Desde Brasilia

Joyas robadas y cerca de cuarenta kilogramos de cocaína. Estos son dos –posiblemente no los únicos- cargamentos ilegales transportados en las bodegas de los aviones de la Presidencia de Brasil entre 2019 y 2022: durante el mandato de Jair Bolsonaro.

En su último vuelo como mandatario, el 30 de diciembre de 2022, dos días antes de la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, el excapitán escondió en el avión oficial cuatro juegos de joyas obsequiadas por gobiernos árabes al Estado brasileño, no a él.

Bolsonaro permaneció tres meses en Estados Unidos donde además de hablar en templos evangélicos y en un foro de la extrema derecha trumpista, pasó el tiempo junto a un séquito de militares y lavadores de dinero. Entre ellos figura el general Mauro Cesar Lourena Cid, su amigo desde los años 70 cuando ambos era cadetes en la academia militar de Agulhas Negras.

Modus operandi

En el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula da Silva, sostienen que Bolsonaro y los suyos actuaron durante los cuatro años en el gobierno como una "gavilla" que tomó cuenta del Estado para cometer todo tipo de delitos.

Así lo declaró este domingo el diputado Rogerio Correa. Desde el viernes el parlamentario petista obtuvo 111 firmas de respaldo para formar la que él dio en llamar "Comisión Parlamentaria Investigadora de las Joyas". Es necesario el aval de 171 congresistas para la creación de ese organismo, una cifra que podría ser alcanzada en el transcurso de esta semana, según los lulistas más entusistas.

La rápida adhesión lograda por la "Comisión de las Joyas" no surgió de la nada, ella refleja el impacto causado por un trabajo de meses realizado por los investigadores de la Policía Federal tras el cual el viernes pasado el Supremo Tribunal Federal llegó a al conclusión de que fue Bolsonaro – él en persona y no algún subalterno – el responsable la "organización delictiva" que transportó clandestinamente joyas a Estados Unidos donde fueron puestas a la venta.

Otras alhajas obsequiadas por Arabia Saudita fueron ocultas en la mochila de un auxiliar del almirante Bento Albuquerque, por entonces ministro de Minas y Energía, para ingresar sin registro en el Aeropuerto Internacional de San Pablo en 2021.

Por desgracia, para Bolsonaro , la aduana de San Pablo incautó collares y relojes con incrustaciones de piedras preciosas hace dos años. Era el primer indicio del esquema delictivo.

Sábado de perros

Este sábado el cacique más importante de la ultraderecha latinoamericana (en su carácter de tal auguró suerte a su correligionario Javier Millei en la primarias argentinas de este domingo, y habló sobre un viaje a Buenos Aires) amaneció posiblemente contrariado. En la noche del viernes la Policía Federal solicitó al Supremo levantar el secreto bancario, fiscal y telefónico.

Si bien el exmilitar es investigado en otras causas como el intento de golpe de estado del 8 de enero y haber saboteado la vacunación contra el coronavirus, en ninguna de ellas se llegó a solicitar el acceso a sus cuentas.

Cocaína

Casi cuatro años antes de volar a Estados Unidos con joyas del Estado, en junio de 2019, Bolsonaro viajó a Japón acompañado por ministros y una numerosa (muy numerosa) escolta de militares, incluyendo el general Augusto Heleno responsable de gabinete de seguridad.

En uno de los aviones presidenciales había 39 kilogramos de cocaína que fueron embarcados en la Base Aérea de Brasilia, donde sólo es franqueado el ingreso de miembros de las Fuerzas Armadas y ministros. Los paquetes con polvo de alta pureza fueron incautados en un aeropuerto de España donde la aeronave hizo escala para reabastecerse.

El militar-mula en cuya mochila estaba el cargamento, el sargento de la Fuerza Aérea Manoel Silva Rodrigues, fue condenado a principios de 2020 a seis años de prisión por la justicia española ante la cual reconoció haber hecho otros viajes similares em 2019.

"Son cosas que pasan" declaró Bolsonaro , desentendiéndose del caso con un gesto y entonación de voz con similar a los usadas por los "malandros" cuando uno de los suyos es pescado con las manos en la masa.

La Aeronáutica fue mucho menos ágil que la justicia española respecto del traficante Rodrigues al cual expulsaría de sus filas sólo en 2022.

El general

Para sorpresa de muchos, lo cual podría incluir al capitán retirado Bolsonaro, la Policía Federal allanó el viernes a las seis de la mañana la residencia de su amigo, el general Mauro Cesar Lourena Cid sospechoso de ser una pieza clave en el tráfico de joyas y lavado de dinero.

El militar había sido designado como responsable de la Agencia de Promoción de Exportaciones en Miami donde al parecer utilizó el aparato del Estado para reciclar dinero de Bolsonaro y su entorno. Esa plata malhabida fue enviada a Estados Unidos por el hijo del general, el teniente coronal, Mauro Cid, el auxiliar de órdenes y mano derecha de Bolsonaro. Mauro Cid está preso desde mayo.

Los diarios O Globo y Estado de San Pablo publicaron que en la cúpula del Ejército preocupa el desgaste causado a la imagen de la institución por la participación del general Lourena Cid en la banda al frente de la cual, según el Supremo, estaría Bolsonaro.

Barbie

En la noche de este sábado la Policía Federal solicitó al Supremo suprimir los secretos bancario y telefónico de la Michelle Bolsonaro, esposa del expresidente, quien se habría quedado con algunas joyas árabes.

Este es el primer caso de corrupción del clan familiar que la salpica bastante, a tal punto que los diarios de este domingo publicaron su posible citación a declarar a la Policía Federal, donde su marido ya fue interrogado este año al igual que miembros de su gobierno.

La ascendente exprimera dama fue nombrada recientemente como presidenta del ala femenina del Partido Liberal, que así la proyectó como posible candidata a la presidencia en 2026 luego de que su marido fuera inhabilitado por el Tribunal Superior Electoral.

Su discurso se vertebra en argumentos religiosos, ella es una evangélica intensa y moralista: dos ejes que podrían verse afectados si se comprueba que es corrupta.

Ante las sospechas que comienzan a afectar su imagen, Michelle optó por endulzarla: divulgó una foto vestida de rosa y sonriendo a lo Barbie.