Sergio Massa pone todo lo posible en el sprint final hacia las primarias del domingo, con el objetivo de demostrar el lunes que habrá sido el candidato más votado. Por eso en su paso de ayer por la provincia de Santa Fe salieron de su boca diatribas contra la gestión Macri y sus herederos de hoy, definiciones y compromisos dulces a los oídos de empresarios y trabajadores, y también el anuncio inminente para Rosario de un refuerzo de fuerzas federales para pacificar el territorio dominado por la violencia urbana y la puesta en marcha de la Unidad de Información Financiera contra el lavado de activos proveniente del narcotráfico. Toda la carne al asador para procurar retener votos propios, captar indecisos y hacer dudar a los ajenos. Y la esperanza de que ese repunte de Unión por la Patria contagie también la campaña santafesina de Juntos Avancemos.
Arrancó por la mañana en la nave central de la fábrica Liliana, en Granadero Baigorria, ante un auditorio pleno de invitados, los de la política y los del aparato productivo en mayoría, casi todos empresarios pymes. Y allí le resultó fácil desmarcarse del ideario neoliberal que en boca de Bullrich, Rodríguez Larreta o Milei amenaza con apertura importadora, dolarización y otros negros déjà vu.
“Hay que terminar con esa idea de que somos un país de mierda, fracasado. Somos un gran país y debemos recorrer abrazados empresarios y trabajadores un proyecto de país con desarrollo, inclusión y mejor distribución”, dijo. Y arremetió varias veces contra el gobierno de Cambiemos: "No hay peor cepo que la deuda con el Fondo que nos dejaron como ancla. Entre 2015 y 2019 cayeron 23 mil pymes y perdimos 250 mil empleos industriales", apuntó.
Massa, en tanto ministro de Economía también, reconoció que el Gobierno está en deuda con el nivel de ingreso de los trabajadores. "No tuvimos la capacidad de poder resolver el problema macroeconómico agravado por la sequía, pero también porque en la pandemia decidimos cuidar empleo en lugar de mejorar el camino del ingreso. Pero no nos sacó del camino, solo nos demoró. Uno de los compromisos es poner sobre la mesa una mejora del poder adquisitivo con la suma fija, con asignación familiares, paritarias libres, y reducción del Impuesto a las Ganancias", adelantó quien venía en la víspera de anunciar ante la cúpula de la CGT una equiparación salarial con el costo de la canasta básica para después de las PASO.
“No hay empleo sin empresas, ni trabajo sin producción, ni trabajadores sin empresarios. El 63% del empleo es pyme: Un sector que pelea con la complejidad de nuestro sistema tributario, las superposiciones. Tenemos que recorrer el camino de la simplificación tributaria, como lo empezamos hace pocas semanas cuando habilitamos que cada pyme pueda poner el 30% del impuesto al Cheque a cuenta del 15% de aportes y contribuciones, cuando limitamos la capacidad del Estado de cobrarle impuesto a débitos y créditos”, abundó flanqueado por su compañero de fórmula, Agustín Rossi, y el secretario de Producción, Ignacio De Mendiguren.
Massa sostuvo entonces que hasta aquí logró reducir 6 puntos porcentuales la presión tributaria al sector pyme, y prometió profundizar ese propósito. A la vez, se propuso la misión de “aumentar las exportaciones”.
En las primeras filas estaban el gobernador Omar Perotti y cabeza de lista para diputados provinciales, y el candidato a sucederlo, Marcelo Lewandowski, como también la de diputados nacionales: Germán Martínez, Florencia Carignano, Diego Giuliano y María de los Angeles Sacnun.
En la nave ampliada de la fábrica que la familia Jacobson logró ampliar con financiamiento de los Créditos del Bicentenario, Massa aplaudió el ejemplo: "Acá se derribó el mito de que solo se pueden producir electrodomésticos en Tierra del Fuego, y abastecer el mercado interno y exportar. Son 1.300 trabajadores y un desafío: seguir sustituyendo importaciones", celebró.
Y así marcó otra vez la diferencia con el ideario de Juntos por el Cambio. "Apoyamos a estas industrias con créditos a tasa subsidiada frente a los que dicen que el Estado no debe hacer eso, que el mercado lo resuelve todo como si fuéramos un país desarrollado. En realidad, somos en un país en vías de desarrollo y necesita que el Estado equilibre las diferencias que el mercado produce”, enfatizó.
"Ese miedo que nos instalan cuando hablan de apertura de importaciones, ajuste y dolarización con la consecuente pérdida de competitividad de la economía, y el impacto que tendría en los trabajadores, es el miedo que debemos vencer como sociedad –indicó– para ser competitivos, ganar mercados y ser de verdad un país desarrollado". Y afirmó que "hoy el mundo respeta mucho más a la Argentina de lo que escuchamos de parte de dirigentes de la oposición. Aquellos que creen que somos un país de fracasados, que no vengan a pedir el voto, porque si somos tan mala sociedad para qué la quieren gobernar entonces, si son parte de ella", cuestionó.
Anti lavado y más gendarmes
A la par del discurso productivista, el candidato de UxP encaró el tema de la narco violencia que campea en la región, y se remontó a su experiencia como intendente de Tigre, donde afirmó que en aquel entonces logró reducir 92% el delito.
Reveló que la semana próxima llegará a la ciudad para poner en marcha la delegación local de la Unidad de Información Financiera contra el lavado de activos, y que ya le pidió a su par de Seguridad, Aníbal Fernández, un refuerzo más de gendarmes y otros agentes federales para instalarse en Rosario.
"La semana que viene volveré para poner en marcha un mecanismo que le siga la ruta del dinero al narcotráfico y para poner en marcha un operativo que obligue a las fuerzas federales a abrazar nuevamente a Rosario y Santa Fe para que no sientan que los abandonaron" concluyó.
Por la tarde, Sergio Massa enfiló hacia Puerto General San Martín, en un cónclave a puertas cerradas y con un auditorio exclusivo de intendentes, presidentes comunales y dirigentes del justicialismo provincial. Allí se descontaba que el precandidato presidencial exhortara a los jefes territoriales a salir a buscar los votos, caminar sus distritos y, en resumen, hacer campaña de una buena vez.