La dirigenta social y militante política Mayra Arena reflexionó este jueves sobre la ruptura del tejido social en los barrios a partir del caso de Morena Domínguez, la niña de once años asesinada este miércoles en Lanús.
"Hace tiempo que hay un deterioro, incluso en la criminalidad", consideró Arena, quien también señaló que los delincuentes "ya no roban a personas de altos ingresos" o medios, "sino a personas cada vez más pobres e indefensas".
"Las bandas, que son cada vez más frecuentes en los barrios, terminan funcionando como espacio de contención y de identificación pero, por sobre todas las cosas, de progreso para la juventud", planteó en AM750.
En este contexto, la dirigenta social sostuvo que en esos casos los delitos que se cometen no contemplan un análisis de "riesgo-beneficio" porque "no hay una relación directa o realista de los riesgos a los que te enfrentás". "Es una especie del todo por el todo", agregó Arena.
Asimismo, explicó que en las bandas criminales en los barrios "se forman escalas amorales donde el que roba con un arma grande tiene más prestigio que el que roba con un cuchillo, donde el que estuvo muchas veces preso tiene más prestigio que el que nunca estuvo preso, donde quienes cometen delitos violentos o arriesgados empiezan a construir una figura de poder".
Y continuó: "Un barrio pobre empieza a enturbiarse cuando empiezan a haber bandas que compiten por esta autoridad. El peligro más grande es el de la marginalidad y de tener a tantos jóvenes sumergidos en ese tipo de delito porque después es muy difícil sacarlos, incluso creo que hay muchos puntos de no retorno, en especial en los varones".
Consultada por las acciones que deberían impulsarse para evitar este fenómeno, contestó que debe separarse el largo plazo del corto y mediano plazo porque en lo inmediato "nuestras políticas de garantías, que están muy bien, generan una sensación de soledad, abandono, desprotección y vulnerabilidad absoluta" a las víctimas de estos crímenes.
"Porque no es sólo el efecto moral de saber que quien comete eso no tiene un castigo. El que se lo tiene que cruzar al otro día por la calle es mi hijo, a quien cagó a palos para robarle las zapatillas, entonces convivir con ese nivel de impunidad genera un nivel de degradación y de reacción a ese tipo de políticas", dijo Arena en Aquí, allá y en todas partes.
En ese sentido, expresó que no debería sorprender que "los discursos más reaccionarios" sobre este tema estén en los barrios pobres y que la política tiene la obligación "de tener un discurso y un accionar serio".
Además, propuso "rotar la policía" porque "el contacto de las fuerzas de calle con ese tipo de criminal que comete los delitos más aberrantes al policía lo degrada de una manera impresionante".
"Lo que termina pasando es que el acto de corrupción más común que uno se encuentra es el del policía que toma el vicio de volverse juez. El que decide qué chorro no va a la cárcel, cuál arregla conmigo, a cuál libero, a cuál le pego una paliza. Ese es uno de los peores males que ocurren en los barrios y en la policía", concluyó Arena.
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