El consumo en la Argentina no para de retraerse. Según la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), las ventas –medidas en unidades- cayeron un 7,2 por ciento en octubre frente al mismo período del año anterior. En el acumulado de lo que va de 2016, la caída es del 5,9 por ciento.
Los datos de FEBA están en sintonía con las estadísticas nacionales que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que midió una baja del 8,2 por ciento del comercio minorista durante octubre.
En el territorio bonaerense, la caída de las ventas afectó a todos los rubros sin excepción. Los más castigados fueron la línea blanca y electrodomésticos, con una retracción del 12,6 por ciento. Y la construcción, con una caída del 10,6 por ciento. Registraron bajas "más leves" el consumo de alimentos y bebidas, con un 2,6 por ciento y medicamentos, con un 3,7 por ciento.
"La actividad comercial no consigue repuntar tras la dura caída que registra desde principios del 2016", alertó el estudio de FEBA. El 67 por ciento de los locales bonaerenses disminuyó su volumen de ventas. En ese sentido, mientras el 70 por ciento de los comercios relevados señaló que la rentabilidad de octubre disminuyó respecto del mismo mes del año anterior, solo un 8% contestó que aumentó.
"La expectativa de los comerciantes con relación a la evolución de la actividad comercial futura reflejó que el 63% piensa que sus ventas se mantendrán estables o disminuirán, a la vez que un 37% tiene expectativas favorables sobre el volumen de ventas del próximo semestre", destacó el informe elaborado por FEBA.
La llegada de diciembre en el actual contexto genera incertidumbre sobre la situación social, en especial durante un mes tradicionalmente caliente en el conurbano bonaerense. FEBA advirtió que en agosto las cantidades vendidas en los supermercados de los 24 partidos del Gran Buenos Aires sufrieron una caída del 12,7 por ciento, con una retracción del 7,4 por ciento acumulada durante todo 2016.