Un joven de 27 años comenzó a ser juzgado por dos homicidios cometidos entre septiembre y octubre de 2020. Las víctimas fueron un adolescente de 17 años, baleado frente a su madre, cuando caminaban por la calle, y el de un comerciante que recibió un disparo en el pecho en su local del barrio Godoy, en un intento de robo. El pedido de los fiscales Patricio Saldutti y Gisela Paolicelli es a la pena de prisión perpetua.
Detenido en Funes un mes después del segundo crimen, Maximiliano Méndez fue acusado por ambos casos cometidos en el transcurso de un mes. Ahora, llegó a juicio y el tribunal integrado por Paola Aguirre, Hebe Marcogliese y Pablo Pinto deberá resolver la sentencia.
El 21 de septiembre de 2020, antes de las 22, Nicolás Ríos, alias "Nikito", caminaba junto a su madre por el cantero central de 27 de Febrero y Barra, cuando fue emboscado por una persona que bajó de un auto y le dio un balazo en la cabeza con un arma calibre 38. La investigación determinó que fue Méndez quien bajó de un Renault 11 para disparar. Por eso, la fiscal Paolicelli le imputó el delito e de homicidio agravado junto con la portación ilegítima de arma de guerra.
Matías Adrián Fernández, de 31 años, fue baleado en el pecho el 22 de octubre de 2020, cuando al menos dos personas lo abordaron para robarle la billetera, mientras se encontraba atendiendo el comercio de Bertolé al 7200. El otro autor no pudo ser identificado. Para Saldutti, el crimen se cometió "con la clara intención de asegurar el robo y procurar su impunidad", por lo cual la calificación con la que se llegó al juicio por ese hecho es la de homicidio calificado criminis causae, además de la portación ilegítima de arma de fuego de guerra.