El papa Francisco condenó este sábado el asesinato a tiros del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio y la violencia que azota al país en un telegrama dirigido al arzobispo de Quito.

"Recibida la triste noticia del asesinato del señor Fernando Villavicencio, el Santo Padre desea hacer llegar su profundo pésame a vuestra excelencia, a la familia del difunto y a todo el amado pueblo ecuatoriano", reza el telegrama dirigido al arzobispo Alberto José Espinoza Mateus.

En el texto firmado por el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, el  pontífice condenó también "con todas sus fuerzas" el "sufrimiento causado por una violencia injustificable".

Además, Francisco hizo "un llamado a todos los ciudadanos y a las fuerzas políticas para unirse en un esfuerzo común en favor de la paz".

Villavicencio, segundo en intención de voto para las elecciones generales anticipadas del 20 de agosto, fue asesinado el miércoles por la noche en Quito a balazos después de un acto electoral. A principios de agosto, había denunciado amenazas contra él y su equipo de campaña.

Las mismas se materializaron cuando salía del Colegio Anderson en Quito, la capital. Una banda narco local, Los Lobos, se adjudicó el ataque en un video, pero casi de inmediato otro grupo del mismo origen la desmintió. 

El ministro del interior, Juan Zapata, definió el caso como "un crimen político con carácter terrorista".

El gobierno de Ecuador decretó el jueves el estado de excepción por 60 días.

El país vive desde hace algo más de dos años la peor crisis de seguridad y violencia del crimen organizado de su historia que lo llevó a cerrar 2022 con la mayor tasa de muertes violentas: 25,32 por cada 100.000 habitantes. 

La gran mayoría de estos asesinatos están asociados, según el Gobierno, a las bandas criminales y al narcotráfico, que ha ganado fuerza en la costa y ha convertido a los puertos ecuatorianos en grandes trampolines para la cocaína que llega a Europa y Norteamérica.

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