Los países de África occidental dieron el visto bueno para iniciar "lo antes posible" una intervención militar en Níger contra el gobierno fruto del golpe de Estado, informó este jueves el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.
"Los jefes de Estado Mayor celebrarán otras reuniones para acordar los detalles, pero tienen el visto bueno de los jefes de Estado para que la operación empiece lo antes posible", declaró Ouattara, tras participar en Nigeria en una cumbre de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao). Antes del anuncio los países del bloque ratificaron que priorizan la diplomacia sobre la fuerza para convencer a los golpistas de reponer en el cargo de presidente a Mohamed Bazoum, quien está detenido en Niamey, la capital de Níger.
El Gobierno de Francia subrayó su "pleno apoyo a todas las conclusiones" establecidas por los países africanos. "Francia reitera su firme condena de la tentativa de golpe en curso, así como del secuestro del presidente Bazoum y de su familia", señaló el Ministerio de Exteriores francés en un comunicado, horas después de la cumbre celebrada en la capital de Nigeria. Bazoum había sido durante estos últimos años un aliado clave de Occidente y, en particular, de Francia, entre otras cuestiones para fortalecer la lucha contra el terrorismo en el Sahel. Las nuevas autoridades nigerinas, en cambio, serían más cercanas a la órbita de Rusia, e incluso evidenciaron su buena sintonía con el grupo de mercenarios Wagner, según informó la agencia de noticias EuropaPress.
En tanto, la junta militar nigerina hizo caso omiso a los llamamientos de la Cedeao e incluso dio pasos para consolidarse: se estableció la conformación de un nuevo Ejecutivo con 21 ministros, que incluye a dos generales al mando de carteras clave: al frente de Defensa estará el coronel Salifou Mody, mientras que el general Mohamed Toumba encabezará el Ministerio del Interior. Entre sus aliados destacan las autoridades de Burkina Faso y Malí, que ya avisaron que una hipotética intervención militar en Níger supondría una "declaración de guerra" también contra ellos.