Las recientes olas de calor en el hemisferio norte podrían restarle al crecimiento mundial de este año 0,6 puntos de Producto Bruto Interno (PBI), según estimó la aseguradora alemana Allianz. El reporte sostiene que un día de calor extremo es “equivalente a medio día de huelga general”. La estimación no toma en cuenta el impacto de las olas de calor en la productividad de la agricultura, fenómeno que, por ejemplo, provocó en Argentina una sequía con graves consecuencias para la economía. Si se contemplaran ese tipo de daños, la pérdida sería sustancialmente mayor.
Las altas temperaturas le restarían 1,3 puntos porcentuales de crecimiento a China, 1 punto a España, 0,9 a Grecia, 0,5 a Italia, 0,3 a Estados Unidos y 0,1 puntos a Francia, entre otros países.
Según anunció esta semana el observatorio europeo Copernicus, el mes de julio de este año batió ampliamente el récord de ser el más caluroso registrado en la Tierra, con 0,33 grados más que el anterior récord de julio de 2019.
“El cambio climático aumentará la frecuencia y la intensidad de episodios de calor extremo, provocando que las olas de calor, las sequias y los incendios sean la nueva normalidad”, subraya el informe que enfatiza que estos eventos “no sólo impactan a las personas y la vida salvaje, sino también a las economías”.
Para el estudio, Allianz tomó diversas estimaciones, incluyendo la presuposición que un día de calor extremo –por encima de los 32 grados- es “equivalente a medio día de huelga general” en su impacto en productividad: España, en ese sentido, registró 35 días con temperaturas superiores a dicho rango frente a los dos de Francia desde el 1 de mayo último al 4 de agosto.
“Los empleados, afectados por el calor, reducen sus horas de trabajo o lo hacen de forma más lenta y con errores. La reducción de la productividad laboral, como resultado de temperaturas extremas, es un fenómeno bien documentado”, agregó el texto, que subraya que este impacto es aún mayor en los países más pobres con mayor exposición y vulnerabilidad.
El estudio calcula que el calor reducirá la totalidad de horas potenciales de trabajo en el mundo en un 2,2 por ciento, equivalente a 80 millones de puestos de trabajo a tiempo completo. Dos años atrás, en 2021, se perdieron 470.000 millones de horas potenciales de trabajo, un incremento de 37 por ciento respecto del promedio de la década de los 90.
“Hay una creciente posibilidad de que los próximos veranos se parezcan a las condiciones extremas que hemos visto recientemente”, advirtió el estudio y, frente a ello, consideró que “la clave es la adaptación”.
“En el corto plazo se pueden realizar medidas de advertencia y prevención, pero, en el largo plazo, deberán ser complementadas por medidas de adaptación estructural, como preparar a las ciudades para el cambio climático sumando espacios verdes, o encontrando formas para adaptar los lugares de trabajo, ya sea en cuanto a la infraestructura o a las horas laborales”, indicaron.