Al cierre de esta edición, los únicos cortes de comunidades originarias jujeñas que permanecían activos sobre la ruta nacional 9 eran los de Abra Pampa y La Quiaca, en la Puna y altiplano andino. Durante la jornada de ayer, la Policía de Jujuy aprovechó la decisión de las comunidades de habilitar la circulación debido a las elecciones primarias celebradas el domingo, para desmontar los campamentos en tres de los principales cortes de la resistencia originaria. 

El accionar de los efectivos de esa provincia que todavía administra Gerardo Morales, se desarrolló en los bloqueos ubicados en la intersección de las rutas nacionales 9 y 52 en el acceso a Purmamarca, y ya sobre la ruta nacional 9, en Tilcara y el paraje San Roque, a tres kilómetros del acceso a Humahuaca. Anoche, desde la protesta en Purmamarca, tres comuneras reseñaron el accionar policial y aseguraron que la medida de fuerza continuará. 

José Palacios, el único detenido durante el operativo policial de ayer a la madrugada en el corte de Purmamarca, fue finalmente liberado en horas de la tarde. Desde la Coordinadora de Violencia Institucional de los organismos de DDHH de Jujuy informaron a Salta/12 que el comunero de Huacalera no sufrió lesiones. y que no contaban todavía con información fehaciente sobre los delitos contravencionales que se le imputarían. El procedimiento sobre el comunero estuvo ayer en manos del fiscal Fernando Enrique Alancay, de la Fiscalía de Investigación Penal Preparatoria de Humahuca. 

"Han instalado tres carpas", informó a Salta/12 Fabiola Suárez, referente de DDHH de Jujuy sobre a la presencia policial en el cruce de Purmamarca. "Dijeron que van a levantar todos los cortes", agregó luego basándose en información que circuló ayer en la provincia a través de medios de comunicación afines al gobierno de Morales. Los mensajes sostienen que los bloqueos activos en Abra Pampa y La Quiaca también serán desmantelados por efectivos de la fuerza de seguridad provincial.

Abra Pampa, que se encuentra en la Puna jujeña, mantiene otro de los cortes fuertes donde las comunidades indígenas sostienen la protesta hace dos meses. Allí también levantan las consignas "Arriba los salarios, abajo la reforma" junto a la defensa del agua del extractivismo minero y la exigencia de la devolución definitiva de sus territorios ancestrales. 

Desde esta localidad, partió el pasado 14 de junio el Tercer Malón de la Paz con destino a  San Salvador de Jujuy. El objetivo en ese momento es frenar la reforma parcial de la Carta Magna de la provincia, puntualmente porque vulnera derechos de los pueblos originarios ya consagrados por la Constitución Nacional y los de toda la ciudadanía, como el derecho a protesta. La noche del 19 de junio y la madrugada del 20, mientras originarios y originarias kollas, atacamas, chichas y omaguacas estaban muy cerca de San Salvador, la Legislatura jujeña aprobó la reforma parcial de la Constitución jujeñal. El Tercer Malón de la Paz continuó su viaje de protesta y el 25 de junio partió desde San Salvador rumbo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde permanece desde el pasado 1 de agosto.

En CABA, comuneras y comuneros serán recibidos hoy por la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau. "Hay dos hechos políticos que produjo el Tercer Malón de la Paz", sostuvo José Cuenca Cruz, uno de los coordinadores del movimiento indígena que permanece en CABA. "Primero, la mesa política de articulación, que se ha reunido tres veces y avanza en distintos puntos de las demandas originarias", detalló. "El segundo, es que el Tercer Malón propició la unidad de los pueblos indígenas de Argentina", aseguró. Cuenca Cruz es referente de las comunidades kollas de Salta. "Van a confluir en CABA otros hermanos y hermanas para conformar una agenda plurinacional", adelantó. 

La violencia de Morales

En la madrugada de ayer, efectivos policiales y personal de apoyo vestido de civil llegaron al corte y comenzaron a desarmar el campamento más importante, en la intersección de las autovías nacionales 9 y 52. "La policía llegó a las seis menos cinco", relató el docente y comunero Luis Valdiviezo, a Radio Nacional Jujuy. "Cuando me levanté, encuentro que ya estaban los policías en el corte norte. Había un policía, me presenté y le dí mi nombre", continuó. "Le pedí su nombre, primero se negó", relató.

"Estabamos al costado de la ruta, y sin que se presentara el oficial a cargo, ni mediara orden de desalojo, entraron las patotas. Parecían gente de Purmamarca y de Maimará, otros de Gerardo Morales, y algunos cadetes de civil encapuchados. Rompieron todo. Tiraron la comida. Al freezer con la carne, lo volcaron. Se llevaron todo", detalló. "Solo me dediqué a filmar y a documentar toda la violencia de este bendito gobierno que habla de paz y de diálogo", agregó Valdiviezo. 

Ropa, alimentos y elementos del campamento que tiró la policía jujeña entre Purmamarca y Tilcara. 

Personas de Tilcara contaron a Salta/12 que cuando se trasladaban para socorrer maloneras y maloneros que resisten en Purmamarca encontraron muchas de sus pertenencias y donaciones tiradas al costado de la ruta nacional 9. En Tilcara, el corte sobre el ingreso a la localidad turística también fue desmantelado por los efectivos del gobierno jujeño, y al cierre de esta edición, mantenía una importante presencia policial. 

En el paraje San Roque, a pocos kilómetros del ingreso a Humahuaca, ocurrió algo similar. Testigos contaron que en este caso los policías no destrozaron el campamento ni quemaron las pertenencias de los y las comuneras que resisten en la protesta. Informaron que presentaron una denuncia ante la sección Humahuaca de Gendarmería Nacional, donde dejaron constancia del hostigamiento que recibieron de parte de la policía jujeña antes de ser desplazados del corte. También relataron que los efectivos policiales nunca exhibieron o mostraron una orden de allanamiento que justificara su accionar.

Medios comunitarios que transmiten por redes sociales desde la protesta de Purmamarca documentaron como un ejército de policías jujeños destrozaron pertenencias, y cargaron ropas y alimentos donados en un camión, para luego quemarlos en el lecho del río cercano al cruce de rutas. Por otro lado, un video que circuló ayer mostró a un vehículo de carga que tiró algunas de las cosas sacadas por los policías en un camino alternativo entre Tilcara y Purmamarca. "Una vez más estamos sufriendo este atropello de parte del gobierno", relató con impotencia otro comunero ante las cámaras de una periodista de Prensa Originaria Llankai Maki. "Estamos plagados de policías, amenazados por este represor", cuestionó a Morales, que el domingo último perdió la interna partidaria de Juntos por el Cambio.

"Quemaron todo, la gigantografía también", contó con impotencia Reynaldo Castro, editor de Revista Yarará. La gigantografía era una copia color del mapa del mapa del extractivismo minero que colgaron en la carpa del corte en Purmamarca el pasado 6 de agosto para compartir esa información con las comunidades.

Al cierre de esta edición, comuneros y comuneras de los cortes desmantelados por la policía jujeña evaluaban cómo regresar para continuar con la resistencia y la protesta en rechazo a la Constitución reformada y para proteger el agua en peligro por el extractivismo minero, y la devolución definitiva de sus territorios originarios.