Un policía fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Joaquín Paredes, el adolescente de 15 años asesinado de un balazo en octubre de 2020 en la localidad cordobesa de Paso Viejo, mientras que otros cinco efectivos sometidos a juicio resultaron absueltos.
La condena impuesta por el tribunal técnico de la Cámara del Crimen de Cruz del Eje, a partir del veredicto de culpabilidad de un jurado popular, recayó sobre el agente Maykel Mercedes López (25), autor material del disparo que mató a la víctima.
López era el único de los seis policías que llegó detenido al debate, por lo que a partir de este fallo seguirá preso. Los efectivos absueltos son Iván Alexis Luna (26), Enzo Ricardo Alvarado (29), Jorge Luis Gómez (34), Alberto Daniel Sosa Gallardo (43) y Fernández Aliendro (27).
Al comienzo de la audiencia de hoy, el propio López pronunció sus “últimas palabras” y pidió “perdón por todo lo que pasó”. "No se imaginan lo que pasó por mi cabeza esa noche. El dolor que pasé lo voy a llevar por el resto de mi vida”, expresó el policía, dirigiéndose a la familia de la víctima.
Al igual que él, también hicieron uso de su derecho a pronunciar las últimas palabras ante el jurado y el tribunal de Cruz del Eje, a cargo del debate, los otros cinco efectivos, que hicieron referencia a lo que expusieron durante el juicio, que se inició el 24 de julio pasado.
Tras ello, los integrantes del jurado popular pasaron a deliberar y alrededor de las 19.30 arribaron a un veredicto de "culpabilidad" en el caso de López y de "no culpabilidad" para el resto.
En los alegatos que se realizaron el lunes, la fiscal Fabiana Pochettino, al igual que los querellantes Claudio Orosz y Ramiro Fresneda, solicitaron la pena de prisión perpetua para López, Luna, Alvarado Gómez y Fernández Aliendro por los delitos de "homicidio calificado por abuso de sus funciones, por ser miembros de las fuerzas policiales y por el uso de arma de fuego; homicidio calificado y agravado en grado de tentativa y abuso de armas de fuego agravado por la calidad del sujeto activo (ser policías)".
Para el restante acusado, Sosa Gallardo, en tanto, solicitaron dos años de prisión efectiva por "amenazas calificadas".
Por su parte, los abogados defensores de López, Ricardo Moreno y Jorge Sánchez del Bianco, pidieron su absolución al considerar que se trató de un caso de legítima defensa y, subsidiariamente, solicitaron que sea condenado a la pena más baja del delito de "homicidio culposo".
En ese sentido, los defensores consideraron que, en función de los testimonios incorporados en el debate, el 25 de octubre del 2020 López se defendió de un ataque a pedradas del grupo de jóvenes entre los que se encontraba Joaquín.
Moreno agregó que en la instrucción de la causa "no se investigaron los daños que ese día ocasionó ese grupo de jóvenes" y dijo que tampoco se puede "dar por cierto que el descontrol tumultuoso que ocurrió fue una reacción a la acción de los policías o podría ser una justificación jurídica para éstos".
Además, Pedro Despouy Santoro, abogado de los policías Luna, Alvarado, Fernández Aliendro y Gómez, también pidió la absolución de sus clientes, cuestionando de igual manera el accionar de la fiscal: "Hay una falacia narrativa que ha querido forzar los hechos de un modo que no existieron y eso repercute en la prueba. No tenemos pruebas, no hay una sola para sostener cada una de las letras del argumento de la fiscal".
Finalmente, el abogado Ricardo Videla, defensor de Sosa Gallardo, solicitó que su defendido sea absuelto. A primera hora de hoy, previo al inicio de la audiencia, la mamá de la víctima, Soledad Paredes, dijo a la prensa que esperaba que los acusados fueran condenados a "prisión perpetua".
"Mi esperanza es que sea una sentencia de prisión perpetua para todos los responsables de la muerte de mi hijo", manifestó Soledad, quien agregó que tenía "muchas expectativas" en el desempeño de los jueces y del jurado popular por el dictado de un "veredicto ejemplar, como corresponde" en función del desempeño de la Fiscalía, que "demostró que a Joaquín le dispararon a matar".
De acuerdo con la acusación fiscal, la madrugada del 25 de octubre de 2020, cuando regía el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) dispuesto ante la pandemia del Covid-19, un grupo de policías se trasladó hasta la plaza de Paso Viejo, una localidad de apenas mil habitantes, tras recibir llamados sobre una reunión de jóvenes en ese lugar.
Cuando los efectivos llegaron se produjo una discusión con los jóvenes, lo que derivó en una balacera por parte de los policías. Según la investigación hubo varios disparos, cuatro de ellos efectuados con el arma del agente Alexis Luna y tres con la del agente López.
Los peritajes determinaron que uno de los balazos efectuados por López impactó en la espalda de Paredes (15), en la zona del hemitórax, y le causó la muerte. Otro de los balazos dio en el brazo de Brian Brandon Villada (15), quien debió ser asistido en un centro de salud pública, aunque en este caso no se pudo determinar de qué arma partió el tiro.