“A las dos nos conmueve el tango y quisimos hacer algo que nos represente, con un perfil transfeminista y con un concepto de disco con todos temas propios en esa línea, poder cantar cosas que nos guste decir”, plantea Brisa Videla sobre Mejor asumilo el disco que junto a su compañera Ana Sofía Stamponi anticiparán este viernes 11 a las 20 en Circe (Gral. Manuel Rodríguez 1559). Ambas son cantantes (Videla en el Quinteto Negro La Boca, Stamponi en distintas formaciones y con una creciente labor compositiva) y su producción conjunta está pensada en ese sentido: como canciones arregladas para sonar a voces. “Guitarreando descubrimos que sonábamos muy bien así y además a ambas nos gusta por pasados corales que tenemos, nos encanta armonizar y nuestros timbres pegan muy bien juntos”, destaca Stamponi.
Aunque la postura sociopolítica de ambas y su planteo compositivo está bien anclado en el presente, el dúo se asienta en el pasado del género, cuentan. En principio, porque se remontaron bien atrás investigando el formato de dúos de voces –“algo que se fue dejando de hacer”, señalan- y por otro lado, porque conocen íntimamente la tradición del género. “Si estamos haciendo algo muy nuevo, queremos que suene por detrás lo realmente primitivo del tango, ¿no? No quiero usar la palabra tradición, pero sí, como el alma mater del tango, digamos”, apunta Stamponi quien a la sazón es nieta del mítico Héctor.
Hasta el momento en las plataformas digitales se pueden encontrar dos temas. “Valsesite” (que además tiene versiones de otras agrupaciones) y “Mejor asumilo”, que da nombre a la futura placa, que se completará a fuerza de singles hacia noviembre de este año. “Aunque nos quejemos de que salgan de a poco hoy en día los discos, creo que al dúo le vino bien para resaltar cada obra en particular, que no se vea como un choclo el disco sino que se resalte el mundito del cual habla cada tema”, reflexiona Stamponi. Su compañera destaca esos mundos: “Es lo que nos mueve en términos ecologistas, climáticos, hay canciones que fueron muy motorizadas por lo que nos pasa con la humanidad”, cuenta. Los desmontes, su experiencia como habitantes del delta del Tigre, por un lado, y su vida como lesbianas “en una sociedad donde todavía necesitamos resistir para poder existir” se suman a sus historias de vida “como la de Ana y su familia en el exilio”. Así, para completar ese prisma de experiencias aparecerán temas como “Chupasangre”, “Perdiendo el tiempo” o “Huellas del sur”, de un modo u otro vinculadas con esas luchas cotidianas que las atraviesan.
“En estas composiciones aparecen temáticas que nos conmueven profundamente y nos llevan a querer que estén en nuestras letras, básicamente porque el tango clásico también expresaba lo que en ese momento la sociedad necesitaba escuchar. A mí me inspiran mucho algunas letras de Discépolo, por ejemplo, donde criticaba lo que socialmente estaba sucediendo y las opresiones, o quizás algunas cosas que cantaba Tita. Me parece que el tango puede decir hoy todas estas cositas que nos atraviesan como generación, o a varias generaciones también porque son luchas que para mí están entrelazadas: la lucha contra el genocidio de la dictadura está entrelazada con la lucha actual por el aborto, la lucha contra los femicidios, o la lucha ecotransfeminista”, considera Stamponi, principal referente de la dupla en composiciones y letras.
-¿En qué medida el río o las islas definen su música?
Brisa Videla: -¡Uy, completamente! “Perdiendo el tiempo” es una milonga que también va a ser parte del disco y Ana la compuso el día que volvimos de recibir a los kayakistas que venían navegando por el río Luján, bajando desde Rosario, en defensa de la ley de humedales, de la ley consensuada.
Ana Sofía Stamponi: -Por ahí no se escucha al cien por cien en la letra porque tampoco me gustan esas letras tan panfletarias. Pero habla de eso y fue escrito en el 2021, recién a la salida de la pandemia.
B.V.: -A “Valsesite” Ana lo compuso cuando nos conocimos y yo estaba construyendo mi casa con mis propias manos. Armaba jornadas para que vengan amigas a laburar. Y Ana venía a casa y laburábamos en casa. Y era un flash estar en contacto con el agua permanentemente y que los tiempos nos los marcara el río. Era, “bueno, hoy no se puede porque no hay agua”. U “hoy tampoco se puede porque hay muchísima”. Es aprender a vivir a otro ritmo y creo que eso está súper inscrito en las letras.
-Ustedes en las islas están organizando una milonga “La Deltita”. ¿Cómo es esa experiencia? ¿Cómo las impacta artísticamente?
B.V.: -Es hermosa. Explota de gente. Sucede que en el Delta no hay espacios culturales. No hay lugares donde una pueda ir a socializar, todo está pensado muy para el turista y es medio expulsivo para el isleño. ¡Llegás y no tenés dónde amarrar tu bote! Es compleja. A su vez, hay una comunidad milonguera bastante grande.
A.S.S.: -El disco mismo está apuntado a que la gente lo pueda bailar en las milongas. La intención no sólo es hacer tango nuevo, sino que se pueda ir metiendo de a poco en las milongas. Si nos quedamos con darle play en el celular o con el parlantito en casa, no alcanza.