En la Sala I del Tribunal de Juicio, comenzó el lunes último el juicio en la causa seguida contra Cintia Gimena Burgos (20 o 21 años) por homicidio calificado por la relación de pareja en perjuicio de Exequiel Roberto Guanca (19), hecho cometido el 22 de marzo de 2022 en Rosario de Lerma. La defensa de la mujer dijo que era víctima de violencia de género. Mientras que la querella adelantó su pedido de pena máxima.
Según la acusación que sostiene la fiscala María Eugenia Guzmán, en la mañana del 22 de marzo de 2022 la enfermera del Hospital Joaquín Corvalán de Rosario de Lerma dio aviso a la policía sobre el ingreso de un joven sin signos vitales, con herida de arma blanca en la zona del tórax. La médica de guardia le refirió luego al personal policial que el joven fue llevado por Burgos en un remís.
Los primeros testimonios del juicio fueron de la madre, un hermano y una cuñada de Guanca, quienes dieron cuenta de una relación de pareja conflictiva que sostenían este hombre y la acusada debido a que peleaban mucho, incluso con agresiones físicas, según informó el Poder Judicial.
Los familiares mencionaron que antes vieron a Guanca con una herida en la espalda, cerca de la nuca, que le había provocado Burgos con un tenedor. También manifestaron que el joven tenía problemas de adicción y que, por esa razón, había sido atendido en el hospital en algunas ocasiones.
La noche del hecho, antes de las 5 de la madrugada, el hermano de Guanca lo escuchó quejarse. “No dejaban dormir, por eso me levanté y fui a su pieza. Pregunté qué pasaba. Cintia me dijo que nada, que estaba todo bien”, relató.
El testigo dijo que él no entró a la habitación pero alcanzó a ver, a través de la cortina transparente, que su hermano estaba acostado en la cama, boca abajo y debido a que se drogaba, pensó que estaba bajo los efectos de alguna sustancia.
Por su lado, la madre del joven contó que esa noche su hijo mayor la despertó para avisarle que Guanca se quejaba y le pidió que fuera a verlo. Alrededor de las 5.30 fue al cuarto del fondo, donde estaba su hijo con la ahora acusada, abrió la cortina y lo vio en el suelo, de costado. Cuando le preguntó a Burgos, ella le dijo: “No quiere dormir, está loco”.
La madre le pidió a Burgos que levantara a Guanca, que lo pusiera en la cama y luego se retiró. Como a las 7, su nieta fue a hablarla nuevamente porque el joven seguía gritando y quejándose. La mujer relató que fue de nuevo al fondo; cuando se acercó, Burgos apagó la luz. La testigo señaló que su hijo estaba atravesado en la cama, lo tocó y estaba frío, entonces le dijo a su pareja que lo abrigara y lo llevara al hospital. Ella le respondió que no tenía dinero para el remís.
La testiga dijo que sacó plata y un pantalón largo para que Burgos se lo pusiera a su hijo. Llamaron un remís y Burgos sacó a Guanca de la pieza, arrastrándolo. En un momento se cayeron al piso, antes de subir al auto.
La madre del joven indicó que luego fue al cuarto de su hijo para sacar la ropa de la cama y entonces advirtió que había prendas con sangre. Aseguró que Burgos no le dijo en ningún momento que su hijo estaba herido.
La defensa de acusada dijo a Salta/12 que ella era víctima de violencia de género aunque no dio mayores detalles. La joven tenía 20 años al momento del hecho y es madre de un niño pequeño, de tres 3 o 4 años de edad.
El abogado Fernando Bazán Güemes Nazar, que junto a Justo Samuel Martearena, representa a la actoría civil y la querella, cuestionó la perspectiva de género que se habría implementado en este caso debido a que la fiscala interviniente durante la investigación penal preparatoria, Verónica Simesen de Bielke, "pidió la libertad de la mujer". Según explicó el letrado, la funcionaria esgrimió la presunción de inocencia.
La querella consideró que el Ministerio Público Fiscal no está acompañando a la familia de Guanca. Bazán Güemes Nazar adelantó que pedirá la pena máxima, de prisión perpetua, y en caso de no obtener esa condena casará la sentencia. Desde su posición, este homicidio es agravado por la relación de pareja, con premeditación y alevosía. Afirmó que la pareja estaba ya separada y que Guaymás llevó un cuchillo en horas de la madrugada, fue a ver al joven en momentos en que había consumido estupefacientes y le asestó una puñalada.
"Ella le cambia la ropa después de asestarle la puñalada, afloja el foco para que no se vea la luz", señaló el querellante. Dijo que la acusada no hacía nada por llevarlo a que recibiera asistencia médica y cuando por pedido de la familia lo llevó al hospital "ya llega muerto".
"Sigue en libertad. Mató a un ser humano", cuestionó el querellante. El abogado también representa a la familia del padre del hijo de Burgos. Precisó que el padre murió en un accidente y el nene está a cargo de la abuela y abuelo paterno, pero la madre "puede tenerlo unos días al chico", situación con la que no están de acuerdo.
El juicio se lleva a cabo con un tribunal colegiado integrado por los jueces Javier Araníbar, Martín Fernando Pérez y Leonardo Gabriel Feans. La defensa de Burgos está a cargo del abogado Rodrigo Palazzo. Está previsto que el juicio se extienda hasta el 15 de agosto.