El rugido del León dejó al bunker de Juntos por el Cambio en silencio por incontables horas. A diferencia de otras veces nadie salió a hablar en ninguna de las dos salas de conferencia de prensa que tenían disponibles (una para el larretismo, otra para el bullrichismo). En el PRO esperaban que fuera una jornada de versiones cruzadas sobre quién había ganado la interna, pero eso fue opacado por la preocupación por el desempeño de Javier Milei, que superó todas las expectativas. Finalmente, la interna se resolvió con esa sombra encima: Patricia Bullrich derrotó a su adversario Horacio Rodríguez Larreta y se consolidó como la candidata a presidenta y heredera de Mauricio Macri. Es la que viene a terminar lo que él empezó. "Tenemos que devolver la libertad a la gente", ordenó el ex presidente, a quien le tocó hablar último, como si fuera el verdadero ganador de la interna.
La ganadora de la interna comenzó un camino hacia octubre que podría tener la consigna "Bullrich al gobierno, Macri al poder", si no fuera porque la candidata está bien lejos de sus comienzos setentistas y porque recela la influencia de Macri en un eventual gabinete. Lejos en el tiempo quedó la recién llegada Bullrich al PRO, proveniente de una decena de espacios políticos. La dirigente se ganó primero la confianza de Macri como ministra de Seguridad (era de sus favoritas, sino la favorita) y luego consiguió ser nombrada presidenta del PRO. Desde allí, construyó una candidatura presidencial con altibajos (tuvo un mal momento en 2021 cuando Macri le quitó el apoyo y no pudo ser candidata en CABA), pero su perfil "halcón" imantó votos y consiguió destronar a Larreta, cuyo sueño presidencial queda ahora trunco.
No obstante, la sombra de Milei opacó lo que para Bullrich tendría que haber sido un día de festejo total. Juntos por el Cambio quedó por debajo del 30 por ciento, con una merma de votos que evidentemente fueron al candidato de la Libertad Avanza. La gran incógnita para el ballottage es si Bullrich podrá retener los votos de Larreta, que comparte un perfil de sus votantes con Sergio Massa.
Bunker dividido
El PRO finalmente abandonó su sancta sanctorum que era el complejo Costa Salguero, donde esperó los resultados a lo largo de más de una década de elecciones. Fue Bullrich la que impuso como condición que se hiciera en otro lado, y el elegido fue Parque Norte. Eligieron un salón enorme, pero que carecía del glamour de otros bunkers del PRO: cortinados negros, algunas pantallas con el logo, todo muy funcional. Estoico. Como había pedido Bullrich.
No se trató tanto de un bunker unificado como de dos bunkers pegados uno al otro. De hecho, contaba con dos salas de conferencia de prensa: una para el larretismo y otra para el bullrichismo. Y el escenario compartido. Pero la realidad es que Bullrich se instaló con su equipo de campaña en un piso frente a Plaza de Mayo y no fue a Parque Norte hasta entrada la noche. Y las salas de conferencia estuvieron vacías a lo largo de la jornada.
Entrada la noche, la interna quedó en un segundo plano y el bunker se fundió en un silencio espeso al tiempo que les llegaba la información sobre el desempeño de Milei. El nivel de organización fue tan caótico -en contraste con otras veces- que hasta las 21 el principal vocero del espacio era el Mago sin Dientes.
Pato for president
Cuando llegó, Mauricio Macri dijo que "el crecimiento de Milei fue la sorpresa: expresa el descontento de la gente". A las 22.30, llegó Bullrich y lo primero que hizo fue contar que Larreta ya la había llamado para felicitarla por su victoria. Al instante, la multitud en el bunker de Juntos por el Cambio se puso a cantar:
- Presideeeeente, Patricia presideeeente. Patricia presideeeente.
Pero todavía faltaba la negociación con Larreta para que reconociera la derrota públicamente. El primero en salir a reconocer que había perdido fue, no obstante, Martín Lousteau. Con música de rock de fondo, salió al escenario con Jorge Macri. "Fue una elección muy reñida. Hay un ganador. Quiero felicitar a Jorge Macri", dijo el candidato de Evolución. Jorge Macri le agradeció a Lousteau y "especialmente a Mauricio, Patricia, María Eugenia y Horacio". "Tenemos que ser muy concientes del momento que nos toca vivir. Hay poco para festejar allá afuera. Como decía Chilavert, no hemos ganado nada", advirtió Jorge Macri, quien dijo que "la Ciudad debe ser el gran sostén de una victoria que nos permita gobernar el país".
Sonaba, como en los viejos tiempos, "Noche mágica", de Tan Biónica. Hasta Jorge Macri la cantó (sin saberse del todo la letra). Sus militantes repartían alfajores Jorgito entre la tribuna.
Candidata de hierro
- Hay que saltaaar, hay que saltaaaar, el kirchnerismo no existe más.
Bullrich eligió subir con Luis Petri al escenario. Ella ocupó el centro de la escena. Solos, festejaron. "Si estuvieramos en un país normal, estaríamos festejando una elección -remedó su spot- pero no estamos en un país normal". "Hicimos una gran elección", afirmó Bullrich pese a que los números fueron mucho peores de lo que esperaban. Dijo que les agradecía "de corazón" a Larreta y Morales y sobre todo "al presidente Macri". Y también al candidato de La Libertad Avanza: "Quiero felicitar a Javier Milei por la elección que hizo. Él también dijo que no quiere como nosotros que el Estado sea una cueva de ladrones". Bullrich eligió pegarse a Milei antes que diferenciarse.
Luego invitó a pasar a la fórmula perdedora. "Quiero felicitarte Patricia, realmente", dijo Larreta, como quien apura el trago amargo. Habló de una "interna con mucha altura", frase que no tuvo relación con la campaña cargada de ataques y golpes bajos. No le quedaba mucho margen. El jefe del gobierno porteño perdió en toda la línea: quedó muy lejos en la interna, quedó segundo en la Ciudad que gobierna, no le salió bien la jugada en la provincia de Buenos Aires. "Con Gerardo (Morales) vamos a estar trabajando desde mañana para consolidar la victoria en octubre", dijo Larreta, que se queda también sin la estructura del gobierno de CABA (Jorge Macri no es de su riñón).
Bullrich luego invitó a subir al escenario a Mauricio Macri, en una demostración de que con este resultado el ex presidente conserva influencia interna. "Sumando lo que sacó Milei a nosotros es una mayoría de argentinos que piden un cambio profundo. La Argentina está entrando en un cambio de era y abandonando ideas dañinas. Tenemos que devolver la libertad a la gente", aseguró el ex presidente. Tanto Bullrich como Macri se mostraron cerca de Milei en la victoria. Como si ya se vieran como parte de su gobierno.