Una delegación de congresistas estadounidenses encabezada por Alexandria Ocasio-Cortez llegó este miércoles a Chile para sostener distintas reuniones con autoridades del país, incluido el presidente Gabriel Boric y la expresidenta Michelle Bachelet. El motivo es la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende e instauró la dictadura de Augusto Pinochet. El grupo, integrado además por Joaquín Castro, Nydia Velázquez, Greg Casar y Maxwell Frost, visitará el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y conversará con el ministro de Justicia, Luis Cordero.
"Deberíamos proteger la democracia"
"La política exterior de Estados Unidos ha contribuido con demasiada frecuencia a la inestabilidad en América latina: deberíamos proteger la democracia en lugar de apoyar los golpes de Estado, y deberíamos generar paz y prosperidad en todo el hemisferio occidental en lugar de repetir la Guerra Fría", dijo el congresista Greg Casar, quien agregó que se une a la delegación que visitará Brasil, Colombia y Chile "para conocer, escuchar y aprender de nuestros pares y trazar un nuevo camino a seguir".
Junto a la delegación estadounidense se espera la llegada de mandatarios latinoamericanos y autoridades de distintas partes del mundo para conmemorar los 50 años desde el quiebre de la democracia en Chile. El hecho dio paso a una feroz dictadura de 17 años encabezada por Augusto Pinochet y apoyada por sectores civiles.
El coordinador de la delegación, David Adler, remarcó que "las cicatrices de este trágico evento aún son visibles hoy: en la memoria perdurable de los que murieron y desaparecieron bajo el general Pinochet, y en el legado institucional del gobierno neoliberal que dejó atrás".
Bernie Sanders, senador por el estado de Vermont, -que no viajó, sí su jefa de gabinete, Misty Rebik- había llamado en septiembre del año pasado a votar a favor de una nueva Constitución que reemplace a "la antigua antidemocrática redactada por el dictador Pinochet".
Pedido del Congreso chileno
La Cámara de Diputados y Diputadas de Chile aprobó el nueve de agosto solicitar desde la Cancillería archivos secretos a Estados Unidos sobre su intervención en la desestabilización del gobierno de Allende y su rol en el golpe de Estado. "Es necesario recalcar que decir que Estados Unidos intervino para derrocar al presidente Salvador Allende no es una opinión o un juicio de valor, sino que una constatación de la realidad", expresó el grupo de diputados que impulsó la medida, militantes del partido Convergencia Social.
Los parlamentarios hicieron alusión al director del Proyecto de Documentación sobre Chile del National Security Archive, el estadounidense Peter Kornbluh, quien por estos días publicó la primera versión chilena de Pinochet Desclasificado. El libro incluye en esta oportunidad documentos inéditos que revelan por ejemplo la reunión secreta que sostuvo el magnate de medios de comunicación chileno Agustín Edwards con Richard Nixon seis horas antes de que el otrora mandatario estadounidense ordenara a la CIA desestabilizar al gobierno de Allende.
"Más allá de la opinión política que diversos sectores políticos puedan tener sobre el gobierno de la Unidad Popular, el golpe de Estado y la dictadura, parece de toda lógica que esta Cámara solicite que el pueblo de Chile conozca la verdad sobre la intervención de una potencia extranjera en nuestra soberanía", advirtieron los diputados chilenos. La iniciativa fue aprobada casi por unanimidad en el Congreso, contando con 125 votos a favor y dos votos en contra del Partido Republicano.
Bachelet: "No justificar lo injustificable"
La expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo este miércoles que la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado llega en un momento "polarizado" del país, pero que "nadie puede justificar lo injustificable". Bachelet reaccionó de esa forma a las recientes encuestas que muestran un respaldo a la figura de Pinochet a pesar de las violaciones a los derechos humanos en la dictadura.
"Llegamos con un país polarizado, con bastante desinformación, puede que no haya una verdad histórica para todos igual, pero nadie puede justificar lo injustificable", dijo la exmandataria a radio ADN. En esa línea planteó que estos 50 años "tienen que celebrarse recordando el pasado" y pensando en el futuro del país, pero "diciendo que todo lo que pasó fue inaceptable".
"Yo creo que este es un país donde el 70 por ciento de los chilenos no habían nacido para el golpe y cuando uno ve ciertas encuestas donde no se valora la democracia, cuando un 25 por ciento dice que el mejor gobernante en la historia de Chile fue Pinochet uno se preocupa", dijo Bachelet. La exalta comisionada de las Naciones Unidas manifestó que "es legítimo que las personas puedan tener distintas perspectivas de lo que pasó", pero que eso no justifica lo ocurrido en la dictadura.
El 31 de julio pasado una encuesta de la consultora Pulso Ciudadano realizada en el marco de los 50 años del golpe de Estado reveló que el 47,5 por ciento de los chilenos considera que Pinochet fue un dictador. Sin embargo, para un 31,7 por ciento fue un presidente y para un 7,6 por ciento un estadista. En el mismo sondeo, más del 30 por ciento de los encuestados planteó que Allende fue "un presidente que quiso instalar un régimen comunista en Chile".
En Chile hay 1.159 víctimas de desaparición forzada durante la dictadura que aún son buscadas por sus seres queridos. El régimen militar duró 17 años y dejó más de 40 mil víctimas, entre ejecutados, detenidos-desaparecidos, presos políticos y torturados, según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares. Más de 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado.