El escritor y periodista Mempo Giardinelli es uno de los precandidatos a presidente en las próximas elecciones PASO por la Coalición Paz, Democracia y Soberanía, inscripto dentro del partido santafecino Proyecto Joven. Junto a Bárbara Salernou, referente de Astilleros Río Santiago, y desde espacios como El Manifiesto Argentino y Social 21, La Tendencia --en los que ambos, respectivamente, se referencian-- han decidido lanzar "una batalla patriótica que recupere la soberanía y el trabajo como ordenador nacional", surgida desde el interior del país, que incluye críticas a las fórmulas de Unión por la Patria y un rechazo a la sentencia de que “hay que votar a Massa para que no gane la derecha”.
Con listas en quince provincias, el espacio acaba de apelar un reciente fallo de la jueza federal con competencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires, María Romilda Servini, que daría de baja su partido en la Ciudad por no haber presentado a tiempo la cantidad de boletas necesarias para abastecer las mesas de este distrito, y esperan llegar a revertir la decición. "Por supuesto, apelamos la medida; si se trata de tener más boletas, ya se están completando. Y nos presentaremos en todo el país", afirma. El cierre de campaña, por lo pronto, será en la Ciudad, el jueves a las 19 en el hotel de ATE (Moreno 2654).
-- ¿Por qué lanzó una precandidatura por fuera de Unión por la Patria?
-- No fue fácil porque tengo 50 años de militancia peronista y 20 de ellos K, por lo que debí separar la historia, digamos, de la realidad actual, tal como la veo. Y si ya con el Frente de Todos y Alberto me fui sintiendo cada vez más incómodo, ahora con Massa mucho más. Y ya estoy grande para caretear, y además no sé aplaudir lo que rechazo. Y por si fuera poco, con El Manifiesto Argentino y otros espacios, sobre todo provincianos, decidimos dar una batalla por lo que realmente sentimos y creemos.
-- Los peronistas suelen ser más dogmáticos, se encuadran en las decisiones partidarias una vez que se toman.
-- Yo nunca voté en contra de mis principios y convicciones. En 1989 fuimos conducidos al desastre político que condujo a la pérdida de la Soberanía Nacional más sensible con aquello de “Hay que votar a Menem para que no gane Angeloz y evitar así que con su lápiz rojo nos privatice todo”. Nunca creí eso. Sabía que había un farsante detrás de esa consigna. Y hoy no vamos a repetir aquello. Y además, dejame decirte que, aunque perdedora y romántica, esta es una batalla que como patriotas sentimos y necesitamos dar. La Patria es primero. Para nosotros sí, rotundamente.
-- ¿Compara este contexto con el '89?
-- En el '89 yo no voté a Menem. Ni loco lo votaba y bien que hice. Hoy apuesto a lo mismo, aunque a sabiendas de que es una decisión apenas personal. Y sí, me parece que el pueblo peronista está siendo inducido a otro error, que esta vez va a ser igual o peor de desastroso. Me duele en el alma, pero formando la Coalición Paz, Democracia y Soberanía encontré y encuentro muchísimos compañeros y compañeras en igual dilema. Y vamos creciendo, en todas las provincias, moderada pero firmemente.
-- ¿Y hoy cómo sería?
-- Hoy no se percibe ninguna diferencia sustancial con el atemorizante apotegma que circula en estos días, que me parece autoritario y prepotente, y falso de toda falsedad: “Hay que votar a Massa para que no gane la derecha”. Estoy en completo desacuerdo con eso. Respetuoso y sin pelearme con nadie, pero en desacuerdo. Para mí es otro engaño y el resultado puede ser muy doloroso. Ojalá me equivoque, pero es lo que siento y pienso. Y aunque nos quieran endilgar después la culpa de una derrota, nuestra respuesta ya te la adelanto: la derrota se habrá debido al pésimo candidato y a una posición débil y retrógrada que el pueblo peronista y kirchnerista no merecían.
-- A grandes rasgos podría pensarse que hay puntos de coincidencia con la propuesta del espacio que representa Grabois, como la reivindicación de apuestas de soberanía. ¿En qué se diferencian?
-- Respeto a Juan y sobre todo, y mucho, a quienes lo van a votar. Sólo que no coincido con su posición, que nunca fue soberanista. Sí fue más política y acaso sabia que la nuestra, pero por la soberanía vamos a dar la vida nosotros. Ahí están mis años de pelear por mi río, el Paraná a cuyas orillas vivo, y que me duele sobremanera su internacionalización. Hoy no existe una sola bandera argentina en los 6.000 barcos extranjeros que van y vienen por nuestras aguas y puertos. Yo vivo eso como una violación, igual que la decisión de no alistar el Canal Magdalena. No creo que Juan, ni ningún otro candidato, tenga esta convicción.
-- ¿Por qué fue elegida Bárbara Solernou como precandidata a vice?
-- Conocí a Bárbara como militante en los Astilleros Río Santiago y me impactó su decisión, patriotismo y convicción soberanista. Y cuando empezamos a considerar candidaturas y me eligieron a mí, inmediatamente pensé que nuestra fórmula debía completarse con ella, por mujer y militante. Y nadie se opuso. Y no nos equivocamos, es una buena persona y una gran militante.
-- ¿Quiénes acompañan este espacio?
-- Varios colectivos. Sin dudas primereamos El Manifiesto Argentino, que está en casi todas las provincias, y Social 21, que es una nutrida agrupación bonaerense. También en algunas provincias el Partido Humanista, en otras un partido santafesino, Proyecto Joven, y también agrupaciones como Consenso Popular y Unidos por el Sur. Y gente no afiliada, pero con el patriotismo intacto.
-- ¿Qué responde a quienes lo acusan de armar esta precandidatura para obtener dinero por la impresión de boletas?
-- Que es una infamia y que espero verme muy pronto con los acusadores en la Justicia. Particularmente con ciertos periodistas o experiodistas que en mi opinión son mentirosos seriales y pésimas personas. No hemos recibido ni vamos a aceptar un solo peso de nadie y de ninguna estructura. No pagamos para obtener el auspicio de Proyecto Joven, ellos vinieron a ofrecernos ser la lista principal, y tampoco, desde ya, desde ese espacio nos han pedido un peso. Todo lo pago y pagamos con nuestros fondos y en mi caso los vuelos en avión, hoteles, publicidades, me los pago si puedo, y si no puedo me quedo en casa. Zoom y Meet son buenos auxiliares. Y cuando uno es decente, debe ser implacable y absoluto.