“Nos parece fundamental que nos pensemos desde el conurbano. En nuestras publicaciones ponemos en circulación conocimientos que tienen que ver con nuestra identidad del conurbano bonaerense en particular, pero también con temáticas que muchas veces no aparecen en otros círculos científicos, temáticas que nos resulta relevante poner en discusión y debate”, afirmó Mónica Rubalcaba, presidenta de la Unidad de Publicaciones en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes. En solo once años, editaron, publicaron y distribuyeron ochenta y tres libros escritos por investigadores de su espacio universitario, generando una plataforma de difusión para nuevas voces jóvenes y bonaerenses. Se trata de una experiencia única en la provincia que no deja de crecer y que sigue apostando a la publicación en papel.
En América Latina el principal promotor de la investigación científica es el estado. De él depende en gran medida el financiamiento de espacios y la difusión de los conocimientos. Es por esto que en 2012, la Universidad Nacional de Quilmes creó la Unidad de Publicaciones en Ciencias Sociales, un espacio que busca difundir “la producción académica como publicaciones de tal manera de que puedan llegar a un público más amplio que el de los círculos más estrechos del ámbito universitario”, afirmó la presidenta de la Unidad.
Cada año, la universidad convoca a los estudiantes, graduados y docentes de su institución para formar parte de las publicaciones editoriales del año próximo. Así, la Unidad de Publicaciones tiene una ajustada línea de producción que regularmente convoca, evalúa, edita y publica libros de temáticas tan variadas como Género, Geografía, Historia, Comunicación y Filosofía, entre otras.
Gracias a la Unidad de Publicaciones ha sido posible la edición de ochenta y tres libros de investigaciones que hacen a la identidad e historia bonaerense y que difícilmente hubieran encontrado otro espacio de difusión. Este puede ser el caso, por ejemplo, de “Redes políticas en la frontera bonaerense (1836-1873). Crónica de un final anunciado” de Silvia Mabel Ratto, “Educación rural, espacios periurbanos y comunidad escolar. Berazategui, 1990-2006” de Martina Virginia Oddone o “Los Clubes del Hogar Rural. Una política del INTA dirigida a las mujeres (1958-1974)” de Joan Mecozzi. Todos estos libros son publicados de forma gratuita en formato digital y vendidos en la librerías Nota al Pie y LUA en papel, una rareza que pocas universidades sostienen en la actualidad.
Un espacio para el cine nacional
Dentro de la Unidad de Publicaciones, la serie más reciente y particular es la dedicada al convenio entre la Universidad Nacional de Quilmes y la Asociación Argentina de Estudios Sobre Cine y Audiovisual (AsAECA), una asociación civil única en Argentina fundada en 2008 que reúne a interesados en los estudios del medio audiovisual de todo el país. La serie AsAECA-UNQ fue creada en 2018 y abrió por primera vez la editorial de la UNQ a investigadores de universidades de todo el país, que son convocados por AsAECA para movilizar la edición de Tesis de Posgrado dedicadas al cine nacional y latinoamericano. Hoy, llevan publicados “Figuras del exceso” de Agostina Invernizzi dedicado al cine de Manuel Romero, “Hollywood en el cine argentino” de Iván Morales, “Escenas de ruptura” de Jorge Sala sobre el vínculo del cine y el teatro nacional de los sesenta y “Negocios de cine” de Cecilia Gil Mariño centrado en los circuitos de distribución entre Brasil y Argentina. Además, tienen un quinto libro en edición y un sexto concurso cerrado.
Todas las investigaciones están dedicadas a temas poco, o nada, abordados de la historia del cine argentino que, al igual que el resto de las publicaciones de la Universidad, son distribuidas digitalmente de forma gratuita y vendidas en formato físico. Javier Campo, presidente de AsAECA, explicó así la selección de los libros: “No es requisito que trate específicamente sobre cine argentino exclusivamente, pero sí buscamos que una de las cinematografías analizadas, si es un estudio comparativo, tenga que ver con la Argentina. Esto se debe a que a diferencia de investigadores de otros lugares del mundo, que de alguna manera han agotado sus cines nacionales en cuanto a cantidad de estudios dedicados, aquí en la Argentina todavía tenemos un montón de espacios, franjas y territorios de nuestro cine nacional que han sido poco o nada dados. De hecho, todavía hoy continúan viendo películas muy interesantes que pocos han visto y que estamos investigando.”
Cada convocatoria es seleccionada por un juzgado compuesto conjuntamente por AsAECA y UNQ y los costos de edición y publicación se reparten equitativamente entre los dos espacios. Sobre la importancia de estos espacios, Javier Campo concluyó: “No es nada sencillo publicar una tesis. Cuando un jurado considera que una tesis de maestría o de doctorado es buena coloca con recomendación de publicación, eso para las editoriales vale entre poco y nada. En realidad, son pocos los canales para la publicación de tesis abiertos y el porcentaje de publicaciones en formato libro es más bien bajo. Por eso es que es importante este concurso dado que se permite de esa manera el acceso a ese tipo de formato que sigue siendo importante”.