Las organizaciones Votamos Luchar y Rebelión Popular realizaban un acto cuando la Policía de la Ciudad -tal como se observa en el video- arremetió contra los manifestantes. Hubo cinco detenidos y el militante Facundo Molares Schoenfeld falleció tras sufrir una descompensación durante la represión. El SAME confirmó que su muerte ocurrió cuando fue trasladado al Hospital Ramos Mejía, tras media hora de ejercicios de reanimación. La fiscal de la causa por "averiguación de muerte" corrió a la Policía de la Ciudad de la causa que investiga lo sucedido.
🔴En vivo. Un hombre murió tras una represión de la Policía porteña en el Obelisco, la información minuto a minuto
Según el reporte del SAME, al hombre que fue trasladado al Hospital Ramos Mejía desde el Obelisco se le realizaron, durante más de media hora, maniobras de reanimación hasta que se constató el fallecimiento. "Las causas del deceso se relacionan con un paro cardíaco", explica el parte del SAME. La causa "averiguación de causales de muerte" quedó en manos de Marcela Sánchez, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 30. Tras la confirmación de la muerte, Sánchez ordenó el traslado del cuerpo de Molares a la morgue judicial para la autopsia y solicitó identificar a todos los efectivos de la Policía de la Ciudad que participaron del operativo.
La fiscal corrió a la Policía de la Ciudad de la investigación y dio intervención a la Policía Federal. Además, pidió el secuestro de todas las cámaras de seguridad de la zona y la recopilación de los videos que circulan por redes sociales.
Las primeras versiones oficiales que trascendieron desde la Policía de la Ciudad fue que Votamos Luchar y Rebelión Popular habían querido "prender fuego una urna" y se intentó evitar la situación mediante la represión y las detenciones. Sin embargo, Delia, una compañera de militancia de Facundo desmintió esa versión. La mujer aseguró que antes de iniciar el acto las organizaciones hablaron con el jefe de calle de la fuerza de seguridad porteña y le anticiparon que no cortarían la calle ni que tampoco prenderían fuego. "Era solo una asamblea con micrófono abierto", sostuvo.
La militante, en diálogo con C5N, explicó cómo fue el momento de la detención de Molares. "Él ya había terminado de hablar en la asamblea. Se alejó un poquito y se puso contra el viento para prender un cigarrillo, iba a fumar nada más, no íbamos a prender fuego nada. En ese momento, no sé de dónde salieron los policías, se ve que corrieron, lo agarraron de atrás y lo arrastraron 4 o 5 metros", contó Delia, una de las compañeras que estuvo al lado de Facundo cuando la Policía de la Ciudad formó una valla con los escudos para alejar a Molares, ya convulsionando, de sus compañeros.
Las organizaciones, que se expresaban contra las elecciones del domingo, llegaron al lugar pasada las 14 y se estaban retirando cuando la Infantería de la Policía de la Ciudad avanzó sobre Molares y también detuvo a Jimena Cejas, Lucía Machado, Alicia Machado, Horacio Ferreyra, Rubén Yaquet y Hernán Loyola.
Minutos después de que el SAME trasladara a Molares al Ramos Mejía, otra militante relató cómo fue el accionar policial: "Al compañero lo agarraron, le pisaron la cabeza. Literalmente, lo tenían entre dos pisándolo. El compañero ya estaba inconsciente, no se podía mover. Pedíamos, por favor, que llamen a la ambulancia, que lo larguen".
"Nos agredían todo el tiempo, como que, córranse, córranse. No vemos el hecho de por qué esta represión, este atropello hacia nosotros. Ninguno vino con capucha, ninguno vino con un pano ni con nada", denunció la mujer.
La historia de Molares
Facundo Molares era fotoreportero y militante político. Tras el estallido social y económico de 2001, salió a recorrer Latinoamérica y, en 2003, se sumó a la columna Teófilo Forero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que dejó en 2018. En 2019, a pesar de acarrear problemas de salud, Molares estaba en Bolivia durante el golpe contra el presidente Evo Morales y resultó herido en uno de los ataques de los grupos de ultraderecha que impulsaron el golpe. Tras sufrir una insuficiencia renal e internado en el Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra quedó detenido por el gobierno de facto de Jeanine Áñez.
En diciembre de 2020, la Cancillería argentina consiguió su extradición, pero en noviembre de 2021 fue detenido en Chubut, donde vivía junto a su padre, por un pedido de extradición emitido por la Justicia colombiana. Por orden del juez Guido Otranto --el mismo que instruyó la causa de Santiago Maldonado--, Molares pasó 263 días detenido en la cárcel de Ezeiza a la espera de un juicio de extradición, que fue desestimado finalmente por la Jurisdicción Especial para la Paz colombiana. A fines de julio de 2022 fue excarcelado y tuvo que fijar domicilio en la Ciudad de Buenos Aires a la espera de quedar desvinculado de la causa.