En los últimos meses, cerraron dos Centros Integrales de la Mujer (CIM) del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ubicados en los barrios populares de Parque Patricios y Mataderos, destinados a la atención de mujeres que sufren violencia de género. ¿El motivo? La falta de recursos y otros problemas para sostener la tercerización de la política pública a través de convenios con ONG. Si bien el Gobierno de la Ciudad dice que en el transcurso de agosto reabrirán los dos en otros espacios y que ninguna mujer queda sin atención, preocupan la falta de presupuesto destinada a un problema que se lleva la vida de las mujeres, así como la alta rotación de profesionales producto de la precarización del trabajo y que los cambios de sedes de los centros desalienten la llegada de las mujeres.
El 1 de julio cerró el CIM de la comuna 4, el Pepa Gaitán, destinado a cubrir la atención de mujeres y diversidades de los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya. Según un relevamiento de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, el CIM Pepa Gaitán tuvo 463 admisiones entre enero y octubre de 2022, ubicándose en el segundo lugar de los CIM con más demanda, después del CIM de la comuna 8.
El mismo informe dio cuenta de que todas las organizaciones a las que el Gobierno de la Ciudad les tercerizó la aplicación de su política pública “consideran insuficientes los montos acordados para la gestión de los Centros, considerando que la suma implica la baja remuneración y la contratación parcial de las profesionales que brindan el abordaje interdisciplinario.” En los barrios con más demandas, los CIM reciben muchos casos por día y como el pago que reciben a través del convenio con el Gobierno de la Ciudad no les alcanza para cubrir la atención, los sueldos son bajos y las profesionales rotan todo el tiempo o no pueden sostener las horas para cubrir los turnos completos.
“La alta cantidad de admisiones que registran los CIM de los barrios de mayor concentración poblacional e históricamente con mayores situaciones de vulnerabilidad y riesgo no es tenida en cuenta por el Gobierno de la Ciudad para dotarlos de un mayor número de profesionales y/o de capacidad de atención”, dice el informe de la Defensoría. De hecho todos los convenios son por el mismo monto.
Por otro lado, en abril cerró el Centro Alfonsina Storni, de la comuna 9, que atiende los barrios de Parque Avellaneda, Liniers y Mataderos.
Según informó a este diario Carolina Barone, directora de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad, “en el caso del 4, la ONG que estaba rescindió convenio y en breve reinaugura con otra organización. En el caso de la 9, la buena noticia es que se rescindió convenio y el 100% del personal es de la DG (Dirección de la Mujer), es un nuevo CIM propio. Estamos en la etapa de puesta en valor para que esté hermoso. En ambos casos con remodelación”. En el caso del primero, Barone reconoció que la ONG planteó rescindir el contrato porque no le alcanzaba el presupuesto que le otorga el gobierno. “En el otro encontramos la posibilidad de formar un equipo con personal de planta y es el tercer CIM propio en esta gestión”, apuntó.
Lo cierto es que hoy por hoy en la web de la ciudad siguen figurando los dos CIM que están cerrados y en los teléfonos que dan como contacto no atiende nadie.
Barone aclaró que las mujeres que habían asistido a esos centros “son atendidas por Equipos de los CIM linderos, en todos los casos siempre, así como fue el (de las comunas) 12 y 15 el jefe de legales coordina los patrocinios. Ni una mujer queda sola”. La referencia es a los CIM de las comunas 12 y 15, que en 2021 también cerraron sus puertas por problemas presupuestarios, como dio cuenta este diario.
El martes pasado, en la reunión de la Comisión de Mujeres, Géneros y Diversidades de la Legislatura porteña se trató un pedido de informes de la diputada Laura Velasco en relación al cierre del Pepa Gaitán. En diálogo con Página/12, Velasco explicó que “esta situación que ahora sucede en la comuna 4 y que había sucedido antes en la comuna 15 y en la 12, demuestra cómo los esquemas conveniados con algunas organizaciones no se pueden sostener. Y demuestra esto que el esquema que tenemos en la ciudad, de una parte conveniados y una parte estatales… todos están en un esquema donde el presupuesto es muy escaso, donde no se trabaja en prevención, en difusión, no se atiende con el equipo interdisciplinario de psicóloga, abogada y trabajadora social como debiera ser… entonces se desnuda el problema cuando hay ONG conveniantes que no pueden sostener… pero la realidad es que en todos los CIM de la ciudad de Buenos Aires, también en los que sostiene el Gobierno de la Ciudad directamente, tenemos el mismo problema, el presupuesto es insuficiente para sostener los equipos y para realizar la tarea que los CIM debieran realizar. De hecho este año tenemos 0,04 por ciento de presupuesto en la Dirección General de la Mujer, el presupuesto más bajo de la historia. Estamos planteando que exista un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades en la Ciudad de Buenos Aires, no por capricho sino porque queremos un área jerarquizada y un presupuesto acorde a una ciudad muy rica pero que no está dando respuesta con los dispositivos y las políticas públicas adecuadas a la problemática de la violencia de género”.
El informe de la Defensoría también da cuenta de distintos tipos de dificultades que afrontan los CIM: “De los quince centros relevados, en siete se manifestó por lo menos algún problema edilicio, siendo los más comunes aquellos vinculados a problemas de humedad de cimientos, goteras y conexiones eléctricas defectuosas o antiguas. Una aclaración especial merece el CIM perteneciente a la Comuna 2 “Alicia Moreau”, el cual se encontraba sin sede física al momento de realizarse el relevamiento. Esta situación venía arrastrándose desde hacía varios meses, lo que claramente dificultaba y casi imposibilitaba su normal funcionamiento.” Luego de más de un año de funcionar virtualmente, este CIM volverá a la atención presencial en breve.
Otro CIM con graves problemas edilicios es el Malharro, que funcionaba en 24 de Noviembre 113, por lo que fue transferido a Agüero 301 ( ex Biblioteca y ex Programa de Varones) el mes pasado. Comparten espacio con el Programa de Seguimiento.
Además de la alta rotación de sedes y de personal, los Programas se sostienen con mínimo personal.
En cuanto a la atención psicológica brindada por los centros, con un tratamiento que por lo general tiene una duración de seis meses, el informe de la Defensoría da cuenta de que en 2022 en seis de ellos no había demora en la atención, mientras que en los restantes la demora variaba entre una semana y dos meses.
Por todo esto, el informe citado hace una serie de recomendaciones, entre ellas: “Ampliar y reforzar la cantidad de trabajadoras en los distintos Centros Integrales de la Mujer, en especial aquellos que poseen mayor cantidad de admisiones, ya sea por la cantidad de población de la Comuna en que se encuentran o por la mayor vulnerabilidad a la que está expuesta. Asimismo, garantizar los reemplazos frente a la alta circulación de las profesionales”.
“Actualización trimestral por inflación de los montos por lo que se suscriben los convenios de gestión con organizaciones de la sociedad civil para que ello se refleje especialmente en las remuneraciones que perciben las profesionales contratadas”.