia del gobierno", señaló Lauren Blauvelt, coordinadora de la organización Ohioans for Reproductive Freedom en un comunicado.
En el último año, desde que el Supremo devolvió a los estados el poder de decidir sobre la legalidad del aborto, 14 estados en EE.UU. han criminalizado el procedimiento, según datos de la organización Center for Reproductive Rights.
Este antiguo bastión industrial, que dio la sorpresa en 2016 al votar por el republicano Donald Trump, se desgarra sobre el tema del aborto desde que en junio de 2022 la Corte Suprema dejó que sean los estados los que legislen sobre el asunto. Suscita tal interés que más de 500.000 personas ya han votado de forma anticipada sobre la reforma constitucional.
Según sondeos recientes, la mayoría de los estadounidenses quiere proteger el acceso al aborto.
El fracaso de los referéndums antiaborto en los estados muy conservadores de Kentucky y Kansas, demuestra que existe división entre los republicanos sobre la materia.
De cara a las elecciones presidenciales de 2024, demócratas y republicanos defienden posiciones contrarias: el presidente Joe Biden moviliza a las organizaciones que defienden el derecho al aborto mientras que algunos líderes conservadores abogan por una prohibición total.