“A diferencia de Guernica, en donde hubo un repudio internacional, el bombardeo de la Plaza de Mayo no tuvo reconocimiento, incluso cuando se tiró más material explosivo especialmente pensado para generar un daño físico y no tanto edilicio. Su intención era matar y, puntualmente, matar al pueblo. Por eso, creo que es importante el reconocimiento internacional, que se sepa lo que pasó”, afirmó Nora Patrich, reconocida artista visual argentina creadora de “Del cielo los vieron llegar”, el monumento dedicado a las víctimas del bombardeo del 16 de junio de 1955 que fue reconocido recientemente por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Artístico Internacional vinculado a temas de crímenes masivos y persecución política. El monumento se inauguró en 2008, formó parte de una serie de políticas reparatorias impulsadas por el kirchnerismo, es la única obra escultórica dedicada a este hecho en las inmediaciones a la Plaza de Mayo y su reconocimiento internacional no tiene antecedentes hasta la fecha.

Para combatir una historia silenciada

Nora Patrich es una artista visual y escultora argentina referente de la pintura latinoamericana. Fue una militante política peronista en la década del setenta y su obra se emparenta al famoso grupo artístico-militante Espartaco. Estuvo exiliada en Israel, Cuba, México y Canadá. Hace años que trabaja y vive junto a su pareja, el historiador Roberto Baschetti, en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Sobre el proyecto de realizar el primer monumento escultórico dedicado a las víctimas del bombardeo, contó: “Yo estaba en Buenos Aires haciendo una muestra para la Secretaría de Derechos Humanos y me enteré, estando ahí, del proyecto de hacer un monumento a las víctimas. Ese mismo día volví e hice una propuesta”.

Era 2006 y su propuesta escultórica se compuso de tres postes de madera de diferentes alturas sobre los que estaban colocados doce máscaras de bronce de mujeres, adultos, niños y, en palabra de la autora, del “horror, con la boca abierta en un tremendo gemido desgarrante de espanto”. Además, la propuesta incluía tres brazos de bronce que imploraban al cielo y una franja de acero con una lista abierta de todas las víctimas del atentado.

La propuesta de Patrich fue titulada “Del cielo los vieron llegar” y resultó seleccionada para formar parte de un proyecto más amplio impulsado por el kirchnerismo dedicado a recuperar la memoria del bombardeo. Este proyecto incluyó, entre otras políticas de memoria, la ampliación en 2009 de la Ley reparatoria para víctimas de la última dictadura, incluyendo a las del bombardeo, y la elaboración en 2010 del primer informe oficial de víctimas.

El proyecto de Patrich tardó dos años en llevarse a cabo debido a “algunas trabas burocráticas” y fue inaugurado el 17 de junio de 2008 por la presidenta Cristina Fernádez de Kirchner. “Inicialmente iba a ir emplazado en la Plaza de Mayo, pero Ciudad no quiso, decía que no porque el espacio era Patrimonio Histórico y no se podía tocar…Después vino Larreta y cambió todas las veredas”, contó Patrich. Por este motivo, el monumento quedó oculto, desconocido para muchos. Primero, dentro del vallado de la Casa Rosada y, luego, en el terreno del Museo del Bicentenario. “Los mismos militantes muchas veces no saben que hay un lugar para recordar a las víctimas”, afirmó.

A pesar esto, el monumento de Nora Patrich se constituyó como un espacio de memoria y resistencia donde, cada aniversario, se realizan actos para recordar a las víctimas de este atentado. El reconocimiento de la UNESCO reafirmó una política de derechos humanos militada por años, pero siempre amenazada.

Ser visibles

El reconocimiento de la UNESCO tiene lugar en el marco del proyecto “Memorias situadas” del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH-UNESCO), que se propone “visibilizar de qué modo las diferentes comunidades abordan sus pasados traumáticos, exhibiendo diversidades, singularidades y similitudes en el modo de “hacer memoria” y dar a conocer la historia a las nuevas generaciones.”, explican desde el Consejo Asesor. Este proyecto incluye la elaboración de un mapa de Lugares de la Memoria a nivel internacional y el desarrollo histórico de la importancia de estos espacios.

Para la selección, el CIPDH conformó un equipo de especialistas en distintas áreas que seleccionan posibles candidatos y eligen cada año nuevas entradas. Hasta la fecha, Argentina tenía reconocidos por la organización solo cuatro lugares de la memoria. Estos son la Ex-ESMA y la Ronda de las Madres de Plaza de Mayo en CABA, La Capilla de Los Negros en provincia de Buenos Aires, el Sitio Histórico Memoria del Napalpí en Chaco y el proyecto Archivo de la Memoria Trans a nivel nacional. Así, el Monumento a las Víctimas de Plaza de Mayo “Del cielo los vieron llegar” de la artista Nora Patrich se constituye como el quinto lugar de la memoria del país reconocido por esta organización y el primero que referencia este oscuro hecho visibilizándolo a nivel mundial.