Comienza un nuevo ciclo en el fútbol argentino. Pero en verdad, ¿será tan así? La Superliga Argentina que Tigre-Vélez y Banfield-Belgrano pondrán en marcha este viernes, ¿marcará un histórico quiebre a partir del cual los clubes serán administrados con mayor responsabilidad y sin desbordes? ¿O en poco tiempo nos daremos cuenta de que se trata de un simple cambio de envoltorio para encubrir los mismos problemas de siempre? Los antecedentes de los dirigentes de uno y otro lado (la AFA seguirá en el mismo lugar de siempre, pero ahora se agrega la empresa Superliga para encargarse de las cuestiones organizativas y comerciales) convocan a la prudencia. A no dejarse llevar por los fuegos de artificio y las declaraciones rimbombantes.
No será un campeonato más el que dará comienzo el próximo fin de semana y terminará el 13 de mayo de 2018, un mes antes del Mundial de Rusia. Y no sólo por la decisión política de los propios clubes de aplicar un “fair play financiero” y ser estrictos con los excesos presupuestarios, hasta el límite mismo del descuento de puntos. El regreso de las transmisiones televisivas pagas y la desaparición del fútbol de los canales de aire, quizás pueda devolver a las tribunas a un sector de los hinchas que se alejó tan corrido por la violencia imparable como seducido por la comodidad de tener a costo cero, el espectáculo preferido en el living de su casa.
El pay per view (pague para ver) futbolero comenzará en octubre. Y habrá que ver cuántos son los que se adhieren al nuevo esquema. Muchos militan para no pagar por aquello que hasta tres meses se veía gratis. Otros, lentamente se va resignando. Pero son muchos menos de los que las empresas Fox y Turner necesitan para que los números del negocio empiecen a cerrar. Tal vez en las próximas semanas, con la pelota ya en movimiento, el número de abonados crezca. Pero la audiencia televisiva del fútbol, sin dudas se ajustará a la baja. Habrá menos espectadores delante de las pantallas. Al menos en los primeros tiempos.
Acaso sean los hinchas de Boca y River los más entusiasmados por pagar los 300 pesos mensuales que costará (por ahora) el fútbol Premium de la Superliga. Porque también Boca y River arrancan, una vez más, como los máximos candidatos. Pero la tirada es larga: hay un receso de por medio entre el 11 de diciembre y el 28 de enero de 2018 y la Copa Libertadores jugará su parte en este semestre y en el primero del año que viene. Ahora River y luego Boca apuestan todo a ganarla. O sea, los dos gigantes tendrán en la mira un objetivo más grande que el título local. Y hacia allí apuntarán sus poderosos cañones.
Boca se reforzó a lo grande. Y River no lo hizo menos. A Boca llegaron para ser titulares, el colombiano Edwin Cardona, quien rápidamente puede convertirse en un nuevo ídolo xeneize y Paolo Goltz, quien reforzará una defensa que no fue una de las fortalezas del equipo campeón. Afuera esperarán su oportunidad Cristian Espinoza y el volante uruguayo Nahitan Nandez.
River, con altibajos, ya mostró su juego en la Libertadores y en la Copa Argentina. Javier Lux en el arco, Javier Pinola en el fondo y Enzo Pérez en el medio parecen algo más afirmados. Mientras que Ignacio Scocco, el colombiano Santos Borré y el uruguayo De la Cruz arrancarán desde el banco pero con muchas chances de entrar si es que Marcelo Gallardo apuesta a los dos frentes del semestre.
San Lorenzo, Racing e Independiente están, de arranque, en un segundo plano, a la expectativa de que una defección eventual de los dos más grandes les permita dar el zarpazo. Pero a ellos también los espera un semestre copero recargado. El Ciclón pretende sostenerse en la Libertadores con menos angustia y bastante más fútbol que hasta ahora y la Academia y los Rojos van por la Sudamericana. Luego de esos exámenes quedará en claro hacia dónde irán en el primer semestre de 2018.
Los 23 equipos restantes tratarán, en algunos casos, de clasificarse para las copas de 2019 y en otros, de mantenerse en la categoría, no mucho más que eso. Los 11 primeros clasificados de la Superliga tendrán pasaje asegurado para los torneos continentales y hacia esas plazas se enfocarán Central, Newell’s, Estudiantes, Gimnasia, Colón, Talleres, Defensa y Justicia y Atlético Tucumán entre otros.
En cambio, los ascendidos Argentinos y Chacarita, junto con Arsenal, Temperley, Olimpo, Huracán, Patronato, San Martín de San Juan, Tigre y acaso, Vélez, Unión y Belgrano, primero buscarán robustecer el promedio para alejar los malos presagios. Recién después se verá para lo que están en un campeonato igual a los de siempre: Pero al mismo tiempo diferente.