La bota santafesina no fue la excepción de la sorpresa que el libertario Javier Milei significó en las PASO. Al punto de imponerse en los 19 departamentos como el candidato presidencial más deseado en esta provincia. Los casi 630.000 votos que obtuvo aquí fueron aún mayores que el paseo de Maximiliano Pullaro un mes atrás con medio millón de votos. Por lo tanto, el oficialismo santafesino y la oposición del frente Unidos para Cambiar Santa Fe quedaron fuera de cuadro ante el emergente electoral que, no obstante, no tiene candidato propio en la carrera hacia la Gobernación. Pero ni Pullaro trasladó sus votos a Horacio Rodríguez Larreta, ni Sergio Massa demostró una tracción relevante que pudiera mejorar la chance de Marcelo Lewandowski para la general de setiembre. Mientras tanto, Omar Perotti comentó ayer que lo de Milei no le sorprendió y que "con quienes hay que enojarse es con los actores políticos que no están dando respuestas". Puertas adentro del peronismo santafesino hierve el malestar contra el gobernador por no haberse involucrado en la campaña de Unión por la Patria.
En el peronismo santafesino el horno no está para bollos. Las miradas recaen sobre el gobernador Perotti, el único que salvó la ropa en la PASO como cabeza de lista de Diputados provinciales. Le recriminan su actitud prescindente en la campaña de Lewandowski y de Sergio Massa también.
Ayer desde un acto en Sunchales donde anunció inversiones en salud pública, el mandatario soltó algunas reflexiones sobre el comicio. "No me enojan personajes como Milei; en todo caso, con quienes hay que enojarse es con los actores políticos que no están dando respuestas", comentó con alusiones tácitas de las que acaso se excluyó. Consideró que emergentes como el libertario es "alguien que llega y la gente lo escucha" cuando "a la gente no se le está dando respuestas y la política se encierra mucho en sí misma, y se cierra a la incorporación de aire fresco, de otras ideas y de otras discusiones".
Al margen de eso, Perotti distinguió: "Ahora viene una etapa en la que cada fuerza ordenó sus candidatos, y vamos a esquemas más serios, cómo vamos a trabajar con más atención sobre qué hay detrás de algunas expresiones que pueden ser interesantes o entusiasmantes (sic)", analizó acerca de cómo el peronismo debe remontar la elección de aquí a octubre.
El titular del Partido Justicialista en Santa Fe, Ricardo Olivera, asumió que lo de Milei estaba fuera de todo cálculo. Atribuyó el giro electoral a "un voto bronca de la gente por pasar tanto tiempo sin poder llegar a fin de mes, a trabajar y no tener obra social, a no tener vivienda propia, a una dirigencia sin respuestas", analizó.
"Es el voto bronca, y en cuanto a los jóvenes, es la expresión de rebeldía que hoy encarna este candidato que parece un rockstar. Estimábamos el caudal de votos que íbamos a sacar, pero no esperábamos lo de Milei", admitió en diálogo con Rosario/12.
Pero además, marcó que hubo una falta de "compromiso mayor de la militancia en el territorio". Olivera puso como ejemplo al gobernador entrerriano Gustavo Bordet: "Que sí salió a militar el voto y logró una buena elección dentro de todo", dijo. En contraste, el jefe de la Casa Gris no hizo campaña explícita como lo reclamó el propio Massa días atrás cuando vino a una reunión de intendentes y dirigentes peronistas en Puerto General San Martín.
Otro dirigente como Eduardo Toniolli brindó una lectura similar: "Este es un escenario que a muchos no nos causa sorpresa. Estamos hablando de escenarios de tercios, donde se consolidan lo que se venía dando: dos grandes coaliciones que dirimían sus divergencias en el escenario político electoral y en instituciones, y una parte de la población que rechaza sin más la política en general", dijo en LT8. Y observó el voto libertario que emergió en barrios rosarinos donde habitualmente ganaba el peronismo.
Toniolli puso en palabras el reproche general que bulle en el justicialismo sobre la actitud de Perotti. "A diferencia de otros distritos, donde los gobernadores participaron y ayudaron al proceso electoral, en Santa Fe no sucedió. No hay una gestión a nivel provincial que haya mostrado otra cosa, porque tampoco hubo vocación del gobernador de acompañar el proceso nacional", reprochó también.}
En cuanto a Juntos por el Cambio, no hubo correlato entre las primarias provinciales del 16 de julio con las nacionales de anteayer. Solo puede decirse que la ola amarilla quedó casi 4 puntos atrás de La Libertad Avanza y conservó el caudal de votos amasado un mes atrás a nivel local, pero con destino invertido: Patricia Bullrich consiguió 359.000 sufragios y superó largamente a Horacio Rodríguez Larreta, quien cosechó 204.000. Atrás quedó aquella retirada silenciosa de Bullrich en el aeropuerto de Rosario, luego de que su delfín, Carolina Losada, perdiera por paliza ante Maximiliano Pullaro. Pero este radical, sin embargo, ayer no le endosó su ventarrón electoral al jefe de Gobierno porteño.