El sorpresivo triunfo de Javier Milei genera incertidumbre en la economía. El lunes el gobierno decidió anticiparse a la apertura del mercado y fijó el tipo de cambio oficial en $365, medida que repercutió en una suba en el dólar paralelo que en Rosario este martes se vendía a $740. A eso se le suman los números de inflación, que en julio fue del 6,3% según lo publicado ayer por el Indec. La situación impacta de lleno en los supermercados que recibieron las listas de precios con aumentos, pero también en rubros variados como los gastronómicos, ferreteros y librerías. Para evitar especulaciones, desde la Cámara de Supermercados de Rosario adelantaron que “no convalidarán cualquier aumento”.

Dos días después de las primarias presidenciales la suba de precios llegó a las góndolas de los supermercados. Sergio López, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar), confirmó que los proveedores comenzaron a remitir listas de mercaderías con nuevos precios, que además ya venían teniendo variaciones inflacionarias en las últimas semanas.

“Estimamos que pueden ser del 6%, lógicamente agregándole a lo que ya veníamos teniendo previamente por inflación”, explicó López en declaraciones a Rosario/12. Ayer por la tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos oficializó que la inflación de julio fue del 6,3%, acumulando una suba del 60,2% en los primeros siete meses del año.

Si bien desde el sector estimaban que podían darse aumentos, aguardan que pase el temblor de las PASO para hacer un análisis que permita separar entre aquellos productos que aumentan impulsados por el alza del dólar y los que tienen un tinte especulativo. “Hay rumores de diferentes porcentajes. Recién la semana que viene vamos a tener datos de aquellos aumentos que están por arriba de los valores estipulados”, explicó y agregó: “O es todo un porcentaje, o acá hay algo que va más allá de cualquier tipo de afectación en precios”.

Ante ese escenario, desde el sector intentaron llevar tranquilidad a la ciudadanía: “Lo que hemos decidido en lo inmediato es no convalidar cualquier tipo de aumentos. Como venimos con abastecimientos no tenemos inconvenientes. Y las caídas de las ventas ya la tuvimos, entonces no tenemos necesidades de convalidar cualquier precio. Es un riesgo que tomamos y otras veces lo hemos pagado con caída de stock. Tampoco creemos que se pueda trasladar todo el aumento que venga desde la industria. Es algo que nos perjudica, pero creemos que hay que tener un poco de responsabilidad”.

Lógicamente, la suba de precios impactó de lleno en algunos rubros como el gastronómico. Carlos Mellano, Presidente de la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Afines de Rosario, comentó que están registrando aumentos que van del 12% al 30% en diversos insumos necesarios para el sector. “Para nosotros es complicado porque no construimos los precios, sino que los sacamos a partir de lo que nos viene. Y tampoco podemos aumentar demasiado porque la gente no tiene”, evaluó.

Otros rubros

Un sector que sufre los movimientos del dólar es el de los ferreteros. Sergio Angiulli, presidente de la Cámara de Ferreterías de la República Argentina (Cafara), confirmó los aumentos: “El lunes ya arrancamos con las listas nuevas y el promedio que en principio creíamos que era un 20%, ayer terminó siendo un 22%. Y en algunos productos específicos llega hasta el 30%”.

El dirigente explicó que en el rubro se trabaja con componentes de diversos tipos, tanto nacionales como importados, por lo que se trata de un sector acostumbrado a sufrir las consecuencias de los movimientos económicos. “Ya el mes pasado tuvimos muchos aumentos y ahora se da un salto muy grande que tiene que ver con la devaluación, pero también con la brecha que existe entre el dólar oficial y el blue”, explicó.

Uno de los problemas lógicos que aparece es la capacidad del traslado a precios de esos aumentos, en medio de la crisis económica: “Las ferreterías aparecen en toda la cadena de valor, va más allá del comercio. Trabajamos con industrias, con la construcción, con instituciones. Pero si pensamos en el usuario final, que puede ser alguien que está haciendo un arreglo en su casa, aumentarle un 20% quizás implica que no lo pueda pagar. El impacto es bastante grande”.

En tanto, algo de incertidumbre se registró también en el mercado editorial, puntualmente en lo que refiere a las imprentas. “El lunes llamé y no te pasaban precios porque querían ver cómo iba evolucionando todo, nosotros tenemos que publicar dos libros y no lo pudimos hacer”, cuenta José Perico Pérez, fundador de la librería Homo Sapiens. Pero para el martes ya se empezaban a conocer algunos números: “En general respondían con un aumento del 10%, pero creo que tiene que ver con el cimbronazo que fue para todos el resultado de las elecciones”.

El editor explicó que gran parte de los precios del sector se rigen por el dólar oficial que el martes se devaluó un 20%. “Seguramente eso se va a reflejar en un aumento de precios. Pero por ahora hay una cuestión de ver qué pasa”, analizó. No obstante, en lo que refiere al precio de los libros para la venta los precios aún no se movieron. “Por ahora los dos proveedores más grandes todavía no tocaron lista. Me parece que van a esperar unos días hasta que esto decante y se estabilice de determinada manera. Y sobre eso decidirán”, aclaró Gabriel Riestra, también socio de Homo Sapiens.

“Obviamente hoy el que quiere vender no puede trasladar todo a precios. De todas maneras creo que hay un colchón importante, entonces todo el mundo juega con eso. Lo que no ayuda es la incertidumbre. Los libros están caros y no queda mucho margen para aumentar. Entonces, el que necesita vender tiene que ser cuidadoso”, agregó.