A las 22.45 del domingo 13 de agosto el jefe de Asesores del gobernador Axel Kicillof, Carlos “Carli” Bianco, dio en público los resultados provinciales según las mesas testigo. La muestra de esas mesas, dijo Bianco, probó su exactitud “en las últimas tres elecciones”.

Dijo Bianco que Axel Kicillof, con 34 por ciento, es el candidato más votado.

Juntos por el Cambio quedó en segundo lugar con poco más de un 30 por ciento del total sumando a Néstor Grindetti y Diego Santilli, los dos precandidatos de Juntos por el Cambio que pelearon cabeza a cabeza la postulación en la Provincia.

Agregó que Carolina Piparo, de La Libertad Avanza, llegó al 22 por ciento.

Unión por la Patria a nivel provincial declinó encargar bocas de urna porque, según dijeron los estrategas de campaña, no son confiables ni siquiera para los propios encuestadores.

Por eso recurrió a su muestra estadística de mesas testigo, con datos procesados en el bunker de Unión por la Patria en Chacarita.

Kicillof superó los números de Sergio Massa, presumiblemente por el voto de los extranjeros, que pueden hacerlo a nivel provincial y municipal pero no en el plano nacional. El trabajo del equipo de la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, logró un empadronamiento de casi un millón de extranjeros en condiciones de votar, sobre todo paraguayos, bolivianos y peruanos.

Habrá margen para hilar más fino, y saber si además del voto extranjero hubo algún nivel de corte de boletas en los distritos, en especial del Conurbano, pero la serie de elecciones se parece a un campeonato de fútbol. Con los resultados tal cual estaban a las 23 del domingo 13 de agosto, la tabla de posiciones está definida pero el futuro no está cantado.

De todos modos, hay algunos indicadores importantes. En La Matanza, el distrito más poblado de la Provincia, la diferencia entre Unión por la Patria y las segundas fuerzas, tanto La Libertad Avanza como Juntos por el Cambio, estuvo alrededor de los 20 puntos Es la mitad de la diferencia que obtuvo el peronismo en las elecciones de 2019. Se parece mucho a los resultados de las parlamentarias de 2021, con la novedad del peso que logró La Libertad Avanza. Habrá que saber si por la aparición de su figura en las boletas o por la ayuda de El Dipy, el cantante que designó como candidato a intendente. También se redujo la diferencia a favor del peronismo en otro de los grandes distritos de la Tercera Sección Electoral, Lomas de Zamora, donde Unión por la Patria estuvo lejos de las cifras de 2019. 

Más allá de las encuestas, quienes ejercen la docencia en los grandes distritos del Conurbano venían observando como mínimo simpatía, y a veces militancia, en favor de Milei incluso en barrios populares, correspondientes a mesas donde el peronismo acostumbraba ganar por más del 50 por ciento.

Si en lugar de PASO estos mismos números hubieran sido de elecciones generales, en la provincia de Buenos Aires el resultado habría sido la elección de Axel Kicillof como gobernador, a muy pocos puntos de su segundo, el candidato de Juntos por el Cambio. Habría quedado fuera de juego Carolina Píparo, la pupila de Javier Milei, designada a último momento cuando rechazó la candidatura el intendente de Chivilcoy.

Hay que recordar que en la provincia de Buenos Aires no hay segunda vuelta para autoridades provinciales (del Ejecutivo o del Legislativo) y tampoco para las ramas equivalentes a nivel municipal. Gana el que tiene un voto más.

También conviene tener en cuenta que los bonaerenses no tienen tradición de corte de boleta. A nivel de impresión, cualquiera que haya votado ayer en una mesa del Gran Buenos Aires habrá visto que no había papelitos sueltos. A disposición estaban las kilométricas boletas de cada partido, de 93 centímetros entre Sergio Massa y los postulantes a consejeros escolares.

El corte de boleta solo fue significativo en 2015, cuando María Eugenia Vidal desplegó una campaña sistemática, con colaboración de una parte de la Iglesia, para complementar la mentira que ligaba al candidato peronista Aníbal Fernández con un detenido por narco. Ayudó a esa derrota la interna autodestructiva protagonizada por Fernández y Julián Domínguez y auspiciada entonces por Cristina Fernández de Kirchner.

Los lectores de Buenos Aires/12 seguramente se sorprenderán por el desempeño de Milei menos que el promedio de las personas. Este diario jamás subestimó el fenómeno del hombre que quiere pulverizar el Banco Central y liberar el comercio de órganos, y publicó varias investigaciones sobre por qué Milei sintonizaba no solo con sectores medios sino con una parte de las populares en territorio bonaerense. En parte, como es sabido, canalizó el rechazo general por la dirigencia política. Pero la intención de voto iba más allá de la antipolítica. Incluso su propuesta de dolarización generaba ilusiones. No en términos técnicos de economía macro, sin duda, sino como un mensaje que se traduciría así: “Ganás en pesos y no te alcanza, o sea que los pesos no sirven para nada, y por eso te propongo que ganes en una moneda fuerte, el dólar”.

La consultora Shila Vilker, de Trespuntozero, dijo que "a Milei los electores lo invisten de distintos atributos o intenciones o direcciones según sus propios deseos". Hugo Haime detectó que "empezó trabajando sobre los jóvenes y los sectores bajos medios, y después su mensaje penetró en franjas más postergadas y en mayores de 30 años". A principios de abril Hugo Bacman ya le daba a Milei en la Provincia un piso de alrededor del 23 por ciento, y en crecimiento. "Preocupaciones económicas en este momento sobran porque la inflación no cede y la puja distributiva también se hace presente" dijo Bacman. 

Lo leído hasta aquí sirve para especular, uno de los verbos más trajinados en los días de elecciones, pero no es concluyente. Y no lo es porque efectivamente se votó para Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorios y no en elecciones con poder vinculante. Sin embargo, las PASO no funcionaron desde que existen no solo como una encuesta gigantesca y confiable, la única confiable, sino como una preparación del terreno para la primera vuelta y eventualmente del ballotage, que sí existe a nivel nacional.

En tren de especular, corresponde sugerir que habrá que seguir día a día el recorrido de la intención de voto a Milei en la Nación y en la Provincia.

Si los votantes de Milei quieren reforzar la presencia parlamentaria de su candidato, votarán por La Libertad Avanza en octubre.

Si piensan que Milei puede avanzar y dejar tercero al peronismo, para ir a un ballotage entre la derecha extrema de Bullirch y la extrema derecha de Milei, también insistirán en el voto de las PASO.

Si eso se mantiene quedan abiertos varios escenarios a nivel bonaerense:

  • Uno es que avance junto con Milei su candidata a gobernadora Carolina Píparo, a la vista de que en todo caso el voto útil antiperonista quedaría relegado al ballotage de noviembre.
  • Otro es que avance Juntos por el Cambio de manera sensible, captando votos mileístas.
  • Y otro escenario más sería la consolidación de Kicillof como cabeza de la primera minoría gracias a la verosímil pelea entre Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza sin que una fuerza liquide a la otra. 

Más allá de estas probabilidades y sus infinitas variantes, algo es seguro: habrá una presencia significativa mayor de la derecha extrema y de la extrema derecha en los ámbitos legislativos, sin duda a nivel provincial pero también en el plano municipal. No es broma si la tendencia se traslada a los municipios, porque el régimen es quasi parlamentario: con un concejal de menos un intendente puede perder en una sesión de tres segundos el control del municipio.