La deuda pública bruta ascendió a 405.594 millones de dólares en julio de 2023, según la última información actualizada por la Secretaría de Finanzas. El crecimiento se ralentizó respecto de los dos meses previos y aumentó 0,4 por ciento contra junio.

En el séptimo mes del año, la deuda en situación de pago normal aumentó en 1778 millones de dólares: la deuda en moneda local trepó por un monto equivalente a 1326 millones de dólares (0,9 por ciento mensual) mientras las obligaciones en moneda extranjera lo hicieron en 452 millones (0,2 por ciento). 

El nuevo financiamiento, canjes o emisiones de deuda –concentrado en títulos públicos y letras- superó a los pagos en concepto de amortizaciones o cancelaciones durante el período, mientras que la suba del tipo de cambio contribuyó a reducir la variación final de la deuda. El primero sumó 11.663 millones de dólares en julio versus amortizaciones por 8380 millones en el mes.

El grueso de esta deuda se encuentra “en situación de pago normal” mientras aquella “elegible pendiente de reestructuración” alcanza 2409 millones de dólares (0,6 por ciento del total). El 35,7 por ciento de la deuda en situación de pago normal es pagadero en moneda local mientras que el 64,3 por ciento restante se encuentra en moneda extranjera. La deuda en moneda local fue ganando peso versus la foránea paulatinamente. La deuda en moneda extranjera totalizó 259.126 millones de dólares en julio, de los cuales el 82,5 por ciento está denominada en dólares, el 14,7 por ciento en DEGs (la canasta de monedas usada como medida de valor para las obligaciones con el FMI) y el resto en otras monedas como Euros y Yenes japoneses.

Si bien el stock de deuda en moneda local es menor relativamente, los pagos mensuales de capital e intereses en dicha moneda fueron igual de relevantes que los realizados en concepto de la deuda externa. Las cancelaciones en moneda local ascendieron a 5339 millones de dólares durante julio mientras en moneda extrajera se abonaron 4257 millones de dólares en concepto de capital e intereses. 

Según el tipo de acreedor o instrumento, estos pagos fueron mayoritariamente en Títulos Públicos y Letras del Tesoro (61 por ciento), pagos al FMI en segundo lugar (27,7 por ciento), Adelantos Transitorios del BCRA (6,5 por ciento) y Otros préstamos (4,7 por ciento). Al hablar de pagos es preciso tener en mente la diferencia en cuanto a costos que supone para el país cumplir sus obligaciones en moneda extranjera vis a vis la deuda en pesos, máxime en contextos de elevada incertidumbre cambiaria como el presente. El informe de la Secretaria de Finanzas utiliza el dólar como unidad de cuenta solo por recomendación en cuanto a los manuales estadísticos para permitir una comparación internacional.

Al analizar el stock de la deuda por tipo de plazo, la gran mayoría son papeles de mediano y largo (en un 94,2 por ciento). De esos papeles el 71,8 por ciento corresponde a Títulos Públicos en moneda nacional y moneda extranjera y el 19,3 por ciento son Préstamos, en valores el monto de títulos asciende a 291.310 mientras el de préstamos alcanza 78.356 millones de dólares. Los títulos públicos en moneda nacional ajustados por CER abarcan un total de 68.856 millones de dólares, mientras los que no se ajustan por CER llegan a 45.287 millones.

Los títulos en moneda extranjera ascienden a 177.153 millones de dólares. En tanto, al analizar por tipo de acreedor los préstamos más importantes están encabezados por organismos internacionales: el stock de deuda con el FMI es 37.957 millones de dólares,le sigue en importancia el BID con 15.925 millones de dólares, luego el BIRF con 9.418 y la CAF con 4.271 millones de dólares.

En cuanto a la deuda de corto plazo, la mayoría son Letras del Tesoro (11.476 millones de dólares), seguidas por los Adelantos Transitorios del BCRA (9.620 millones de dólares).