"Cada elección es diferente", dijo a Rosario/12 un dirigente santafesino muy cercano a Sergio Massa que intenta conservar el optimismo luego de la aplastante derrota sufrida por "Juntos Avancemos" -versión provincial de Unión por la Patria-. Mas de 30 puntos fue la ventaja que sacó "Juntos por el Cambio" que traducido en votos superaba el medio millón. Para estas primarias nacionales -primera diferencia- hay que restar de esa ecuación los 150 mil votos que cosecharon los socialistas (tomando la categoría mas importante, la de Gobernador) y la segunda diferencia podría encontrarse en los efectos que pudiera tener el cambio de sistema -ahora será con boleta sábana- en lugar del empleado de boleta única que diversificó los resultados no solo por categorías sino territorialmente. Votó alrededor del 63% del padrón, y los blancos fueron poco más del 7% y 5% de anulados. Mejorar la concurrencia y la simplificación del voto podría constituir una tercera diferencia. El análisis precedente es predominantemente matemático: no contempla factores subjetivos como la calidad de los candidatos, el contexto social a nivel nacional y la mayor relevancia de lo que está en juego. Lo cierto es que hoy 1,7 millones de santafesinos/as están habilitados para concurrir a las urnas y definir quiénes estarán en el cuarto oscuro el 22 de octubre disputando la Presidencia de la nación y 10 bancas de diputados para el parlamento nacional, además de representantes para el Mercosur.

Hay que remontarse a 2011 con Cristina Fernández de Kirchner buscando su reelección para encontrar la última victoria peronista a nivel nacional. Consagrada en primera vuelta con el 54% de los votos en la elección general, había cosechado 38 puntos en la primaria contra 32 del "local" Hermes Binner que fue finalmente quien quedó segundo en la presidencial.

A partir de entonces y con la irrupción del PRO, el peronismo y sus aliados sufrieron derrotas consecutivas por mas de 10 puntos en 2015 -cuando fue electo Mauricio Macri-- y por 1,5 cuando la avalancha de votos para Alberto Fernández esquivó Santa Fe.

En esta oportunidad la elección de tercios que caracterizó la politica provincial desde la primera década de este milenio parece que ya no se repetirá. El socialismo se redujo a un expresión que promedia el 15% y el peronismo hizo el 16 de julio pasado su peor elección, perforando su piso histórico del 30%. "Juntos por el Cambio" rozó el millón de votos sumados los de Maximiliano Pullaro, Carolina Losada (ambos radicales) y los de la socialista Mónica Fein. El PRO es una expresión minúscula en Santa Fe, y la expectativa está puesta en ver cuántos de esos votos y en qué proporción van para Patricia Bullrich, cuántos para Horacio Rodriguez Larreta, y qué le tocará a la fórmula Schiaretti-Randazzo donde ficharon los socialistas. 

El ascendente Pullaro apoyó públicamente a R. Larreta, pero sin mucho entusiasmo, y Losada no hizo nada por Bullrich, si es que había algo que podría haber hecho. Ninguno de ellos se esforzó en la campaña en Santa Fe, en parte porque es una provincia que la cuentan como "segura" para ganar, y también porque es difusa la línea que separa a uno y otro candidato en relación a los referentes provinciales.

En el peronismo tampoco hubo demasiado movimiento. Salvo el candidato a vicepresidente Agustín Rossi (rosarino por adopción) ni los candidatos a diputados nacionales, ni el candidato a Presidente Sergio Massa desarrollaron un campaña intensa. Menos aun Omar Perotti, que recién en los últimos días apareció en fotografías junto al ministro de Economía y estuvo ausente en la recorrida de los candidatos a diputados nacionales. Lógicamente Perotti está preocupado por su futuro político después de la magra cosecha en las primarias provinciales donde quedó muy lejos de sus expectativas y de proyecto de ganar las categorías a diputados provinciales y erigirse después del 11 de diciembre en el presidente de la Cámara baja. El candidato a gobernador Marcelo Lewandowski fue probablemente el que más activo se mostró. Tal vez por necesidades propias y porque si Massa no mejora la performance de las elecciones primarias provinciales su ya complicado futuro aparecería sentenciado. Y también porque el candidato de Tigre necesita volver a tener al peronismo por lo menos con 30 puntos.

"Cada elección es diferente" repite el dirigente massista, como si esa actitud garantizara la ocurrencia de esa sentencia. Sin embargo tiene asidero: parece difícil que el peronismo repita una elección tan mala como la de julio pasado. El "kilaje" político de Sergio Massa es diferente al de los candidatos provinciales. Qué ocurrirá con el 10 o 15% que tienen los socialistas, cuántos de esos votos irán al gobernador cordobés o qué rumbo tomarán, qué cantidad de votos puede obtener Javier Milei que paseó un par de veces por Rosario, y qué opción presidencial elegirán los sectores de centro izquierda que en las elecciones provinciales seguramente obtendrán bancas y que tal vez apunten no ya a Massa pero sí a Juan Grabois.

 

Hay pocas dudas, para no decir ninguna, que la suma de Bullrich y R. Larreta, superará a las fórmulas de Unión por la Patria. En "Juntos por el cambio" hay disputa realmente, y el aparato radical que ahora está encolumnado con Pullaro podría volcar el resultado en favor del alcalde porteño. Pero nadie apostaría por ello, porque en definitiva no son ni tantas ni tan importantes las diferencias para los santafesinos que esperan las elecciones de octubre. Para entonces, con la misma certidumbre uno de ellos enfrentará a Sergio Massa, y esa sera otra "elección diferente" pero por lo que muestra la historia esas "diferencias" que esgrimen en cercanías del ex-presidente de la Cámara de Diputados difícilmente produzcan un escenario favorable en una provincia, en la zona núcleo de la actividad agropecuaria y ferozmente castigada por la narcocriminalidad.