La especulación con el precio del blue y el resto de los dólares financieros sigue generando presiones, incertidumbre, expectativas de nuevas rondas de devaluación, e impacto sobre los precios del mercado interno. El dólar ilegal volvió a subir este miércoles 50 pesos para ubicarse en un pico de 780 pesos. El contado con liquidación avanzó 20 pesos a 722. Desde las primarias del domingo las cotizaciones financieras acumularon subas de más de 120 pesos, en respuesta al cisne negro electoral.

Este salto exponencial de las presiones cambiarias no es resultado del azar sino de las propuestas económicas de Javier Milei, el candidato ultraliberal que el domingo pasado embolsó cerca del 30 por ciento de los votos. Se trata de una cifra que lo vuelve competitivo en la carrera presidencial.

La consultora financiera 1816 publicó a finales de abril un informe técnico analizando una de las principales propuestas de campaña de Milei: la dolarización. En ese documento se alertaba por el impacto en las expectativas si el economista ultraliberal tenía chances electorales.

“Podría generarse una especie de profecía autocumplida: lo que implica que los tenedores de pesos teman una dolarización y al intentar deshacerse de sus tenencias (en moneda local), se generen las condiciones para esa dolarización a través de una licuación masiva de stocks”, se indicaba.

El argumento económico detrás de esta situación es relativamente intuitivo. La Argentina tienen pocos dólares (sufre las consecuencias de la restricción externa amplificada por la sequía más importante de los últimos 100 años) y una masa importante de pesos circulando o en pasivos de corto plazo. La dolarización puede hacerse por dos caminos. O se consiguen más dólares (lo que parece improbable) o se incrementa fuerte el tipo de cambio.

En la medida que Milei anticipa el programa de dolarización, y gana terreno la idea que podría haber chances de que se aplique, las compras de dólares se adelantan sin importar el precio. En otras palabras: comprar a 600 o 700 pesos no se percibe caro, si el programa de dolarización que se propone aplicar dentro de unos meses implica tener el tipo de cambio arriba de los 2000.

El cisne negro electoral, el poder de daño de las profecías autocumplidas y la gimnasia de la economía argentina de buscar refugio en el dólar fue un combo explosivo en los últimos días. La pregunta del millón es si la tensión cambiaria seguirá escalando o existe margen para contenerla. Un punto a tener en cuenta es que en el mercado no todos hacen las mismas apuestas, que el resultado de las elecciones no está cerrado y que el augurio de una megadevaluación del tipo de cambio oficial puede no concretarse.

Sin embargo, el principal problema de la volatilidad y las presiones cambiarias es que tiene un efecto que excede a la economía financiera y provoca un impacto amplificado para la economía real. Se observa en el salto de los precios que se espera para la segunda semana de agosto y en septiembre. La tasa de inflación podría subir a niveles de dos dígitos mensuales, impactando directamente en el poder de compra y capacidad de consumo de la población.

Por el momento, las herramientas del sector público para intentar contener las tensiones se movieron en el plano de las finanzas. Al ajuste del tipo de cambio mayorista del lunes, se sumó un aumentó fuerte la tasa de interés en pesos. Los plazos fijos para los ahorristas minoristas ofrecen a partir de esta semana una tasa de interés efectiva anual del 202 por ciento.

Al mismo tiempo, este miércoles el Banco Central volvió a comprar dólares en el mercado de cambio por una cifra cercana a los 120 millones de dólares. De esta manera, acumula compras por 463 millones de dólares desde el lunes y por 600 millones en lo que va del mes. En la autoridad monetaria detallaron que el promedio de compra de divisas diario en agosto subió a 50 millones, que en parte estuvo impulsada por el programa de fomento exportador.

El refuerzo de los controles sobre la compraventa de dólares con bonos fue otra de las estrategias de los últimos días, anunciando cupos semanales de 40 mil dólares para operar dólar MEP. Se sumaron también operativos de control en la city porteña enfocados en las financieras del microcentro e investigaciones para algunas agencias de bolsa por operaciones irregulares.