Un juez ordenó este jueves la prisión preventiva de los seis colombianos detenidos como sospechosos de ser autores materiales del asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, a la salida de un mitin el miércoles en Quito.

La Fiscalía de Ecuador informó que la medida tendrá una duración de 30 días, tiempo en el cual se intentará determinar las responsabilidades de los detenidos, por lo que ya se inició un pedido de información sobre ellos a la policía y la justicia del vecino país. Se trata de Andrés Manuel Mosquera, José Neider López Hitas, Adey Fernando García, Camilo Andrés Romero, Jules Osmin Castaño Alzate y Jhon Gregore Rodríguez. Medios de Colombia publicaron que todos ellos tendrían antecedentes penales en ese país por narcotráfico, homicidio, hurto, tráfico, portación de armas y ataque contra servidor público.

Los seis hombres fueron aprehendidos por la Policía pocas horas después de que se produjese el atentado contra Villavicencio, en una serie de allanamientos realizados en viviendas de dos barrios de la capital ecuatoriana. Las autoridades hallaron diversas armas de fuego, entre ellas un fusil, una subametralladora, cuatro pistolas y tres granadas. También informaron que era colombiano un séptimo hombre que falleció después de resultar herido durante el intercambio de disparos que sostuvieron los atacantes con el personal de seguridad que resguardaba al candidato presidencial.

La investigación del asesinato contará con el apoyo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos a través de una delegación que viajará a Ecuador, a solicitud del presidente Guillermo Lasso luego de que el Gobierno estadounidense le ofreciese "asistencia investigativa urgente".

Un ataque más

Apenas un día después de la muerte de Villavicencio, una candidata a asambleísta en la provincia de Los Ríos denunció un ataque armado en su contra. Estefany Puente --miembro de la alianza "Claro que se puede" del candidato presidencial Yaku Pérez-- afirmó en redes sociales que el automóvil donde se trasladaba por la ciudad de Quevedo recibió disparos.

"Hoy fui víctima de un atentado en contra de mi integridad", indicó Puente, al tiempo que aseguró que esta crisis de inseguridad es producto de haber sido "olvidados por un Gobierno inoperante, envuelto de corrupción, de mafias, resultado de los Gobiernos anteriores (de los prófugos) y del actual, de los que negocian con los grupos delictivos y son resguardados por tales". La candidata también agradeció a Yaku Pérez las muestras de solidaridad que le transmitió tras haber sucedido el hecho.

Según las informaciones preliminares, Puente conducía un vehículo en compañía de su padre y un colaborador, cuando fue interceptada por dos desconocidos. En ese momento, uno de los sujetos abrió fuego contra el parabrisas y el costado derecho del automóvil, y se dio a la fuga. La Policía de Ecuador investiga ya el suceso en aras de conocer los motivos del atentado.

La provincia de Los Ríos, de donde es oriunda Puente, es una de las dos que fueron declaradas en estado de sitio para aplacar el repunte de criminalidad que se registraba en esas zonas costeras cercanas a Guayaquil.

Candidatos en la línea de fuego

El asesinato de Villavicencio conmocionó a Ecuador al tratarse de un candidato presidencial, aunque este tipo de ataques ya se habían producido en meses anteriores contra otros candidatos y políticos. Entre los casos más recientes se destaca la muerte del alcalde de Manta, Agustín Intriago, quien semanas atrás recibió disparos de un hombre mientras recorría una obra municipal. Días antes había sido asesinado el candidato a asambleísta Rider Sánchez al salir de una reunión política en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia. En mayo pasado el alcalde de Durán, Luis Chonillo, fue víctima de un atentado pero logró sobrevivir.

La crisis de seguridad fue prácticamente el único tema de discusión durante la campaña electoral, incluso antes de que se produjera el ataque a Villavicencio. La escalada de violencia también se traslada a las calles, sobre todo en la costa, donde se encuentran las rutas del narcotráfico y los puertos que las mafias utilizan como grandes lanzaderas de cocaína hacia Europa y Norteamérica. Esto hizo que Ecuador cerrara 2022 con 25,32 homicidios por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta de su historia.