Asteroid City - 7 puntos
Estados Unidos, 2023.
Dirección: Wes Anderson.
Guion: Wes Anderson y Roman Coppola.
Fotografía: Robert D. Yeoman.
Música: Alexandre Desplat.
Intérpretes: Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Tilda Swinton, Bryan Cranston, Edward Norton, Adrien Brody, Margot Robbie, Willem Dafoe, Jeff Goldblum.
Duración: 104 minutos.
Estreno: en salas únicamente.

Es curioso, pero Asteroid City, la nueva fantasía de ese niño grande que sigue siendo Wes Anderson, por momentos parece el lado B de Oppenheimer, como si el director de Rushmore –sin siquiera habérselo propuesto- hubiera venido a desacartonar la película de Christopher Nolan, ambientando su nueva comedia absurda en medio del mismo desierto en el que el creador de la infausta bomba atómica hacía sus ensayos nucleares.

Aquí no hay científicos torturados por sus conciencias ni persecuciones políticas, pero una alegre, inconsciente paranoia sobrevuela alrededor de esa Ciudad Asteroide, llamada así por la caída de un meteorito que es su único atractivo y alrededor del cual gira un copioso conjunto de personajes, sacudidos cada tanto por algún hongo atómico detonado en las cercanías y confinados allí por el ejército estadounidense, “por razones de seguridad”. Que esa muchedumbre esté integrada por una auténtica constelación de Hollywood es, a esta altura, otra marca de fábrica del cine de Anderson, que –como alardeaba el viejo axioma de la Metro-Goldwyn-Mayer- suele tener “más estrellas que el cielo”.

Ambientada en un 1955 de ensueño, casi de dibujo animado, Asteroid City juega con dos realidades paralelas, a cuál más artificiosa. En un blanco y negro con pantalla cuadrada, el director se asoma a las bambalinas de un teatro de Broadway donde se está preparando una obra titulada precisamente “Asteroid City”, que será la que –cuando se represente- el espectador verá en colores y pantalla ancha. Y qué colores. Como siempre en Anderson, el diseño de producción parece siempre el primer motor de su cine, como si no pudiera concebir una película si antes no imagina la caja de bombones que la va a contener.

Según la ficción dentro de la ficción, a ese pueblo perdido en medio del desierto (completamente reconstruido en estudio, con un sol que no parece apagarse ni siquiera de noche) llegan simultáneamente varios padres y madres que acompañan a sus brillantes hijos –etiquetados como “brainiacs”- a participar de un concurso de ciencias organizado por la autoridad local (Steve Carell), aprovechando que en esa inmensidad abrasadora hay un laboratorio gubernamental encargado de hacer pruebas atómicas y de estudiar un meteorito caído hace años y que dejó un cráter que funciona como atractivo turístico no sólo para los locales, sino también para… los extraterrestres.

Como todas las películas de Wes Anderson, Asteroid City está pensada esencialmente para el ojo, pero se diría que hace rato desapareció el cineasta de Los excéntricos Tenembaum (2001), La vida acuática (2004), Viaje a Darjeeling (2007) o incluso El gran hotel Budapest (2014), donde además de su humor insólito había una sustancia que ahora parece reservar solamente para sus películas de animación artesanal, como Fantastic Mr.Fox (2009) o Isla de perros (2018). En sus comedias con actores, Anderson descansa cada vez más en sus dispositivos escenográficos (que no por naif dejan de ser elaboradísimos), en la repetida concepción simétrica de sus planos, en el artificio por el artificio mismo. Y sufren las historias, siempre lúdicas y chispeantes, pero cada vez más fragmentarias y banales.

Entre estas, cabe destacar una en particular, el circunstancial romance de un petulante fotógrafo de guerra (Jason Schwartzman, miembro permanente de la troupe Anderson) y una estrella de Hollywood, encarnada por Scarlett Johansson con una peluca oscura, como si fuera Liz Taylor ensayando sus escenas de Un gato sobre el tejado caliente, de Tennessee Williams. De hecho, son los dos intérpretes que tienen mayor oportunidad de lucimiento porque alcanzan a ser personajes, cuando muchos de los demás famosos (Tilda Swinton, Adrien Brody, Tom Hanks, Margot Robbie, Edward Norton, Willem Dafoe, Jeff Goldblum y Byran Cranston, entre otros) se conforman con jugar a ser meros figurantes.